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Brevedad – Francisco Cárdenas, Guía naturalista, Patagonia chilena – Opinión

Brevedad – Francisco Cárdenas, Guía naturalista, Patagonia chilena – Opinión

   Estaba en mi estudio buscando unos archivos guardados en un CD, pues iban a ser apoyo para algo que estaba escribiendo. De pronto, encuentro un disco sin rotulado, no había nada en su exterior que me informara de su contenido. Lo pongo en el computador y comienza a sonar una música muy apacible, súbitamente, se escucha la voz estereofónica de Juan Martinic Bahamonde, destacado locutor de radio magallánico, recitando uno de mis poemas. Sorprendido y emocionado continúo escuchando hasta que finalmente todo termina.

   Quedé en silencio un largo rato; decidí que era el momento de hacer un alto en mi vida y pasar “lista de asistencia” a aquellos que de uno u otro modo han estado, o están, en la sala de clases de mi vida; Juan había fallecido hacía pocos meses y ese día vino a visitarme a través de su voz y su recuerdo. Puse “presente”, entonces y siempre.

   La vida continúa incesante, implacable en su paso. Mis recuerdos vuelan en el tiempo; oigo ruido de máquinas herramientas en un viejo astillero, veo pistas de atletismo, escucho los sones de la Tuna en largas noches de bohemia, bellas horas de amistad familiar; resuena en mi pensamiento y en mi corazón

 la voz del gran Tenor Lírico, el magallánico Luis Oyarzún Bustos, un tremendo ser humano que partió de este mundo hace muy poquito. En mi “lista de asistencia” puse “presente”, entonces y siempre.

   Corría la primavera del año 1987, un joven escritor regional se afanaba en publicar unas primeras poesías del suscrito en el Suplemento Literario de El Magallanes, con la colaboración de la Sociedad de Escritores de Magallanes de la época. Se trataba de Eugenio Mimica Barassi, gran escritor, amante incondicional de la Patagonia y La Tierra del Fuego con quien compartí la embriaguez de escribir. Nos ha dejado hace poco; lo recuerdo con el mejor de los cariños. En mi “lista de asistencia” puse “presente”, entonces y siempre.

   Ser un guía de turismo es una actividad maravillosa, requiere una tremenda actitud de servicio, conocimientos y dominio de más de un idioma; diría que hay que tener vocación y entrega. Joaquín Chávez tenía eso y mucho más, era un “gentleman” en todo el sentido de la palabra, un ser humano bueno de adentro. Enamorado hasta los huesos de la Patagonia, nacido en El Salvador llegó hace muchos años por estas latitudes, donde vivió con su familia que amaba. Lo fuimos a dejar al campo santo hace unos pocos días. Su sencillez y bonhomía no se olvidarán jamás. En mi “lista de asistencia” puse “presente”, entonces y siempre.

   Me he tomado la licencia de escribir estas modestas líneas por que las personas mencionadas fueron importantes en mi vida y sin duda alguna, en la vida de muchos. Hoy ya no están, han partido en un largo viaje, pero siempre están. Mis sentimientos de cariño y respeto para sus queridas familias.

   Un abrazo sentido para todos aquellos que han perdido un amigo, un pariente, un ser querido. Que el gran maestro que es el tiempo traiga consuelo y fortalezca los corazones.

   La vida sigue y hay que vivirla hasta el último minuto. Despido estas líneas con un modesto poema que alguna vez escribí, cuando adolescente.

REQUIEM PARA UN POETA

Cuantas veces el aire solitario e invisible

Penetra en la alcoba

Donde duermen poemas

Que un día fueron mar

Océanos de lluvia

Cuando la aurora se confundía

en un beso silente

Manantiales dorados de inspiración

Que cuelgan del arco iris efímero

Donde el amor llora su postrera lágrima

Y la vida prolonga su fulgor incesante

En el tañido de las horas

Yace inerte la pluma del creador

Y en las alas cristalinas de un ave

El alma de un poeta expiró

Francisco Cárdenas Marusic

Guía Naturalista – Patagonia Chilena