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Coordinadora Feminista de Punta Arenas: “en Magallanes la impunidad consiente que los feminicidas nos sigan matando”

Coordinadora Feminista de Punta Arenas: “en Magallanes la impunidad consiente que los feminicidas nos sigan matando”


En los últimos 13 meses en la región se registran 4 femicidios consumados y 4 femicidios frustrados, los que se convierten en los más sangrientos desde que se tiene registro para las mujeres que habitamos este territorio.

¿Qué tiene que ver el último femicidio en Porvenir, las estatuas intervenidas en Punta Arenas, la huelga del 08 de marzo y el proceso constituyente? Eso nos preguntamos hoy al ver que pese a la nueva ola feminista que desde mayo de 2018 se ha tomado todo el territorio, irremediablemente nuestras urgencias y demandas siguen siendo las mismas, porque nos siguen matando.

Una realidad que autoridades buscan esconder tras noticias a medias como “la baja del 43% en delitos de mayor connotación social” según Carabineros (1), y avalados por la máxima autoridad del gobierno regional y la coordinadora de seguridad pública, quienes prefieren no reportar que probablemente estos últimos 13 meses en Magallanes son los más sangrientos de los que se tiene registro para las mujeres que habitamos este territorio.

Mientras el Gobierno Regional da cabida a que terratenientes exijan que la policía y el SAG cuide su propiedad privada por abigeato (2); la Fiscalía Regional paga sueldos millonarios para resolver delitos criminales de poca monta (3); y Carabineros manda de vuelta a mujeres a sus casas cuando quieren denunciar violencia intrafamiliar porque “no tienen marcas visibles”(4); desde nuestro activismo debemos velar por la seguridad de nuestras pares porque no encuentran respuestas ni protección suficiente desde institucionalidad. Porque en Magallanes la impunidad consiente que los feminicidas nos sigan matando.

En los últimos trece meses hemos debido enfrentar la pérdida de cuatro compañeras, sumada a cuatro femicidios frustrados, y en donde amargamente debemos comprobar que los delitos contra la propiedad son más importantes que la violencia contra las mujeres (5). El 28 de diciembre de 2019 fue Glenda Delgado Cárdenas, asesinada por Leonardo Isla Abarca quien aún no tiene condena ejecutoriada; Elizabeth Mella Cárdenas, asesinada la madrugada del 08 de marzo de 2020, caso en el que PDI y Fiscalía de Chile todavía no quieren formalizar al principal sospechoso; Marisol Teca Levién, asesinada el 11 de noviembre de 2020, hecho en el que gracias a la desidia de la fiscalía y Carabineros primero se calificó como suicidio (6), y que aún no cuenta con la formalización de los principales sindicados; y ahora se suma el de Brenda Cartes Guzmán, asesinada el 26 de enero de 2021 en Porvenir.

Las violencias que nos atraviesan son múltiples y de origen estructural, presentes en todas las esferas en las que nos relacionamos, desde lo más extremo como estos cuatro feminicidios, hasta en lo más simbólico: monumentos de Punta Arenas que -como si no hubiera suficientes-, insisten en glorificar a hombres y figuras fálicas, como si las mujeres no hubiesen hecho nada por lo que reivindicar sus memorias en los últimos 500 años de historia.

Como movimiento feminista no nos queda más que seguir luchando. Como las mexicanas que nos enseñaron a romperlo todo –“y la que no quiere, que no nos estorbe” (7)-, como nuestras madres que se organizaron frente la dictadura fascista, y ahora como las estudiantes del 18 de octubre que lograron abrirnos espacios y saltar todos los torniquetes. En todo el mundo, y en Chile, nos estamos preparando para una masiva huelga el 8 de marzo que será la precursora de la redacción de una Constitución Plurinacional y Feminista que logrará derrumbar las estructuras de opresión y subordinación contra las mujeres.

Desde la Coordinadora Feminista de Punta Arenas hacemos nuevamente el llamado a nuestras compañeras a sumarse a esta insurrección, por las que nos faltan y por las que vienen.

Nunca más sin nosotras.