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En tiempos de crisis sociales ¿los seguros cubren los daños por saqueos e incendios intencionales?

En tiempos de crisis sociales ¿los seguros cubren los daños por saqueos e incendios intencionales?

Desde el 18 de octubre pasado el país y la región se han visto afectados por numerosos hechos de violencia, resultando en saqueos a supermercados, incendios intencionales en locales comerciales y oficinas de administradoras de fondos previsionales.

Pero, ¿los seguros cubren los incendios intencionales y los saqueos?

Durante los recientes meses desde octubre hasta ahora se ha hecho común ver saqueos o incendios, tanto en los medios de comunicación tradicionales como en las redes sociales. Según datos de la Asociación de Liquidadores Oficiales de Seguros Independientes, que ya ha hecho sus
primeras estimaciones, existirían al menos 5.000 siniestros declarados a nivel país. Si bien las cifras de locales dañados son muchos más altas, no todos contarían con la cobertura.

Ante tal número de siniestros, surge una pregunta evidente ¿Qué tipos de seguros cubren a quienes hayan sido víctimas de incendios o saqueos? Según Lionel Soffia, Chairman de la corredora Gallagher Seguros y Reaseguros para Latinoamérica, “En la mayoría de los
casos, el seguro de incendios, que es de los más básicos, conlleva la cobertura de lo que se conoce como daños materiales a consecuencia directa de huelgas, saqueos o desorden popular”. Soffia, sin embargo, añade que de todos modos es importante evaluar el caso a caso.

Cabe observar que en los incendios intencionales, por ejemplo, de las oficinas de la AFP Habitat, en avenida Colón y Magallanes, y de los locales comerciales de la esquina de Avenida Colón y Bories en Punta Arenas, el seguro es válido para el o los propietarios del edificio donde funcionaban esas instalaciones. Es decir, pudieran estar asegurados el inmueble, pero el seguro del contenido sería responsabilidad de la empresa que arrendaba el inmueble.

En este caso, la empresa que arrienda el inmueble asegura el contenido del edificio, es decir, todo el mobiliario, equipamiento computacional, archivos físicos, escritorios. De esta manera, la empresa arrendataria recupera económicamente el monto de la inversión realizada en equipos y mobiliario.

Las compañías de seguros, dentro de los límites y bajo las condiciones establecidas en cadfa contrato contrato, se obligan a indemnizar toda pérdida o daño material que sea consecuencia de la acción directa de un incendio u otro evento imprevisto, accidental y repentino no excluido que afecte a los bienes asegurados, mientras se encuentren en las ubicaciones amparadas por la póliza. La expresión imprevisto, accidental y repentino significa que quedan cubiertos los daños causados por hechos fortuitos provenientes de medios externos que afecten a los bienes asegurados, por lo que no se consideran cubiertos los perjuicios producidos por acción paulatina del tiempo, uso, desgaste, herrumbre, corrosión, desperfectos mecánicos o vicio propio.

La expresión pérdida o daño material significa que quedan cubiertos los daños físicos que afectan a los bienes asegurados, por lo que no se consideran cubiertos los perjuicios financieros, daño moral, lucro cesante, ni las pérdidas por confiscación, nacionalización, desaparición inexplicable, mermas, fugas o pérdidas indirectas.


En caso de saqueos, Soffia aclara que, junto a la póliza se puede tomar una que incluya solo la estructura física o una que incluya tanto la estructura física como el contenido que se encuentra dentro. En el caso de haber contratado la segunda, el seguro cubre lo que, en este tipo de casos, haya desaparecido del local.

Otro de los seguros que pueden ser efectivos para este tipo de situaciones es el de la pérdida de ingreso. “Este seguro se cobra cuando, por alguna razón, el local debe estar paralizado, por lo que no genera ingresos”, asegura Soffia, quien además añade que “este es un seguro aparte del de incendios”.

En cuanto a los montos involucrados en los siniestros, el Chairman de Gallagher para Chile y Latinoamérica sostiene que hasta la semana pasada se estimaba que la cifra iba en unos dos mil millones de dólares. Aclara, en todo caso, que lo más probable es que aumente.

Por ejemplo para el terremoto de 2010, las aseguradoras pagaron un total de 8 mil millones de dólares.