PDI informa | Tecnología de vanguardia para operaciones subacuáticas
El equipamiento incorporado por la Policía de Investigaciones permitirá ampliar la capacidad investigativa del Departamento de Operaciones Subacuáticas (Deosub), operando en conjunto con los buzos criminalistas en todos los ámbitos donde desarrollan su labor.
El nuevo equipamiento incluye un robot subacuático conocido como ROV (acrónimo del inglés Remotely Operated Vehicle) y dos scooters submarinos, los que corresponden al mismo tipo utilizado por unidad de búsqueda y recuperación de evidencia subacuática del Federal Bureau of Investigation (FBI) de Estados Unidos.
Entre las características del ROV, modelo SeaLion-2, destacan sus cuatro motores de alto rendimiento que lo hacen más versátil en las operaciones subacuáticas, su función power boost que proporciona explosión adicional de velocidad cuando se encuentra con corrientes más intensas y un sonar que le permite operar en aguas con visibilidad cero. En tanto, los scooters pueden llegar a los 100 metros de profundidad, con un empuje máximo de 25 kilos.
El jefe del Deosub, comisario Ellian Verdugo precisa que con su incorporación, “se amplían las capacidades del departamento, ya que, a modo de ejemplo, en indagaciones medio ambiental permite llegar a ejecutar prospecciones en ductos de descargas de aguas servidas, en un trabajo multidisciplinario entre buzos forenses y peritos del Laboratorio de Criminalística Central».
Además, resaltó que las diversas complejidades del medio acuático (corrientes submarinas, profundidades, biodiversidad, salinidad y alcalinidad, entre otras) son potenciales alteradores o destructores de elementos de interés criminalístico, por lo que estos equipos vienen a generar una simbiosis entre la tecnología y lo procedimental para lograr proporcionar un adecuado tratamiento de las evidencias».
En el contexto de las investigaciones vinculadas a crimen organizado, también pueden aportar al trabajo que se lleva a cabo en zonas portuarias, específicamente en inspecciones a cascos de buques y detección de contenedores de drogas adosados a estas naves.
El proyecto de adquisición de este equipamiento de vanguardia apunta potenciar la investigación profesional y especializada sustentada en evidencia criminalística, así como también a contribuir a resultados procesales exitosos.