Historia de dos libros imprescindibles – Ramón Arriagada
Con el advenimiento de un nuevo año nos llegan buenas noticias de magallánicos que incorporan sus creaciones en el mundo de los libros. Para quienes hemos traspasado el umbral de compartir nuestra escritura con aquellos privilegiados, que saben de los beneficios de la lectura como parte del ocio placentero, la aparición de nuevos compañeros de rutas es motivo de felicidad. Más aún, cuando dos nuevas publicaciones, están referidas a temas de nuestra historia magallánica.
La primera publicación tiene como autor al periodista y escritor Nelson Toledo, quien ya tiene en librerías locales su “Fuerte Bulnes. La Historia Secreta”. Un libro que desde su etapa de borrador he leído en la pantalla de un computador; lo leí con dedicación, pues cada una de las historias contenidas me resultaron muy atractivas. Recordemos, el día 8 de diciembre de 1848, el gobernador José de los Santos Mardones inició el proceso fundacional de la actual ciudad chilena de Punta Arenas a orillas del Estrecho de Magallanes. Atrás quedaron como mudos testigos los territorios del poblamiento inicial, el conocido Fuerte Bulnes y lugares adyacentes.
En mi presentación de este bonito esfuerzo editorial de Nelson Toledo, hago saber al lector, que es difícil encontrar en un área tan reducida del territorio- en la inmensidad de la Patagonia- un escenario donde se desarrollen tantas historias y dramas humanos. Ello, porque en el mismo sector en el siglo XVI, la Corona Española encargó a Pedro Sarmiento de Gamboa, el penoso proceso de afincar población, terminando con el patético hito colonizador conocido como Puerto de Hambre.
El autor del libro “Fuerte Bulnes, la Historia Secreta”, se sumerge en las fuentes más confiables de la historiografía magallánica, para traernos los bien logrados relatos de componen el libro. Hay una capacidad de síntesis envidiable, acompañada de una fluidez discursiva que entusiasman de inmediato al lector para develar cada uno de los temas.
El segundo esfuerzo editorial pronto a ingresar a imprenta, viene del entusiasmo de Karen Eberhard, bisnieta del capitán Herman Eberhard, fundador de Ultima Esperanza. Meritorio es que la descendiente, enfermera de profesión, con más de treinta años de residencia en Alemania, se haya atrevido a romper las limitaciones de un idioma del cual no ha sido parlante habitual, para sacar del baúl de las cosas más queridas, las cartas del Capitán Eberhard que siendo un jovencito, ya navegaba en mares ignotos, y traducirlas para enriquecer el patrimonio respecto a la historia de Ultima Esperanza y su fundador.
Es muy poco lo que sabemos respecto a los primeros colonizadores de nuestra provincia. Recordemos, Eberhard supo de la existencia de estos parajes, que actualmente habitamos, por los diarios de navegación del barco de la armada inglesa “Adventure” (1830). A ellos se deben las nominaciones de lugares como “Last Hope” y “Diana Plains”, refiriéndose a praderas interminables con abundantes pastos y fuentes de agua. Nuestro personaje, avecindado en Río Gallegos, ya retirado de las navegaciones entre Las Malvinas y Tierra del Fuego trayendo ganado ovino, trató de ingresar a los lugares que deslumbraron a los marinos ingleses, pero era imposible traspasar la selva de acceso al sector.
La navegación realizada desde Punta Arenas, partió el 10 de junio de 1892, en pleno invierno y con sacrificios increíbles tratándose de un bote impulsado por velas y remos. Vino, investigó y al regresar no trepidó en solicitar al Gobernador Manuel Señoret, autorización para ser poblador en los nuevos territorios. Después de ese mes junio de 1892, todos hablaban en Punta Arenas de pedir concesiones, para venir a la colonización de esta nueva tierra pródiga en esperanzas.
Los acontecimientos que se suceden a continuación en estos lugares olvidados son historias para hombres de temple, ejemplos de vida y lealtad por la patria chilena, que tiene como actores a ciudadanos provenientes de patrias lejanas. Reafirmación de soberanía por presencia y después las deslealtades del poder político central. Y una lección: nada en esta abrupta geografía austral se ha conseguido sin pasión.