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29 de diciembre de 1945: se descubre petróleo en Magallanes

29 de diciembre de 1945: se descubre petróleo en Magallanes

El primer yacimiento se descubrió en el sector de Springhill, en Tierra del Fuego, en campos de la Estancia «Nueva Esperanza» del ganadero Caupolicán Arcaya, a unos 10 kms., al sur de la 1a Angostura del Estrecho de Magallanes,

Los trabajos de prospección habían comenzado en la década de 1930 en distintos puntos del territorio magallánico.

Siendo las 02:01 Hrs.AM, del 29 de diciembre de 1945 comenzó a fluir el primer chorro de petroleo chileno en suelo fueguino a una profundidad de 2.250 mts.

La historia del descubrimiento del petróleo en Magallanes.

En 1893, exploradores franceses, Rousson y Willems, comisionados por su gobierno, concluyen que existen buenas posibilidades de encontrar petróleo tanto en Tierra del Fuego (sector de Chorrillo) como en la isla Dawson.

Unos años más tarde, las presunciones de los investigadores franceses comienzan a ratificarse cuando un trabajador de la hacienda fiscal de Agua Fresca, Arturo Niño, a mediados de 1899, descubre casualmente el primer atisbo físico de la existencia de hidrocarburos en Chile, en las inmediaciones del río Canelos, aproximadamente a unos treinta kilómetros al sur de Punta Arenas, en Quemas Malas.

El hallazgo del trabajador fue recibido con escepticismo. Sin embargo, al poco tiempo se formaron diversas sociedades empresariales con el propósito de reunir e integrar a grupos de personas y capitalistas en una empresa, para intentar la posible explotación de petróleo en Magallanes.

Alejo Marcou , el comerciante Mauricio Braun y otros, se asociaron para iniciar exploraciones en la pertenencia «Buena Suerte» de Quemas Malas, que les había sido concedida.

Las primeras perforaciones dieron salida a una gran cantidad de gas, lo cual comprobaba la existencia de hidrocarburos. De alguna manera, aunque se había vencido el escepticismo e indeferencia de muchos, no se llegó más allá debido a que se pensó en definitiva que se trataba de depósitos de gas de carbón de baja calidad. No obstante, Marcou no se desalentó y continuó lucha, persuadiendo a nuevos socios.

En 1906 funda el Sindicato del Petróleo Agua Fresca, compuesto por un grupo de personajes de relevancia en el ambiente social, político y mercantil de Santiago, tales como: Julio Subercaseaux Claro, Juan Enrique Concha S., Pablo Canessa y Santiago Zanelli. Alejo Marcou fue designado gerente, cargo legítimo por ser el fundador y convertirse en el alma de la empresa de búsqueda petrolífera.

Se consiguió una máquina barrenadora y se contrató a un técnico con experiencia que pudiera asumir la responsabilidad de dirigir la perforación. Luego, se decidió traer algunos ingenieros desde Francia para hacer estudios en terreno.

El técnico contratado, el ingeniero D.H. Mac Millen estuvo a cargo de la maquinaria adquirida por el sindicato, una sonda Keyston que arribó al puerto de Punta Arenas a fines desde ese mismo año.

El 22 de enero de 1907, Marcou y Mac Millen se dirigieron a la zona para reconocer el área y encontrar el punto exacto para llevar a cabo la perforación y dar inicio a los trabajos de instalación de la sonda, que quedó finalmente ubicada a la orilla norte del río Canelos. La misión tuvo que enfrentar varios problemas, causando el fracaso de varias perforaciones. En algunos de los sitios las manifestaciones resultaron gasíferas, en otros, presuntos de petróleo en agua o muestras sólidas de apariencia bituminosa.

Frente a esta situación y después de innumerables intentos, Marcou comprendió que la riqueza petrolera que poseía Magallanes requería de esfuerzos de mayor envergadura técnica y financiera, no fáciles de conseguir en el territorio.

Así, comenzaron a operar en 1913 algunas compañías como la Sociedad Petrolífera Estrecho de Magallanes, la Compañía Sudamericana de Petróleo y la Compañía de Petróleo de la Patagonia.

Esta última provocaría años más tarde (1917) el descrédito para la prospección petrolera como actividad económica, debido al fraudulento descubrimiento de petróleo en el pozo de Leñadura.

Finalmente, en el gobierno de Carlos Ibañez (1926) se promulgó la Ley 4.109, que reserva en forma exclusiva para el estado chileno la propiedad sobre todos los yacimientos de hidrocarburos existentes en el subsuelo, cualquiera fuese el dominio de los terrenos superficiales. Se otorga el plazo de un año para que los particulares que tenían pertenencias las pongan en exploración, con plena caducidad si esto no ocurría en dicho plazo.

Al año siguiente, se promulga la Ley 4.217 que confirma la caducidad de las pertenencias al no cumplir los dueños con la obligación de ponerlas en exploración, además de facultar al Primer Mandatario para otorgar concesiones mineras a particulares, fuesen éstos chilenos o extranjeros.

En 1928, finalmente a través de la Ley 4.281, se da término a la libertad en materia de concesiones mineras petrolíferas, dejando al Estado por su propia cuenta la realización de prospecciones.

De esta manera, el Estado comienza con los sondajes de estudios para ver las posibilidades de encontrar yacimientos de hidrocarburos que comercialmente fueran aprovechables para la economía del país. 

En 1934, el gobierno del presidente Arturo Alessandri Palma envió a la Cámara de Diputados un proyecto destinado a modificar las rígidas disposiciones de la ley de 1928, principalmente para permitir la participación de la empresa privada.

Dos años más tarde, al no prosperar dichos proyectos, el gobierno decide asumir la responsabilidad bajo la tutela directa del Departamento de Minas y Petróleo, dependiente del que en ese momento era el Ministerio de Fomento.

Así se reanudaron los sondajes paralizados de Punta Prat e Isla Riesco, a cargo del que pasó a llamarse Servicio de Exploraciones Petroleras.

Pese a los esfuerzos del presidente Pedro Aguirre Cerda para activar la prospección del petróleo chileno, los presupuestos bajaban cada vez más sin encontrar el crudo. Se crea (1939) la Corporación de Fomento de la Producción, la que en 1943, bajo la presidencia de Juan Antonio Ríos gestiona la contratación de la United Geophisical Company, para comenzar los trabajos encabezados por el geólogo Glemn Ruby en Magallanes y las actividades de exploración sísmica en Tierra del Fuego y en el continente. En ese momento llegaron los ingenieros Eduardo Simián, Bernardo Grossling y Carlos Mordogovich, de la Corfo, a supervisar los trabajos de la compañía norteamericana.

Por fin, al amanecer del 29 de diciembre de 1945, desde el pozo de Springhill, en la Isla grande de Tierra del Fuego, comenzó a fluir el primer chorro de petróleo chileno, el cual se convertiría en el primer yacimiento productor de petróleo comercial de nuestro país.

En 1950 se inicia la producción de petróleo en los yacimientos productores en Chile y luego de su puesta en marcha, se comienza a exportar petróleo a Uruguay.

En 1950 se promulgó la Ley 9.618 que creó la Empresa Nacional del Petróleo (Enap) . Esta ley confiere los derechos de exploración, explotación, refinación y ventas del petróleo, y sus subproductos a una Empresa Comercial dependiente de la Corfo; con personalidad jurídica autónoma del Estado, que mantendrá sus derechos y responsabilidades en el campo petrolero.