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Universidades de Magallanes, Antofagasta y La Frontera desarrollan investigación estatal conjunta

Universidades de Magallanes, Antofagasta y La Frontera desarrollan investigación estatal conjunta

Las tres regiones donde se emplazan estas instituciones, cuentan con territorios que tienen condiciones de habitabilidad extremas, como el desierto en el norte grande, las termas volcánicas en la Araucanía, y la Antártica Chilena en el extremo austral.

Los investigadores a cargo de desentrañar la información de aquellos organismos que habitan estos lugares, trabajarán en red, lo que podría brindar respuestas a problemas nacionales.

Jornada de Trabajo red extremófilos Punta ArenasUno de los debates nacionales de los últimos años, dice relación con la uniformidad de leyes, sistemas de fiscalización, zonas horarias, definiciones culturales y un sinnúmero de otras regulaciones, que parecen no considerar las diferencias que tiene un territorio tan largo como el chileno. No obstante, hay también un gran cantidad de similitudes.

Eso es lo que rescata la red que acaban de formar la Universidad de Antofagasta, la Universidad de la Frontera y la Universidad de Magallanes, y que se presentó, recientemente, en la ciudad de Punta Arenas. Estas instituciones, emplazadas en territorios que podrían parecer muy disímiles, tienen en común a los extremófilos. Juan Carlos Aravena, investigador de la UMAG, los define como “aquellos seres vivos capaces de vivir en condiciones ambientales que exceden, largamente, los rangos de tolerancia de la mayoría de las criaturas vivientes que conocemos”. En este sentido, los organismos que habitan la Antártica, las zonas volcánicas con aguas termales de la región de la Araucanía y el desierto de Atacama, podrían compartir propiedades y mecanismos que les permiten soportar, entre otras cosas, mucho calor o mucho frío, y dicha información puede servir para diversas aplicaciones.

“Los colegas de Antofagasta han desarrollado bastantes trabajos sobre los potenciales de utilización, por ejemplo, de las bacterias extremófilas, que tienen que tener algún mecanismo para contrarrestar las altas radiaciones”, dice el vicerrector de Investigación, Innovación y Postgrados de la Universidad de Antofagasta, Marcelo Oliva. Y agrega que si logran “detectar pigmentos, actividades enzimáticas, que están coadyuvando a esos procesos de protección, podemos generar cremas, protectores en la ropa, en fin, (…) aplicabilidades importantes”.

Desafíos científicos y políticos

Para los investigadores que participan de este proyecto en red, el estudio de los extremófilos plantea desafíos científicos desde variados puntos de vista, pues al poner a prueba sus nociones acerca de estos rangos de tolerancia, pueden descubrir nuevas posibilidades en cuanto a  procesos metabólicos, linajes evolutivos y relaciones ecológicas no imaginadas aún.

Pero el desafío también es político. Primero, porque “esto es parte de una idea de políticas públicas, en la cual se nos conmina a que formemos redes de colaboración”, dice Sergio Bravo, rector de la Universidad de la Frontera, refiriéndose al convenio marco firmado por las universidades estatales de todo Chile con el Ministerio de Educación, para que formen una sola red que apoye el desarrollo nacional. “En este caso – agrega – tres universidades estatales se juntan para trabajar temáticas en espacios extremos, donde se puedan encontrar especies que sean de interés para el país, trabajarlos para incrementar la producción científica, pero también buscar algún potencial económico”.

Para Juan Oyarzo, rector de la Universidad de Magallanes, este proyecto “nos fortalece en la gestión universitaria y la vinculación con el medio; nos articula, y nos permite pensar en seguir acreditando en investigación, gracias al incremento en las publicaciones científicas que permiten estas alianzas”.

Fernanda Kri, Secretaria Ejecutiva de la Reforma a la Educación Superior del Ministerio de Educación, también estuvo presente en el evento de presentación de la red, y junto con hablar del contexto complejo que viven las universidades estatales, y del proceso que se está desarrollando para fortalecerlas, destacó esta iniciativa, porque puede servir de argumento para instalar la reforma. “Cuando uno dice las instituciones estatales tienen que tener un rol distinto, tendrán que responder a exigencias diferentes, tendrán que estar necesariamente vinculadas a la región, (…) todavía tenemos mucha gente que necesita ver que eso es posible, (…) y proyectos como éstos, estoy segura, nos van a dar la evidencia para poder convencer al resto del país”, concluyó Kri.