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Legado de autor: Eugenio Mimica Barassi y su «Enclave para dislocados»

Legado de autor: Eugenio Mimica Barassi y su «Enclave para dislocados»

 Editado en Punta Arenas, en 1995, este libro de cuentos urbanos incluye algunos personajes de la novela “Un adiós al descontento”, que fuera publicada cuatro años antes. En “Enclave para dislocados” aparecen algunos personajes y ambientes que trabajé antes que esa novela, en verdad aquellos cuentos fueron un ejercicio para escribirla, confiesa su autor Eugenio Mimica Barassi. El libro incluye catorce cuentos (“La iniciación”, “Hoy se derrite la ciudad”, “Footing”, “Asedio”, “El triste caso del gallo censurado”, “El tío está barriendo las nubes”, “De un calcinamiento”, “No es asunto personal”, “Cinco tardes anteriores a una novela”, “La visita frustrada”, “Un anónimo llegado del mar”, “El enamorado de Abril”, “La última zambullida del Pescado Vidal” y “La suerte en un estropajo”).

      Una ciudad hecha cuentos, puede ser una buena forma para definir estos relatos, que nos enfrentan a la soledad, la picardía, la inocencia, el erotismo, la violencia, la magia y la intriga, en una ronda de cuerdas locuras.

      El poeta y crítico literario Marino Muñoz Lagos, expresó: “Es en este género donde el autor magallánico se encuentra mejor dotado para el ejercicio de la prosa, lo que se traduce en composiciones de un feliz rendimiento literario. Lo más significativo en los cuentos de este libro son sus personajes, que el autor ha encontrado o inventado al calor de sus discursos”.

      Jorge Díaz Bustamante, escritor natalino dijo: “A la vuelta de cada página, ¿o debiéramos decir de cada esquina?, nos encontramos con la ciudad de Punta Arenas. John Stuart Mill, en su valioso ensayo sobre la libertad, nos dice la importancia de la individualidad como uno de los elementos vitales para ejercerla. Si el hombre se deja modelar por las presiones de la sociedad jamás recuperará su originalidad. Mimica Barassi, en este “Enclave para dislocados”, rescata la libertad como bien último para el desarrollo del ser humano”.

      La autora Sandra Rogel, escribió: “No observamos cantos a la belleza del entorno, sino a las verdades de cada personaje, que generalmente están posesionadas por un narrador en primera persona y pocas veces omnisciente”.

      Ernesto Livacić, docente y académico, consignó: “Su lectura se hace atrayente por el dominio del oficio que maduramente muestra Mimica en estas narraciones. El lector atento no puede dejar de sentirse convocado a meditar sobre las lacras y alteraciones del contexto citadino y de sus moradores. Sus críticas a la vida de ciudad afloran manifiestamente. Su preferencia por los seres marginales o por los espacios interiores resaltan nítidamente”.

     Algunos cuentos de este libro fueron traducidos en Croacia por Jerko Ljubetić, y aparecieron en diversas publicaciones, entre ellos “Un anónimo llegado del mar” (en revista Hrvatsko Slovo), “El enamorado de Abril” (en la revista FORUM de la Academia Croata de Artes y Ciencias) o “El triste caso del gallo censurado” (en el libro Croacia/Chile, relaciones históricas y culturales).