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Porqué voto Apruebo y Convención Constitucional – Eliecer Bahamondez – Opinión

Porqué voto Apruebo y Convención Constitucional – Eliecer Bahamondez – Opinión

POR QUE VOTO APRUEBO Y CONVENCIÓN CONSTITUCIONAL

Las chilenas y los chilenos estamos interpelados el próximo 25 de octubre a participar de un plebiscito para votar en primer lugar por aprobar o rechazar la construcción de una nueva constitución, y la segunda pregunta sobre el organismo más idóneo para acometer dicha tarea, una Convención Constitucional constituida en un 100% por ciudadanas y ciudadanos electos por voto popular o una Convención Mixta constituida en un 50% por parlamentarios en ejercicio y un 50% por ciudadanas o ciudadanos electos.

En esta interpelación afloran muchas veces los sentimientos, pensamientos, concepciones ideológicas, filosóficas, morales, éticas e incluso religiosas que determinan la decisión que cada una y uno va a tomar ese día.

La definición más repetida de lo que es una Constitución es la de Carta Magna, “porque es la que rige todo el ordenamiento jurídico de un Estado, es decir no existe ninguna ley ordinaria que pueda estar por encima de ella, es por esto que es llamada Ley Suprema”.

Es por tanto, la que nos permite construir la casa común llamada Chile, en la que sea posible representar la diversidad de miradas, la diversidad de culturas, la diversidad de géneros, de pensamientos políticos, religiosos, etc, donde cada uno de nosotros sienta que este país es de todos, que sienta que la justicia para todas y todos es la forma de entenderse, que nadie se sienta con la autoridad y el poder para pisotear la dignidad de la persona humana y permanecer impune.

En este sentido es fundamental una Carta Magna que se sustente en el respeto irrestricto de los Derechos Humanos, en esta materia la legislación internacional y la experiencia mundial ha avanzado enormemente en estos tiempos, la experiencia dolorosa de Chile no solo en el pasado sino en el presente nos indica de un fuerte retroceso sobre todo en lo que dice relación con el control del orden público y al brutalidad represiva de los procedimientos policiales.

Nos merecemos por el dolor que tantos han experimentado por tanto tiempo, darnos una nueva Constitución en que el Estado asegure derechos sociales que han sido negados sistemáticamente a un porcentaje importante de la población, que se traduce en un acceso injusto, limitado, deficiente, discriminador a la educación, salud y a la inexistencia de un sistema de seguridad social.

Qué duda cabe que la nueva Constitución que surja de la Convención Constitucional no va a solucionar ahora los problemas que vivimos como sociedad, pero lo que sí es claro es que impedirá que estas injusticias se sigan produciendo en nuestro país, porque seamos honestos en esta discusión, la estructura fundamental de este país se construyó al amparo de una Constitución ilegitima en su origen, que puso los cimientos del modelo de desarrollo extractivista, rentista y desigual  que nos rige, sino preguntarse por qué los poderes políticos conservadores de derecha y sectores empresariales se han opuesto en el pasado y ahora a cambiar la constitución, precisamente porque este rayado desigual de la cancha ha favorecido sus intereses, ganancias y privilegios.

Con la mente puesta en la demanda multitudinaria que el 18 de octubre del 2019 la ciudadanía nos planteó, concurriremos el 25 de octubre  cargados de esperanza a votar por el APRUEBO Y LA CONVENCIÖN CONSTITUCIONAL,  que duda cabe que otro Chile es posible.