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Greenpeace desarrolla campaña en los mares de Sur para defender el patrimonio ecológico territorial

Greenpeace desarrolla campaña en los mares de Sur para defender el patrimonio ecológico territorial

Santuarios marinos en aguas internacionales

Nuestro viaje comienza en la Antártica, como la primera oportunidad para demostrar al mundo por qué necesitamos actuar urgentemente en alta mar. Una victoria en la Antártica nos preparará para una victoria hacia el Tratado Internacional de los Océanos.

Existe una urgente necesidad de una red a gran escala santuarios marinos para:

  1. Preservar la forma de vida de casi la mitad de la población mundial que depende de unos océanos saludables y productivos.
  2. Proteger los ecosistemas y especies de los impactos del ser humano.
  3. Reforzar la resiliencia del medio y ayudar a mitigar los impactos del cambio climático global.

Greenpeace es parte de una coalición global de ONGs y científicos que piden a los gobiernos que protejan al menos el 30% de los océanos del mundo para el 2030. A pesar de los compromisos mundiales de proteger el 10% de los océanos para 2020, actualmente solo el 2% está completamente protegido. Sin un tratado de la ONU jurídicamente vinculante para proporcionar el mecanismo legal para proteger áreas en alta mar, es imposible alcanzar este objetivo, por lo que Greenpeace ha estado presionando (¡con éxito!) durante casi una década para que la ONU adopte dicho tratado. Este proceso llegará a su fin a fines de 2018 cuando la ONU convoque la primera conferencia intergubernamental, iniciando negociaciones formales sobre este tema. Sin embargo, el proceso podría demorar hasta finales de 2020, por lo que es esencial hacer presión para crear los santuarios marinos en la única zona de alta mar donde es posible proteger: la Antártica.

 

La vida en la Antártica

 

Kril

Sin kril, la mayoría de las formas de vida de la Antártica desaparecerían. El kril es una criatura diminuta parecida a un camarón que forma la base de la cadena alimenticia en la Antártica. El kril puede ser no más grande que tu dedo meñique, pero asegura la supervivencia de los animales más grandes del planeta, las ballenas azules, junto con la mayoría de otros animales salvajes de la Antártica.

Miles de millones de kril se reúnen a la vez, formando densas nubes rosas que pueden tener kilómetros de profundidad y ancho e incluso se pueden ver desde el espacio. La mayoría del kril antártico se encuentra en un área que abarca desde el mar de Weddell hasta las aguas alrededor de la Península Antártica.

Para el animal más grande del planeta, la ballena azul, el kril es la fuente principal de alimentación. Las ballenas azules pueden comer hasta cuatro toneladas de kril al dia. Pueden comer 500 kilos de kril en un solo bocado. En calorías es el equivalente a más de 200 pizzas (casi medio millón de calorías).

Fauna

La Antártica alberga una gran biodiversidad. Hay alrededor de 20 millones de parejas reproductoras de pingüinos emperador y adelaida, que pueden aparearse de por vida. También hay albatros que pueden vivir durante medio siglo y volar el equivalente de tres veces alrededor del planeta por año. La Antártica alberga algunos de los animales más grandes del planeta, como las ballenas azules y los cachalotes, y en el mar de Weddell se estiman 14.000 especies presentes. Las ballenas azules, con un corazón del tamaño de un gorila, son el animal más grande que haya existido en el planeta y dependen únicamente de uno de los más pequeños: el kril. En solo un día, una ballena azul puede comer el peso de un elefante africano en kril. Pero el cambio climático, la sobrepesca y la contaminación están ejerciendo una enorme presión sobre las poblaciones de vida silvestre. Un Santuario del océano Antártico proporciona espacio para que sus poblaciones se recuperen, y evitaría que los pingüinos y las ballenas compitan con los enormes barcos pesqueros por su alimento.