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Lo sancionado por el pueblo decidido está – Víctor Maldonado R. – Opinión

Lo sancionado por el pueblo decidido está – Víctor Maldonado R. – Opinión

¿Cuántas veces se acuerda un acuerdo? Por lo general, una vez y la negociación se termina cuando se firma. Después de que el compromiso se ha sellado cada cual puede evaluar en detalle las repercusiones de lo que acaba de firmar. Lo que no puede hacer es reescribir la historia ni desdecirse.

El peor momento para replantearse un compromiso escrito es cuando se encuentra en plena ejecución de lo pactado por un amplio abanico de sectores políticos. En particular cuando se trata de un acuerdo nacional, puesto que aunar voluntades muy diversas no es algo que se produce todos los días.

Se entiende que un acuerdo de estas características se puede complementar con aspectos adicionales que les parecen pertinentes a las partes, pero no se trata nunca de ganar por mayoría lo que no se consigue por consenso. Esto es por pura lógica: si la mayoría hubiera podido imponer su punto de vista sin firmar documento alguno, nadie se habría molestado en dar este paso.

Regularmente se espera de los actores políticos que firmen un texto entiendan sus contenidos e implicancias. También suele considerarse una buena práctica que los que propongan modificaciones sean los mismos que llegaron al acuerdo original. Si alguien no se hizo parte del acuerdo base, no se entiende bien por qué tendría que interesarse tanto en los afinamientos posteriores. De allí que sea tan importante decidirse a tiempo.

Por supuesto, hay alteraciones que modifican lo acordado en lo fundamental y que, si se tratan de imponen, implican la ruptura del pacto original. Se vuelve al punto de partida, a la existencia de un conflicto sin regulación, declarando clausurada la salida institucional y pacífica. Eso después de realizado un plebiscito que tuvo la mayor concurrencia a las urnas de nuestra historia.

La Constitución no es una instancia para imponerse por mayorías simples porque se establecen normas fundamentales que regulan la convivencia de la comunidad nacional. La legitimidad perdurable requiere de acuerdos amplios. Así se garantiza el respeto a las personas y a las comunidades.

No es el quorum conseguido por mis cercanos lo que permite que la Constitución sirva a sus propósitos, sino que la voluntad de llegar a acuerdos en los que cualquier minoría, del tipo que sea, puede sentir que la mejor forma para expresarse es siempre dentro de la institucionalidad porque no está siendo discriminada desde la partida.

No se trata de cambiar las víctimas de injusticias y arbitrariedades. La discriminación y el abuso rompió los diques ciudadanos en el estallido social, esto volverá a ocurrir, tarde o temprano, con quienes sientan que les acontece lo mismo. Instalar bombas de relojería en el texto no es una práctica sensata.

Cuando se opta por el cambio institucionalizado y el pueblo lo respalda en las urnas, lo que se hace es rechazar una Constitución impuesta por un dictador no por otra imposición, sino por el diálogo más amplio posible. Ante semejante respaldo ninguna minoría política puede ofrecer otra cosa que la polarización como alternativa. Está opción siempre estará presente, pero tendrá solo un alcance anecdótico si la mayoría política se mantiene firme en su decisión.