En Homilía del Tedeum ecuménico, Iglesia de Santiago reclama información sobre detenidos desaparecidos
El Presidente de la República, Gabriel Boric, participó la mañana de este lunes 18 de septiembre del tradicional Te Deum Ecuménico, actividad que se realizó en la Catedral de Santiago. El Mandatario, junto a otras altas autoridades políticas del país, como los ministros Carolina Tohá (Interior) Camila Vallejo (Ministra Vocera de Gobierno), Jeannette Jara (Trabajo) Nicolás Cataldo (Educación) y Álvaro Elizalde (Segpres), entre otros, escucharon la palabra del cardenal Celestino Aós.
El texto de la homilía dice: «Chile una Mesa para Todos !!!!
Queremos de verdad un Chile de la vida. Un Chile que sea mesa para todos, donde todos tengan pan, trabajo, respeto, alegría. El futuro. Está delante. Es la meta lo que nos debemos trazar y buscar. El camino pasa por el amor.
Hagamos de Chile un país de la vida. Donde cada ser concebido pueda ser gestado y nazca dignamente. Que viva dignamente, que muera de muerte natural dignamente. Que cada uno pueda nacer, vivir y morir humanamente, con dignidad. Alabado seas mi Señor, por todas tus criaturas.
Alabado seas mi Señor, por la Hermana, nuestra Madre Tierra, la cual nos sostiene y gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores y hierbas. Amar a Dios es reconocer y respetar la tierra y el universo. Son de Dios y son de los hermanos. Nadie puede apropiárselos. Nadie puede maltratar la tierra y los animales y luego decir que ama a los seres humanos.
Alabado seas por cada uno de nuestros hermanos y hermanas, los seres humanos. Por cada chileno y chilena. Por quienes nos precedieron. Por los que ahora convivimos y por los que vendrán después de nosotros. Debemos convivir como hermanos. Los nacidos en esta tierra y los inmigrantes llegados desde otros lados
Hacen daño quienes ven sufrir a hermanas y hermanos porque no conocen la verdad acerca de sus familiares detenidos o desaparecidos.
En este día rezamos por los que hacen daño con sus omisiones. Suplicamos a Dios y les suplicamos a ellos. Convierte, Señor, sus corazones para que entreguen la información que puedan tener.
Hermanos que tienen informaciones. Les pedimos por el bien de los familiares que sufren y por el bien de ustedes mismos, que compartan esos datos. De la mejor forma. Nosotros como Iglesia Católica estamos disponibles para prestar ese servicio de recibir la información y entregarla adecuada anónimamente a las autoridades.»