Oficializan traspaso a la UMAG del Centro Asistencial Docente y de Investigación

El edificio albergará el desarrollo de medicina molecular y estudios de enfermedades crónicas que afectan a la población regional, además de ser un espacio formativo de futuros profesionales de área de la salud de la Universidad de Magallanes.

Formación docente, estudiantes más capacitados e investigación que contribuya a mejorar la calidad de vida de los magallánicos, todo eso y muchas otras expectativas están agrupadas en estos casi 7 mil metros cuadrados de construcción que componen el Centro Asistencial Docente y de Investigación, que a partir de ahora, pasa a formar parte de la acción académica de la Universidad de Magallanes (UMAG) tras la firma de traspaso desde el Ministerio de Obras Públicas y el Gobierno Regional a la casa de estudios.

“Es un tremendo desafío que va a tener la universidad dado que aquí se van a poder desarrollar investigaciones de alto nivel, como la investigación molecular que hoy en día aquí en la región no se está haciendo procesos de ADN, por lo tanto, la universidad tiene un tremendo desafío por delante”, comentó el intendente José Fernández tras la ceremonia de entrega formal del centro.

En este mismo sentido, el rector Juan Oyarzo dijo que “lo importante es, de qué manera nosotros como universidad podemos desarrollar investigación, con todas las actividades que tienen que ver con la especialización dentro de área de la salud de tal manera que podamos atender de muy buena forma a los habitantes de esta región”.

“La idea es tener especialistas en áreas que nosotros creemos que son relevantes para nuestra región”, añadió el rector de la UMAG.

Según explicó el rector Oyarzo, además del trabajo conjunto con la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC), en el Centro de Excelencia de Biomedicina (Cebima), “posiblemente se venga una alianza con otras universidades privadas”.

Como centro de investigación, el CADI además, está destinado como un espacio para la formación de futuros profesionales y atención de pacientes. Así lo resaltó la decana de la Facultad de Ciencias de la Salud Mariela Alarcón: “Sentimos que vamos a poder respuesta a las necesidades de nuestra población en bienestar desde la perspectiva de salud porque desde el mejoramiento de la formación de nuestros estudiantes vamos a poder entregar a la sociedad para que nuestros profesionales y egresados tengan las herramientas adecuadas al momento que se está viviendo”.

Líneas de investigación

“En lo que respecta a mi área de trabajo, medicina molecular, hay un área importante que es diagnóstica para ofrecer técnicas moleculares y celulares que hasta el día de la fecha no están disponibles en la región y que estarán a disposición de los pacientes que eventualmente lo necesiten”, comentó el profesor asociado de la Escuela de Medicina Marcelo Navarrete.

La otra área a la que se refiere el investigador, tiene que ver con “la posibilidad de pensar en desarrollar terapias personalizadas o celulares para distintos tipos de patologías”.

Por su parte, la profesora de la Escuela de Medicina e investigadora Yolanda Espinosa, detalló cómo será el trabajo en el laboratorio de medicina molecular. “Lo que pretende es estudiar enfermedades crónicas que afectan a todo el país pero especialmente a la región de Magallanes que tienen que ver con el envejecimiento de la población porque el punto es envejecer sano y con calidad de vida”.

Espinosa añadió que “el laboratorio se va a enfocar en aspectos genómicos y qué es lo que podemos hacer con estos genomas, es decir, cómo estos hacen que nosotros reaccionemos de una forma u otra a ciertos medicamentos o a ciertas terapias”.

La puesta en funcionamiento del CADI será a partir del segundo semestre y, en unos veinte días, se podría conocer el nombre de la persona que dirigirá el centro.

El CADI-UMAG es uno de los proyectos emblemáticos del Plan Especial de Desarrollo de Zonas Extremas que llega a completar el polo de salud que se conformará en este sector de Punta Arenas.

Con casi 7 mil metros cuadrados y una inversión aproximada de $ 15 mil millones, la obra posee 4 plantas, un subterráneo y un piso técnico, que forma parte del Centro de Excelencia de Biomedicina de Magallanes (CEBIMA).