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El legado del Capitán General Bernardo O’Higgins Riquelme – Coronel Jorge Labarca – Opinión

El legado del Capitán General Bernardo O’Higgins Riquelme – Coronel Jorge Labarca – Opinión

Coronel Jorge Labarca
Comandante Regimiento N° 10 Pudeto

Cada 20 de agosto, es un deber de justicia y gratitud. Es la oportunidad para reconocer y para agradecer al Capitán General Bernardo O’Higgins, hijo de Chile e ilustre padre de la Patría, a quien reconocemos su heroísmo y compromiso para con estas tierras, que desplegó incansablemente durante las gestas de la Independencia. Así como expreso dar la vida por Chile, cuando han pasado 203 años desde el glorioso y heroico triunfo de Maipú, es necesario repetirnos a nosotros como Chilenos y al mundo entero que la figura de Bernanrdo O´Higgins y a todos quienes lo acompañaron, que no los hemos ni los vamos a olvidar, y que la obra de su gesta, junto a tantos otros patriotas, nos han guiado como Nación. Que es obligación mantener el mismo patriotismo, con la misma visión, con la misma voluntad de entregar lo mejor de nosotros mismos, como lo hicieron los Padres Fundadores de la Patria.

 
O’Higgins no tuvo una vida fácil; soledad y humillación se hicieron carne a muy temprana edad, pero a su vez fue lo que logró templar su espíritu. Sabemos que logró tener guías que lo educaron y le permitieron hacer sus primeros amigos. Aprendió mapudungun, y tuvo una cercanía permanente y cotidiana con nuestros pueblos originarios de la zona central, lo que permitió con posterioridad tener contacto y unión con los pueblos originarios.

Su ápice en la gesta histórica requiere de su entrega y voluntad de sobremanera, imponiendo soberanía en tierras que eran coloniales, logrando ver un país, en una capitanía bajo la corona, proyectar una Nación con un pequeño grupo de Patriotas pero con un gran sueño, todo lo anterior queda reflejado en el Manifiesto de la Independencia “queremos, podemos y luego debemos ser libres”. Esta frase fue la primera luz para las próximas victorias militares asociadas al proceso de la independencia en Chile y en gran parte del cono sur de América. Demostrando ser uno de los pioneros y precursores en esparcir la idea de libertad y emancipación de lo que en esa época fue la Corona Española. O’Higgins en los albores del proceso de emancipación asumió funciones de Gobierno hasta el año 1823.

En ese corto período, logró realizar dos Constituciones, la de 1818 y la de 1822. Si bien ninguna de ellas logró continuidad, y como propio de una etapa de aprendizaje en el caos y el desorden que siguió a la Independencia en todos los países que comienzan a caminar por sus propios pasos. Pero pese a ello, estas líneas trazadas en papel lograron la voluntad de País y sentaron las bases de lo que sería la organización política de la República de Chile, la definición de los poderes del Estado, la declaración de los derechos del hombre, que sí perdurarán en el tiempo, no podemos ignorar que tuvo una visión y obtuvo logros que, hasta el día de hoy, recordamos con gratitud y consideración como las siguientes:

 
Reabrió las puertas a instituciones que después del año 1814 fueron cerradas, tales como el Congreso Nacional, el Instituto Nacional y la Biblioteca Nacional. En su gestión de Gobierno se dispone la creación del Cementerio para Los Disidentes el cual demuestra su empatía y responsabilidad por quienes pregonaban una fe distinta a la mayoría del País, ordenó la construcción del Templo Votivo de Maipú en agradecimiento a la “Patrona y Generalísima de las Armas de Chile”. Dispuso la creación y funcionamiento de varios liceos y escuelas a lo largo de Chile con el fin de educar y enseñar a nuestro país. Organizó nuestro Ejército, creó nuestra Armada.
Dada la inestabilidad, las divisiones políticas y los problemas de la naciente República, forzaron a  poner a disposición y dejar el cargo de Director Supremo de la Nación, en enero de 1823, partiendo posteriormente al exilio en Perú. Si bien Bernardo O’Higgins siempre anhelaba volver en vida a su Patria, falleció en tierras extranjeras y sólo regresaron sus restos mortales a Chile décadas después, para recibir el merecido homenaje y el correspondiente funeral que le correspondía por tanta entrega.


Como conclusión ante el Padre de la Patria, El Militar, El estadista o el Ciudadano, que ha sido reconocido a lo largo de nuestra historia tanto por nuestros gobernantes y junto a la ciudadanía, que ven en la imagen de Bernardo O’Higgins virtudes tan importantes como el valor, el coraje, la voluntad, la perseverancia, el patriotismo y un notable espíritu realizador, un sentido de futuro y grandes sueños para nuestro país. No podemos olvidar sus últimas palabras exclamando “¡Magallanes, Magallanes!”, mostrando nuevamente esa visión que tenía respecto del futuro, la importancia político estratégica de esta aislada región.


Como Chilenos tratar de seguir la senda demarcada por las virtudes y gran lección de vida que nos legó Bernardo O’Higgins, y ése es el mejor homenaje que podemos rendirle a los Padres de la Patria.

O`Higgins logró consolidar al Ejército de Chile que hoy en día resguarda los valores entregados por el Director Supremo de la Nación en ese entonces, un Ejército que Une a Chile.