Una región que merece más desarrollo y calidad de vida – EDITORIAL
El reciente cambio de Intendente en la región de Magallanes y Antártica chilena, abre, esperamos, un nuevo tiempo de oportunidades en que efectivamente la región la construyamos todos.
Creemos que es auspicioso el cambio de autoridades, porque se puede abrir un período en que la región impulse su desarrollo y su crecimiento, con una carta de navegación común, consensuada y compartida mirando al horizonte del 2020 y el 5° centenario del descubrimiento del Estrecho de Magallanes y abriendo una mirada prospectiva para el decenio siguiente hasta el 2030.
Grandes tareas del desarrollo regional y local están pendientes y requieren de la atención prioritaria de las autoridades.
Magallanes necesita incrementar este año 2019 la inversión pública en infraestructura para el desarrollo: vivienda, obras públicas, urbanización, caminos y vías de conectividad, puertos y aeropuertos, son siempre prioridades que significan mejor calidad de vida para las personas y las comunidades y que favorecen la inversión privada.
La región se encuentra adportas de incorporarse a la elección directa de los Gobernadores Regionales y por tanto, hay tareas pendientes en descentralización y en regionalización, de manera que se haga un traspaso ordenado de facultades y atribuciones a los gobiernos regionales.
Es tiempo de escuchar la voz de los ciudadanos. La región y sus habitantes necesitan un nuevo impulso en participación ciudadana, que las autoridades y los servicios públicos avancen en mecanismos estables y amplios de escucha e interacción con la gente y con sus organizaciones.
Si las autoridades «volvieran a las raíces», es decir a la ciudadanía de la cual dependen, descubrirían nuevamente que las aspiraciones de las personas y de las familias, se resumen en necesidades y urgencias absolutamente razonables: vivienda de calidad, salud pública de calidad, educación de calidad para todos, oportunidades para crecer, precio justo del gas natural, trabajo estable, remuneraciones justas, ciudades y barrios seguros, dignos, amigables y de calidad.
El desarrollo productivo, el fortalecimiento y apoyo de las pymes, la capacitación y formación de la mano de obra son necesidades que deben tener atención preferente del Estado. Así también, la región de Magallanes necesita apoyar la educación pública, la investigación científica, la innovación tecnológica y, en especial, otorgar una atención preferente a la Universidad de Magallanes, para fortalecer su fundamental rol de única universidad pública de la región.
El territorio magallánico es privilegiado por la diversidad y la considerable dotación de recursos naturales y energéticos y los habitantes de la región merecen vivir en un ambiente libre de contaminación, donde todos respeten el medio ambiente, donde utilicemos energías no contaminantes y renovables, pensando siempre que este hermoso lugar del planeta donde nos tocó nacer y vivir, no nos pertenece en realidad, sino a las futuras generaciones.
El desarrollo en definitiva, está en las personas, las familias, las comunidades y en el territorio donde habitan y trabajan.
Ovejero Noticias.
