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Dirigente Edmundo «Pocho» Leiva renuncia al PDC de Magallanes

Dirigente Edmundo «Pocho» Leiva renuncia al PDC de Magallanes

Sra.
Eugenia Mancilla Macías
Presidenta Regional
Democracia Cristiana de Magallanes
Presente

De mi consideración:
Junto con saludarte fraternalmente como camarada, amigo y hermano de la vida, tengo a bien, comunicarte mi determinación de renunciar al cargo que en la actualidad ocupo como Primer Vicepresidente Regional del PDC en la Directiva Regional de Magallanes, cuerpo de dirección política del que por cierto, me siento muy orgulloso de haber integrado y que en mi opinión ha sido brillantemente dirigido por tu persona en estos últimos cuatro años de complicada contingencia política regional y nacional. De verdad ha sido un orgullo y un inmenso aprendizaje personal el haber podido acompañarte. Te escribo con cariño y con fraternidad, para adjuntar también a la presente, el documento en el que suscribo mi renuncia voluntaria ante el servicio electoral que certifica mi determinación de renunciar además, a mi actual militancia en el Partido Demócrata Cristiano.

Los motivos que fundamentan esta determinación, que por cierto reviste un carácter absolutamente personal e indeclinable, se fundan particularmente en el cansancio que me ha provocado a la fecha un “largo viaje militante de 33 años” y que se enmarca en el derecho que me asiste la voluntariedad de mis propias convicciones.

Estas, (mis convicciones) por cierto, desde hace ya muchísimo tiempo no coinciden en forma alguna con una serie de determinaciones que considero centralistas, inconsultas y antidemocráticas, las que en mi opinión se han gestado en el seno de nuestro querido partido en los últimos años y que por lo visto, al parecer en nada cambiarán.

Solo por decirte algo al respecto, considero que en la actualidad comprendo que el partido continua y persiste en caminar por la senda de la no consulta, de la falta de reflexión política, de la indeterminación, de la ambigüedad política, de la multiplicidad de vocerías poco fraternas y alejadas de la institucionalidad partidaria, de la irresponsabilidad nuestros propios liderazgos y en definitiva de la falta de participación de nuestras bases partidarias y dirigentes sociales, funcionales o gremiales en la toma de decisiones para asumir el verdadero cambio que considero, necesitamos.

Soy además de aquellos que piensan que en el PDC no hay prioridad por la verdadera descentralización (ni por la del propio partido, ni por la de nuestro país), considero que muy poco se sigue considerando el valor de las regiones, más aún cuando nos encontramos ad portas de las futuras elecciones de Gobernadores Regionales, proceso político descentralizador que significa ceder poder, y que en mi humilde opinión provocará una serie de cambios estructurales nacionales y regionales, sobre los cuales, como tú bien sabes, me he manifestado incansablemente muchísimas veces durante los últimos años.

Tengo la sensación de que Santiago definitivamente no escucha, he llegado a la conclusión de que la capital nacional sencillamente no quiere compartir de manera previa con sus camaradas de regiones, ni la forma, ni la manera en que podríamos intentar llevar adelante nuestras futuras o probables políticas de alianzas, y que siendo estas ideológicas o estratégicas, seguimos siendo ambiguos, indeterminados e inseguros. La verdad, tampoco entiendo mucho, la razón por la que muchos de mis camaradas continúan abriendo espacios y otorgando gestos hacia la derecha política, con señales permanentes que son absolutamente notorias en la agenda pública, en la agenda gubernamental y también en la legislativa.

Como militante interesado en el debate nacional, leo y observo a diario la manera en que damos tumbos a través de nuestras múltiples vocerías en declaraciones “Político – Domiciliarias” que dependiendo del problema de turno al que se refieran, son capaces de atravesar casi todo el espectro político, sin definiciones claras. A estas alturas desconozco ¿Si tenemos aún un domicilio conocido? ¿Si somos Centroizquiedistas? ¿Si lo hemos sido alguna vez? ¿Si somos o seremos el camino propio? ¿Si es que somos conservadores o progresistas? ¿Si es que realmente somos Humanistas Cristianos? o si es que somos mucho más que eso, como dijo Don Eduardo alguna vez.

Se acerca el fin de año y nuestros queridos camaradas de base aun no cuentan con información alguna, ni siquiera preliminar, sobre el supuesto Estado de “Congreso Ideológico” en el que debiéramos precisamente encontrarnos para conversar al respecto.

A lo menos para mí, siempre ha sido relevante poder debatir y reflexionar sobre estas materias y sobre el futuro de nuestro desarrollo nacional y regional, también me gustaría poder hablar y definir cuestiones sobre el respeto primordial hacia nuestro medioambiente, o sobre la llegada de nuestros hermanos migrantes, sobre tolerancia y diversidad, inclusión, derechos humanos y desarrollo local, o a lo menos poder abrir un gran debate en torno a lo que yo considero, debiese ser la necesaria “desparlamentarización” de la política, tanto en la administración del partido, como en las intervenciones burdas e irresponsables que realizan muchos de los nuestros, intentando hacer poder ejecutivo en los gobiernos locales, regionales o nacionales. (Que bien le podría hacer al actual sistema democrático de nuestro país normar algunas cosas al respecto)

En fin, Presidenta, ninguna de estas cosas ha sido tema de discusión o debate en la DC del último tiempo, ni siquiera lo ha sido nuestra verdadera ubicación en el actual espectro político, entre otras grandes e importantes reflexiones y determinaciones que considero por supuesto, de suyo necesarias.

La verdad es que en el actual estado de cansancio político en el que me encuentro y que se fundamenta quizás en el desgano que ha provocado como dirigente regional, el hecho de haber sido testigo privilegiado de las pasadas y actuales determinaciones políticas que como partido hemos tomado, y de las que también me hago responsable por supuesto, es que considero que en la actualidad nuestra Directiva Nacional, el Consejo Nacional y también nuestros actuales parlamentarios no pueden seguir dándose el gusto de tomar determinaciones personalistas, inconsultas y además centralizadas. De hecho, no comparto en absoluto las formas y la manera en que nuestra actual dirigencia ha intentado a la fecha conducir el partido, pareciera que lo hace por Watsap. ¿Qué es eso?. Es lamentable, pero la verdad no veo a mis autoridades partidarias, liderando con altura de miras los cambios relevantes que desde mi propio juicio nuestro país requiere con urgencia.

En fin, a través de estas líneas, mi querida Presidenta y amiga, le comento también que tampoco me voy triste o indignado de la Democracia Cristiana, y que las líneas anteriormente descritas solo corresponden quizás a un último aporte que quizás pueda servir de insumo para el mejoramiento institucional, para aquellos que quieran considerarlo, claro.

Te comento mi estimada Eugenia, que solo me marcho del partido a partir de una reflexión política muy íntima y que ha concluido con mi determinación de iniciar un nuevo ciclo. Por cierto, me marcho absolutamente agradecido de las oportunidades de crecimiento personal y colectivo que la Democracia Cristiana me ha otorgado en la vida.

Aquí aún se quedan mis mejores recuerdos y muchísimos de mis queridos camaradas y amigos, es por ello que te solicito como mi último derecho militante, que les transmitas mis más profundos sentimientos de alta estima y de agradecimiento a cada una y a cada uno de ellos y de ellas. De Verdad me siento muy orgulloso de que la Democracia Cristiana haya formado parte de mi vida y estoy absolutamente seguro de que ya habrá tiempo personal y particular para reencontrarnos con aquellos que continúen persistiendo en la senda del humanismo cristiano y de la vida consecuente, ya sea dentro o fuera del partido.

Hasta siempre mi querida amiga, he aquí un humilde y orgulloso ex militante de ese gran partido, que alguna vez consideré revolucionario y republicano, al que por supuesto le deseo lo mejor.

Edmundo Leiva Seguel
Ex Militante Demócrata Cristiano