Inmigrantes en Magallanes a fines del siglo XIX | Historia y memoria de la Patagonia
En el último cuarto de siglo XIX Magallanes dejó de ser un penal militar y se transformó en un asentamiento de inmigrantes, gracias a las franquicias comerciales y aduaneras para favorecer la migración de artesanos europeos que otorgó en 1867 el Presidente José Joaquín Perez.
Hasta ese momento, la población de Punta Arenas se componía de:
- «Confinados» y «relegados» que debían cumplir condenas penales y sus familias.
- Soldados y funcionarios estatales que vigilaban a los reos y mantenían dominio geopolítico.
- Escaso número de colonos libres.
La política de colonización atrajo mayoritariamente a hombres de otras ciudades del sur de Chile como Chiloé, y también a extranjeros.
La población de Magallanes aumentó paulatinamente. Según un artículo de Martinic (1975) sobre la evolución de la inmigración extranjera en Magallanes:
- Los 266 habitantes con que contaba en 1872 subieron a 790 en 1867. El censo de ese año consignó que por primera vez los colonos libres superaron a los confinados y soldados.
- En 1874 la población llegó a 1300 habitantes. Casi todos eran inmigrantes, salvo 14 que correspondieron a crecimiento demográfico neto.
- En 1885 Punta Arenas contaba con 2085 habitantes, 1034 chilenos y 781 extranjeros.
La primera oleada de inmigrantes fue principalmente de suizos, franceses, británicos, españoles y alemanes. A comienzos del siglo XX destacó el arribo creciente de croatas.
El 80% de los inmigrantes era soltero. Sólo el 16% del total estaba casado, los franceses y suizos fueron las nacionalidades con más familias constituidas al llegar a Punta Arenas. Pero desde esta época llegaron a Magallanes un numeroso contingente de obreros chilotes. Miles de trabajadores migraron desde la provincia de Chiloé a la provincia de Magallanes, para constituir la fuerza de trabajo que produjo la riqueza de la Patagonia austral.
Los matrimonios contribuyeron a la consolidación de la ciudad y las uniones se diferenciaron por nacionalidad y estatus económico. Se observa en los datos referidos por Martinic (1975) que:
- Españoles y portugueses tendieron a contraer matrimonio con chilenos y chilenas.
- Marineros y loberos ibéricos se unieron comúnmente con mujeres de familias chilotas, emigradas a Punta Arenas entre 1867 y 1868. El primer matrimonio de José Nogueira fue con la chilota Rosario Peralta.
- 53% de los inmigrantes solteros se casaron con extranjeros o extranjeras, conducta notoria entre británicos, seguidos por suizos, alemanes y franceses.
- en una primera época, migrantes chilenos o chilotes tendían a casarse con chilenas, pero a partir de la última década de 1890 se produjeron los primeros matrimonios de extranjeros con mujeres chilenas.
- Los colonos con sociedades afianzaron sus relaciones comerciales por medio de vínculos matrimoniales entre sí o por medio de sus hijos.
A mediados de la década de 1910, por ejemplo, en la Federación Obrera de Magallanes se integraban trabajadores chilenos, mayoritariamente chilotes, con peones croatas, ingleses, escoceses, italianos y españoles.
El Museo Regional de Magallanes resguarda fotografías y retratos que atestiguan la vida privada de estas familias.