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El nudo gordiano de los Intendentes – Gloria Vilicic Peña – Opinión

El nudo gordiano de los Intendentes – Gloria Vilicic Peña – Opinión

Según las leyendas griegas, aquel que desatara el nudo gordiano conquistaría el mundo conocido. Para ello debía enfrentarse a su propio destino y tomar una decisión.

El trasfondo psicológico de aquel mito es que no existen problemas insalvables, sólo existen almas indecisas. Magallanes también tiene su nudo gordiano y se llama descentralización. Alcanzarla requiere coraje y valentía política. El problema es que intendentes magallánicos anteriores ataron sus carros partidarios, sus lanzas ideológicas y el yugo de sus decisiones con un nudo ciego a los bueyes del Ministerio del Interior. Un nudo de cabos tan enredados que nadie ha podido desatar hasta el día de hoy. Como consecuencia el ritmo de marcha y avance de la región es determinado desde entonces por animales políticos lejanos a nuestras realidades.

Intendente tras Intendente prometen desatar el nudo del poder centralista y levantarse como un gobernante empoderado por los problemas de su propia gente y soluciones acorde a nuestra propia realidad….en vano. Una fuerza subterránea o tal vez sólo el embrujo por el poder o quizá los temores por gobernar bajo su propia responsabilidad, llevan a cada nuevo intendente a sentarse, otra vez, con los sátiros regionales, los avatares ministeriales y los titanes partidistas en una mesa a negociar la conducción de Magallanes. Los líderes regionales, por su parte, observan desde la vera del camino cómo pasan y pasan autoridades sin respaldo ciudadano y/o partidistas, muchas veces sin conocimiento y empatía con la región.

El precio por el poder temporal en Magallanes es oneroso pues cada uno y una de los intendentes, paga con su prestigio público el precio de las lealtades a los dioses santiaguinos. La felicidad de gobernar en una región idílica, se vuelve un infierno de conflictos, entre las visiones centralistas y el derrotero regional magallánico.

No existen problemas insalvables, sólo existen almas indecisas. ¿Cuántas veces la Diosa Minerva, diosa de la Sabiduría, le ha pregonado a estos intendentes designados, que la solución está en tener valor y coraje por la región? El poder por el poder no sólo enceguece, también ensordece y las palabras de la Diosa Minerva, parecieran no encontrar eco en las mentes y corazones de nuestros gobernantes regionales.

Pero quizá las autoridades nominadas no deseen, en su fuero más interno, desatar el nudo gordiano del centralismo, liberarse de los dioses del Olimpo, gobernarse por sí mismo, libre y responsablemente. Pareciera que nuestros héroes enviados por el Olimpo temen pagar el precio insignificante de ser eventualmente destronado por Santiago a cambio de recibir la anhelada libertad. El nudo gordiano del centralismo nos aparta y nubla la vista ante el inminente destino de elegir en dos años más a nuestras propias autoridades regionales. ¿Seguiremos entonces siendo meros súbditos de Santiago? ¿El centralismo santiaguino seguirá siendo una dificultad que no se puede resolver, o un obstáculo difícil de salvar, un nudo gordiano que no se puede desa-
tar? ¿Elegiremos a un gobernador capaz de cortar el nudo, como lo hizo Alejandro Magno, para resolver tajantemente y sin contemplaciones el problema de la dependencia? Por ahora sólo reina el silencio en los partidos, disimulo o ignorancia fingida, ante este magno desafío, de gobernarnos a nosotros mismos, cortando los cabos del centralismo.

En reacción a esta epopeya mitológica del poder, el pueblo de Magallanes susurra al viento que, aquel que consiga desatar ese nudo gordiano del centralismo, conquistará toda nuestra región para fomentar un desarrollo propio, una economía orientada al bien común y una sociedad más inclusiva y feliz. Minerva sigue creyendo en los héroes regionales por eso sigue susurrando al viento que: “No existen problemas insalvables, sólo existen almas indecisas”. Y ese es el nudo gordiano que debemos desatar.

Gloria Vilicic Peña.