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Cormorán Imperial, un morador de la costa magallánica que debemos cuidar

Cormorán Imperial, un morador de la costa magallánica que debemos cuidar

Eligieron las costas de la capital regional, Punta Arenas, como sitio de reproducción y descanso, sin embargo, este remanso se ve interrumpido por imprudentes visitantes.

Punta Arenas, 05 de diciembre de 2017.- Cada verano, las postales de miles de turistas que visitan Punta Arenas son engalanadas con la presencia de un interesante grupo de habitantes del Estrecho de Magallanes, una especie que con su sola presencia, convierte los muelles abandonados y el borde costero en escenarios de valioso atractivo natural.

Se trata de una importante colonia de Cormorán Imperial (Phalacrocorax atriceps), especie característica del paisaje que circunda al muelle Loreto y que año a año utiliza nuestras costas para nidificar y entrenar a sus polluelos en el arte del vuelo y de la obtención de alimento. Sin duda, un hermoso espectáculo que constantemente se ve alterado por curiosos observadores y fotógrafos, e incluso por mascotas que circulan por el sector.

“Cada año, a partir de diciembre, recibimos denuncias y avisos de personas que, por desconocimiento, retiran polluelos de la playa para tratar de ayudarlos. Lo que la comunidad desconoce, es que en esta época los pichones de cormorán se encuentran en pleno proceso formativo, han comenzado a volar y es muy común que durante su entrenamiento estas aves caigan al agua o aterricen en la playa, permaneciendo por un tiempo en descanso antes de intentar un nuevo ascenso”, explica Rodrigo Molina, médico veterinario del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) Magallanes.

Algunos factores preponderantes que atentan contra el aprendizaje de las aves, son la presencia de personas que suben a los muelles alterando el entorno de las aves y dificultando el aprendizaje y la nidificación, y la existencia de mascotas que deambulan sin correas, libremente por la playa y que incluso pueden herir o atacar a los pollos que aún no aprenden a volar.

En este sentido, Molina fue enfático al solicitar la colaboración de la comunidad, haciendo un llamado a “colaborar en el cuidado esta especie, evitando aproximarse demasiado a las colonias, no alterando el entorno de las aves al acercarse con mascotas y, sobre todo, no retirando a las crías de su hábitat a fin de preservarlas en su medio natural y no tener que someterlas a una crianza artificial.”

Cabe señalar, que el cormorán imperial habita tanto en el litoral como en los canales interiores desde la región del Biobío y hasta el Cabo de Hornos, y se encuentra protegida por la Ley de Caza 19.473.