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Tras foco de incendio en emblemático coihue de Puerto Williams: llaman a usar fuego sólo en lugares habilitados

Tras foco de incendio en emblemático coihue de Puerto Williams: llaman a usar fuego sólo en lugares habilitados



Una fogata sin apagar habría quemado parte importante de un icónico “árbol bandera”, provocando que se cayera y técnicamente se considerara muerto. El hecho se incluye en los 241 restos de fogatas en áreas donde está prohibido el uso del fuego en Isla Navarino, los cuales fueron registrados por Conaf entre 2018 y 2020. El Parque Ukika es el único sitio donde está permitido usar fuego en fogones debidamente establecidos. Para denunciar conductas irregulares, instan a llamar al número 130.

El viernes 31 de enero pasado, Domingo Castillo le mostraba a un fotógrafo los sitios naturales más emblemáticos de Puerto Williams. Ambos llegaron hasta Batería Róbalo, ubicada a unos 4 kilómetros de la ciudad, donde un museo a cielo abierto en medio de un bosque subantártico guarda vestigios militares del Conflicto del Beagle de 1978.

Ahí, en un mirador natural con vista a las islas Navarino y Tierra del Fuego además del amplio canal Beagle de por medio, Domingo se encontró con una ingrata sorpresa: un gran coihue yacía en el suelo, con su tronco aún caliente, calcinado y resquebrajado. A su lado, una fogata recientemente extinta, con latas y botellas de alcohol en ella, evidenciaba las causas de este lamentable foco de incendio.

Más dolor le causó porque este árbol no era cualquiera. Su forma lo clasificaba como comúnmente se denomina a un “árbol bandera” en la Patagonia. Sobresalía por su gran altura, con cientos de años de crecimiento soportando fuertes vientos que venían principalmente del noroeste, los cuales provocaron su bella curvatura. Los visitantes lo apreciaban en cada paseo al sector.

“Me encontré con esa imagen dantesca de que el árbol se había incendiado, quebrado y caído. Fue bien impactante, porque hay muy buenos recuerdos en ese lugar, y para mucha gente del pueblo es lo mismo”, recuerda Castillo, quien en sus 20 años residiendo en la isla visitaba cotidianamente el lugar, tal como aquel día, cuando aprovechó de registrar fotográficamente el hecho y denunciarlo a través de las redes sociales, ocasionando sentimientos de tristeza, rabia e impotencia en los vecinos.

Las fotografías se viralizaron y funcionarios de la Corporación Nacional Forestal (Conaf) Área Cabo de Hornos se pusieron en contacto con Domingo. A primeras horas del día siguiente, con la brigada “Lenga 12” incluida, llegaron al lugar del hecho. Según el jefe de brigada, Cristian Ramírez, el incendio se ocasionó por una fogata en que los involucrados ni siquiera hicieron el intento de apagarla, provocando que las llamas alcanzaran hasta 3 metros de altura, metiéndose incluso por debajo del árbol y propagándose subterráneamente, obligando a los brigadistas a realizar un cortafuego de manera preventiva para que no se extendiera. La superficie dañada fue considerable: 50 metros cuadrados.

“Estamos en una zona que tiene mucho bosque, hay matorral que tiene facilidad de prender y agarrar una gran intensidad. Estamos expuestos a una zona abierta que da hacia el canal, donde es muy bonita, muy atractiva, y básicamente es un mirador porque está en altura. Pero es una zona donde llega mucho viento, que es uno de los mayores enemigos, porque propaga los incendios, les da velocidad, intensidad y magnitud. (La zona) tiene mucho combustible para consumir si es que se hubiera propagado -técnicamente hablando, para nosotros toda la vegetación es combustible-. Gracias a Dios no se propagó más que esto, pero no deja de ser lamentable, de ser terrible en realidad”, dice Ramírez, quien califica al árbol afectado como muerto. “Ya no tiene ninguna posibilidad de regenerarse”, sentencia.

241 fogatas en sitios no habilitados

Hasta el momento no se han hallado a los responsables ni tampoco hay una investigación policial respecto al hecho que afectó a este icónico coihue. De esclarecerse, los culpables podrían arriesgar penas de presidio menor en sus grados medio y máximo de entre 541 días a cinco años, además de una multa de entre 50 a 150 UTM, por haber realizado una quema ilegal con consecuencia de incendio, según la última modificación de la Ley de Bosques (Ley 20.563) realizada en febrero de 2013.

Éste es el segundo foco de incendio por acción humana registrado en la temporada 2019-2020 -el primero fue descubierto en diciembre pasado en el sector del ex Refugio Beaucheff, ubicado en el sendero que une el lago Windhond con el valle Ukika-. En un ámbito más global, Conaf Área Cabo de Hornos ha registrado 241 restos de fogatas desde 2018 a la fecha en zonas no habilitadas para el uso de fuego de la isla Navarino: 164 en el Circuito Dientes de Navarino, 25 en Lago Windhond, 25 en Valle Ukika, 15 en Parque Etnobotánico Omora y Bahía Róbalo, 5 en Cerro Bandera y alrededores, 3 entre Puerto Williams y Caleta Eugenia, 3 en sector Los Bronces y 1 en Caleta Paula. De todos ellos, 52 han sido desarmados.

Dentro de la estadística actual también se debe agregar el foco de incendio por causas naturales ocurrido en noviembre pasado, considerándose el primero registrado en la provincia. En aquel entonces, un nothofagus ubicado a un costado de la ruta que une Puerto Williams con Puerto Navarino recibió un rayo en medio de una tormenta eléctrica.

De cierta forma, las cifras de esta zona austral reflejan las contundentes aseveraciones de Conaf a nivel nacional: el 99,7 por ciento de los incendios forestales en Chile son provocados por acción humana. “Eso hay que tenerlo súper claro, súper fuerte, súper interiorizado. Y a tener consciencia, respeto, a cuidar las cosas. Yo insisto: esto (el foco de incendio en Batería Róbalo) fue por una fogata, que es nuestro mayor enemigo”, remarca Ramírez.

Parque Ukika: único lugar público autorizado

Para evitar casos como el sucedido a fines de enero, cada año Conaf desarrolla la Campaña Nacional de Prevención Contra Incendios Forestales, donde la provincia no ha estado ajena. La creación de la nueva brigada forestal “Lenga 12” es una prueba de ello, con la cual se han generado acciones de concientización, especialmente en establecimiento educacionales, además de difusión en las calles, ferry y a través de afiches en locales comerciales. A esto se suman la instalación de letreros de prevención de incendios forestales y de prohibición del uso de fuego, así como también charlas con trabajadores de empresas constructoras y pescadores.

El gobernador de la Provincia Antártica Chilena, Nelson Cárcamo, consciente de lo ocurrido últimamente, y por las características topográficas de esta zona insular que dificultarían aún más las acciones de combate en caso de haber incendio forestal, aconseja: “sabemos cuáles son nuestras limitantes, y por eso queremos hacer un llamado muy serio y muy responsable a toda la comunidad, de que nos unamos en una campaña de prevención permanente a objeto de evitar cualquier foco que pudiera provocar algún siniestro en los alrededores de nuestra comuna”.

Por su parte, Lorena Saavedra, quien está cargo de Prevención de Incendios Forestales de Conaf Área Cabo de Hornos, recomienda que “utilicen fuego solamente en lugares que están habilitados para ello, y si hablamos de lugares públicos (en toda la isla Navarino), solamente es el Parque Ukika”. En caso de hacerlo, que sólo debe ser en los fogones establecidos, “tomen todas las medidas respectivas: que esté alejado de un árbol, que tengan agua para apagar la emergencia, que en días en que haya mucho calor o tengamos mucho viento, es recomendable no utilizar el fuego si no es necesario”, añade, para luego remarcar que cualquier persona puede denunciar conductas irregulares, uso de fuego o focos de incendio llamando al número 130.

“Nosotros seguimos con las campañas de prevención. Se instauró una brigada por primera vez en la isla. Estamos para hacer todo eso, pero también necesitamos el aporte y apoyo de las personas, de la comunidad en general, sean locales o extranjeros, porque sino no vamos a lograr el objetivo final”, concluye Ramírez.