Desigualdad territorial y geopolítica del espacio austral – Opinión
¿Es el aislamiento una limitación o una oportunidad para los territorios extremos?
Una característica central del territorio magallánico y patagónico, es el de su extrema diversidad geográfica y de condiciones de asentamiento, tanto en términos de acceso a los servicios necesarios para un estandar de calidad de vida moderna, como a los requerimientos de las propias comunidades respecto de su conexión con el resto del territorio.
Magallanes experimenta a lo menos dos procesos de desigualdad territorial superpuestos: uno, respecto del centro del país, que podríamos denominar “desigualdad territorial externa” y segundo, aquel que se manifiesta entre las comunidades rurales, localidades aisladas y de otras provincias con respecto a la capital regional, o “desigualdad territorial interna”.
La insuficiencia de los procesos de descentralización y de desconcentración, así como el efecto sinérgico que genera la ciudad capital regional, en términos de empleo, poblamiento, inversión y expectativas de vida y desarrollo para las personas y las familias, determina los flujos migratorios desde el campo a la ciudad, y desde las localidades a las ciudades intermedias en el territorio regional: como efecto perverso, la inversión pública en las localidades rurales o semirurales se reduce porque los proyectos se basan en el criterio “costo-beneficio” (que exige una densidad poblacional mínima) y la inversión privada se dificulta por la falta de servicios y el tamaño reducido del mercado.
La desigualdad territorial opera en los territorios australes como una máquina para demoler iniciativas.
La desigualdad territorial que afecta a Magallanes, en el sentido de una condición de asimetría en el acceso de la población regional y sus territorios interiores a los bienes y servicios disponibles en las zonas metropolitanas del resto del país, constituye el nudo principal de la problemática geopolítica, económica y social de la región más austral de Chile.
El hecho que Magallanes sea una zona extrema, implica que se encuentra alejada de los centros de poder y los mercados del resto del país y del mundo, pero al mismo tiempo, que las políticas públicas, generalmente decididas en los niveles centrales del Estado, no responden adecuadamente a las características y parámetros de vida y radicación de los habitantes de la región y sus comunas.
Se trata por tanto de una doble condición territorial: por un lado, hay numerosas comunidades aisladas o semi-aisladas con dificultades y condiciones físicas y ambientales complejas para acceder a los centros político-administrativos, a los servicios de salud, educación en forma oportuna e inmediata, y por el otro, donde las políticas públicas se diseñan bajo criterios de uniformidad e índices de habitabilidad o poblamiento, que no dan cuenta de la diversidad territorial.
El emprendimiento en los territorios australes, también tiene que ser pensado bajo una lógica de mayor proactividad para enfrentar la desigualdad territorial y debe contar con reglas y normas excepcionales que den cuenta de las particularidades geográficas de la región magallánica. ¿Cómo estimulamos que los emprendedores locales y los jóvenes profesionales egresados opten por radicarse en Magallanes?
La desigualdad territorial es una situación especial y los problemas especiales se enfrentan con soluciones especiales: para eso fueron concebidos los planes especiales de desarrollo de zonas extremas.
En el futuro, la región necesitará de políticas de Estado –elaboradas participativamente y con una perspectiva geopolítica- que aborden la condición de zonas extremas, la condición de las localidades aisladas y la desigualdad territorial, sobre una base de priorización distinta y de criterios de evaluación de proyectos que integren el aislamiento y la desigualdad territorial.
El territorio no puede ser pensado y gestionado en la zona más austral de Chile, con los mismos criterios de la zona central o de las áreas metropolitanas, sino con una perspectiva espacial y geopolítica distinta.
Los criterios de política pública y de política de Estado con que fueron considerados –por ejemplo- los territorios y provincias del norte de Noruega, de Finlandia, de Canadá, de Alaska o de la Siberia rusa, cuando se decidió impulsar su poblamiento, coinciden conceptualmente con la necesidad de la aplicación de una visión geopolítica renovada para entender el poblamiento y el desarrollo de las regiones australes de Chile, Aysén y Magallanes, en el mediano y largo plazo.
La geopolítica de la región austral de Chile y de la Patagonia, plantea la necesidad de analizar, diseñar e implementar las políticas públicas y de repensar el rol del Estado en dichos territorios sobre la base de conceptos de soberanía y poblamiento, equidad territorial y descentralización, participación y excepcionalidad de la acción del Estado y de la administración, para enfrentar en una perspectiva del mediano y largo plazo la desigualdad territorial.
Manuel Luis Rodríguez U.
