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Jinete que cabalgó 3 mil 200 kilómetros hasta Puerto Williams: “Los chilenos deben conocer su país, especialmente Aysén y Magallanes”

Jinete que cabalgó 3 mil 200 kilómetros hasta Puerto Williams: “Los chilenos deben conocer su país, especialmente Aysén y Magallanes”




Durante esta jornada, Andrés Montero llegó hasta la austral ciudad ubicada en Isla Navarino, donde finalizó una travesía de más de 3 meses cabalgando desde la región de Valparaíso. Tras su histórica travesía, nos concedió una entrevista.



Entre vítores y aplausos de la comunidad y autoridades locales, Andrés Montero Jaramillo llegó cabalgando a la Plaza O’Higgins de Puerto Williams. Finalizaba así el último tramo de un largo periplo que comenzó el 24 de octubre pasado en Casas de Bucalemu, en la comuna de Santo Domingo (Región de Valparaíso), desde donde montó a caballo para recorrer 3 mil 200 kilómetros por distintas regiones del país, hasta finalizar en Isla Navarino.



Durante esta instancia, en la cual cabalgó desde Puerto Navarino hasta la capital provincial, montó a “Navegante”, caballo del vecino Nelson Guenel González, quien junto a otros jinetes locales acompañaron a Montero en una sección que incluyó vistas panorámicas al canal Beagle, a la Isla Grande de Tierra del Fuego y al cordón montañoso de los Dientes de Navarino.



En la mencionada plaza de Puerto Williams, el delegado presidencial provincial de la Antártica Chilena, Nelson Cárcamo, y el alcalde de la comuna de Cabo de Hornos, Patricio Fernández, dieron una afectuosa bienvenida a Montero, a quien le obsequiaron las condecoraciones respectivas por este histórico hecho.



Montero, quien además es director de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), detalló que durante su viaje iniciado hace más de 3 meses, tuvo oportunidad de recorrer caminos interiores, evitando así las rutas centrales más transitadas. Además, alojó en lugares como las escuelas de la propia SNA, regimientos y estancias.



– Después de este largo viaje a caballo, ¿cuáles son sus principales reflexiones al respecto?



“Que Chile es un país maravilloso, que tenemos que preocuparnos de él, que tenemos que cuidarlo, que no tenemos que botar basura, que tenemos que hacer bien las obras públicas, que tenemos que querernos más entre nosotros, y que los chilenos deben conocer su país, especialmente Aysén y Magallanes. Son regiones que son muy poco conocidas para la mayoría de los chilenos, así que hay que recorrerlo, hay que visitarlo”.



– ¿En algún momento tuvo algún problema, especialmente con los caballos?



“Sí, en La Araucanía tuve un problema, en el cruce de un río caudaloso. Antes de Puerto Yungay (Región de Aysén), me tocó una tormenta compleja en que los caballos se me enfriaron y tuve que resolverlo. Después, tuve un inconveniente en la cordillera Darwin, porque nos atacó un clima muy complejo durante muchos días, entremedio de turbales y con mucho tronco suelto, botado, entonces eso requirió de un apoyo externo que lo logramos resolver con la Armada de Chile. Después nos reincorporamos en el viaje hasta llegar aquí hoy día”.



– ¿Qué sintió al llegar a Isla Navarino, al tramo final?



“Primero, mucha emoción, de verdad, porque yo no soy un niño, cumpliré 63 años. Ha sido un esfuerzo físico muy importante. He abandonado a mi familia. Pero ya estoy con la tarea cumplida, así que ahora espero poder descansar y volver a mis actividades habituales de agricultor del Maule y de Los Lagos”.



– ¿Qué le pareció el recibimiento de la gente de Puerto Williams?



“En general, en todo el país hubo mucho apoyo y mucho cariño por el caballo, me pedían muchas fotos. Pero también aquí estoy contento, porque éste es un extremo de Chile muy lejano. La gente a veces en el norte piensa que aquí no son tan chilenos, y son más chilenos que nadie. Estoy emocionado del recibimiento que he tenido en Puerto Williams y en la Isla Navarino”.



– ¿Qué mensaje le entregaría a la gente, sobre todo a las nuevas generaciones, que estén deseosas de conocer su propio país realizando este tipo de viajes más extensos?



“Les diría que tienen que querer más a Chile. Tienen que hacer las cosas, más que tanto estar en el teléfono o tanta televisión. Levantarse temprano, hacer deporte y salir a recorrer Chile con mochila como yo lo hice a los 14 años. No con tantos recursos, pero con la voluntad de conocer y querer a su país, porque es la única manera de que el día de mañana podamos aportar en políticas públicas y aportar para que este país sea mejor”.