Comunidades de Magallanes piden detener «invasión» de la salmonicultura a las aguas más limpias del planeta
El barco Rainbow Warrior III de Greenpeace llegó a Puerto Natales, dando inicio a la etapa final de su viaje por Chile, donde busca exponer la relevancia de las aguas de la Región de Magallanes ante el peligro del avance de la salmonicultura. En la jornada, y durante un encuentro entre comunidades locales y de Chiloé que viajaron en la embarcación, concordaron en que se debe detener el intento que tiene la salmonicultura de invadir las aguas más limpias del planeta.
Dentro de la campaña «Defendamos los mares del fin del mundo», el Rainbow Warrior ha hecho una parada histórica en Puerto Natales a fin de compartir con la comunidad local la importancia que los mares de Magallanes tienen a nivel internacional.
Durante la mañana, representantes de comunidades afectadas por la crisis medioambiental de Chiloé se reunieron en la embarcación con representantes de Magallanes, a quienes explicaron distintos aspectos relacionados con la crisis que vivió la isla el año pasado a consecuencia de la expansión de la industria salmonera.
En la ocasión, y en un momento especialmente emotivo para la comunidad de Puerto Natales, representantes locales, junto al capitán del barco, Pep Barbal, procedieron a izar la bandera de Magallanes, todo como señal de compromiso de Greenpeace con la campaña de protección de los mares del fin del mundo. Flameando desde lo alto del mástil del Rainbow Warrior, la bandera magallánica acompañará toda la travesía del velero en la zona austral de Chile.
“En Magallanes hay 110 concesiones entregadas y hay 300 concesiones que están en trámite para ser aprobadas en la región de Magallanes. Las mismas empresas que devastaron Chiloé son las que están trasladándose hacia la región de Magallanes. Exigimos que retiren todas sus solicitudes de nuevos proyectos. No queremos otro Chiloé sacrificado, ahora en Magallanes”, explicó Estefanía González, Coordinadora de la Campaña Océanos de Greenpeace en Chile.En este contexto, Iris Aguilar, dirigente de las mujeres pescadores de Puerto Natales explicó que: “el gobiernos nos ha engañado. El 2008 declararon una moratoria para la industria del salmón. Cuando se acabó, nos prometieron que no habrían más concesiones en la región y ya tenemos 110 aprobadas aquí, ahora nos enteramos que vienen 300 más”.
