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Gabriela Mistral 1920: manifiesto feminista en la Patagonia – Ramón Arriagada -Opinión

Gabriela Mistral 1920: manifiesto feminista en la Patagonia – Ramón Arriagada -Opinión

Releyendo sobre la presencia de Gabriela Mistral en Punta Arenas me  he encontrado con un documento extraordinario. Se trata de la larga entrevista a la poetisa en el diario La Unión de fecha 30 de marzo de 1920 a pocos días de partir de estos territorios hacia Temuco. Recordemos que ella había llegado a ocupar el cargo de directora del Liceo de Niñas de la ciudad capital de nuestro territorio el día 18 de mayo de 1918. Es decir hace un siglo. Lo que significa que entraremos a un período “mistraliano” por dos años en Magallanes.

En febrero del 2019, celebraremos en nuestra ciudad, el centenario de su ilustre visita, cuando pasó por Puerto Natales para visitar el Hotel Tres Pasos y después la zona de lo que hoy es el Parque Nacional Torres del Paine, en febrero de 1919. Todo esto con un ingrediente muy especial, porque al volver a Punta Arenas, ella afirmaría que si Ultima Esperanza, quedara a menos distancia, ella no dudaría en elegir Punta Arenas como su lugar de residencia. La acompañaba en esta residencia en la Patagonia su amiga cercana, la escultora Laura Rodig.

Pero lo más sorprendente de la entrevista de La Unión, a la cual hago referencia, son sus expresiones cuando el reportero le consulta sobre cuáles son sus principios pedagógicos para orientar a las mujeres en su formación como persona. Se puede comprobar, hay en la larga respuesta de Gabriela Mistral, un auténtico manifiesto, que cobra plena vigencia en nuestros días de reivindicaciones feministas en el mundo.

1.- “Creo que las mujeres tenemos que redimirnos, de la educación mundana y banal, que nos han dado por muchos siglos. Creo que debemos preocuparnos de las cuestiones sociales, porque la despreocupación de todos los grandes problemas espirituales en que hemos vivido, nos han creado el infantilismo moral, demás decirlo, intelectual que tenemos”.

Comentario: reconocimiento excepcional a como la educación hacia las mujeres estaba para formar personas pasivas e incapaces de reflexionar; prevalecía la idea que entregar demasiados conocimientos a una mujer servía para que ésta domesticara al hombre; “sin ti hubiéramos seguido siendo brutos”, era el  reconocimiento por parte del mundo machista.

2.- “Creo que a las niñas hay que darle otra visión de la vida, no sólo la visión de la fiesta galante, que suele darle el ambiente. Creo que la mujer por los vacíos que hay en su cultura y, por lo poco que se comunica con las clases que no son la suya, vive ignorando la faz cruel y trágica de la vida. Su dulzura ha de ser, más que una cualidad, ha de ir mucho más allá, lejos de lo que ha ido. Su cristianismo, ha de marcar más su línea dominante, que es el amor”.   

Comentario: valorar a la mujer para que ésta no sea objeto central del hedonismo manejado por los varones, dándole valor a aquello que “la mano que mece la cuna es la mano que rige el mundo”.

3.- “La mujer debe contribuir a la reconstrucción económica del mundo, con la abolición del lujo; a la reconstrucción moral, con la enseñanza de la fraternidad de todos los pueblos. No ha de entregar su hija o su hijo sólo a la escuela, no debe negarse a si misma la dirección moral de la familia y para ser la primera maestra, debe formarse una cultura profunda y real. La maternidad no es sólo cosa de carne, sino de la carne y el alma”. 

Comentario: el rol activo de la mujer en la enseñanza de los hijos; no es que los hombres tengan sólo el papel de proveedores, pero la enseñanza que proviene de una mujer tiene mucho de poesía, por ello Rubén Darío, poeta y educador, afirmaba que “sin la mujer la vida es pura prosa”.

Releyendo todos estos contenidos trascendentes, como magallánicos, bien vale la pena sentirnos orgullosos de haber tenido en esta tierra, aunque fuera por dos años, a una mujer de la sapiencia de Gabriela Mistral. Como natalinos agradecer que una poeta con una visión sublime de la naturaleza, haya descrito nuestros paisajes, hace 100 años, exaltando su agreste belleza.