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Nueva paleobotánica del INACH Investigadora Cristine Trevisan: “estar en Antártica fue enriquecedor y gratificante”

Nueva paleobotánica del INACH Investigadora Cristine Trevisan: “estar en Antártica fue enriquecedor y gratificante”

La científica comenta lo que será su trabajo en el instituto polar y cómo fue recorrer el Continente Blanco por primera vez.

Punta Arenas, 6 de febrero de 2019.- La Doctora Cristine Trevisan estudió biología en la Universidade do Vale do Rio dos Sinos (UNISINOS), en São Leopoldo, Brasil. Realizó su maestría y doctorado en la misma institución, en el programa de postgrado en geología. En el mes de diciembre de 2018 se incorporó, vía concurso, al departamento científico del Instituto Antártico Chileno (INACH), y durante el mes de enero integró su primera expedición científica antártica (ECA 55) organizada por INACH, con el propósito de colectar helechos fósiles para el estudio que se encuentra realizando.

La Dra. Trevisan, durante su tesis doctoral, formó parte del equipo de paleontólogos liderado por el Dr. Marcelo Leppe, director del INACH, quien durante una expedición hecha el año 2007 a la isla Livingston, había hallado aproximadamente sesenta ejemplares de helechos. Uno de ellos capturó la atención de la investigadora: “Se trata de un fósil muy interesante, ya que posee una estructura reproductiva un poco distinta a la de otras especies de helechos”, comenta la profesional, ante la motivación que la llevó a profundizar en la comprensión del origen de la flora del Hemisferio Sur.

El primer muestreo antártico de Trevisan, fue en el mismo sitio donde se colectaron los helechos que llamaron su atención años atrás, la isla Livingston (Shetland del Sur). Este trabajo se desarrolló en colaboración con científicos del Programa Antártico Búlgaro (BAI, por su sigla en inglés). Resalta el esfuerzo colaborativo de ambos programas, lo que permite ampliar las posiblidades tanto espaciales como de un trabajo multidisciplinar. En la isla Livingston, hay presencia española y búlgara, este primer contacto ya permitirá concretar nuevas instancias en el futuro, espera la paleobotánica.

 

 

Los helechos

Los helechos para su reproducción asexual producen esporas, en esporangios ubicados en la parte de atrás de las hojas. Sin embargo, en los ejemplares encontrados por el Dr. Leppe el 2007, esta estructura no se encuentra ahí, sino que está en una ramificación aparte.

Además, para que los helechos, en su mayoría, puedan existir, se requiere de calor y de humedad. En la actualidad, puede observarse su presencia en todo tipo de ambientes, particularmente en las zonas tropicales, donde habitan con una mayor diversidad: “por ejemplo, si tu caminas hoy por Brasil y te topas con un árbol, no sería extraño que al observar el tronco, estés viendo, al menos, seis especies distintas de helechos”, afirma Trevisan.

Los helechos han poblado la Tierra desde el período Devónico, hace unos 400 millones de años. Tras ellos, las coníferas (como las araucarias, mañíos y cipreses), inauguran la reproducción sexual en plantas, con la producción de semillas desnudas. Finalmente, las angiospermas, o plantas con flores, surgen a partir del Jurásico, con semillas cubiertas por un fruto.

 

Trevisan realizó su expedición junto a tres geólogos: Stefan Velev y Kamen Bonev, de la Universidad de Sofía, y Safak Altunkaynak, de la Universidad Politécnica de Estambul, en Turquía. Además de ellos, había un físico, Tsvetan Parov, quien se dedicó a un proyecto diferente. “Fue indescriptible, y estar ahí fue muy gratificante”, recuerda la profesional, sobre su primera vez en el Continente Helado. “La Antártica requiere de un esfuerzo logístico que pueda asegurar un espacio de trabajo cómodo. Yo había trabajado con muestras desde hacía diez años, pero no había ido. Trabajar con ellas en laboratorio es una cosa, pero en terreno es otra. Yo solía imaginarme lo que rodeaba a un ejemplar, pero estar ahí es muy, muy enriquecedor”, señala.

“Acampamos en Hannah Point (62°39′S;60°36′W), y como no fueron muchos días de trabajo, logramos conseguir unos sesenta ejemplares. De todos ellos, hay cuatro especies nuevas de helechos, además de una gimnoesperma (plantas con semillas) no muy habituales”, explica.

Finalmente, la paleobotánica afirma que dentro de sus planes está la elaboración de un paper sobre la flora fósil de la zona, incluyendo lo colectado en la primera expedición antártica, para así expandir el conocimiento de lo que ya está en el instituto.

Fuente: Oleg Vassilev BAI