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Partido Comunista difunde en Magallanes manifiesto con ocasión de los 50 años del golpe cívico militar en Chile

Partido Comunista difunde en Magallanes manifiesto con ocasión de los 50 años del golpe cívico militar en Chile

Es nuestro deber señalar una vez más, que el Golpe de Estado en nuestro país, obedece a la conspiración de la derecha y una minoría empresarial coordinada y financiada por el Gobierno de Estados Unidos y su Central de Inteligencia CIA. A este complot se sumaron sectores reaccionarios representados en partidos políticos que no formaban parte del proceso de la unidad popular y que, por acción u omisión, contribuyeron a facilitar el Golpe de Estado y la posterior delación, represión, persecución encarcelamiento e intento de exterminio de todo aquel que hubiese apoyado al Presidente Constitucional, Salvador Allende Gossens y su programa de gobierno.

En Magallanes Alrededor de 2.000 personas fueron arrestadas por motivos políticos a partir de 1973. La mayoría de estos prisioneros fueron secuestrados por personal de las Fuerza Armadas, y otros se entregaron voluntariamente al ser llamados a presentarse a los cuarteles por bandos militares. De estos, entre 600 y 700 fueron recluidos y torturados en Isla Dawson, incluyendo ministros y autoridades del Gobierno Constitucional. El Campo de Concentración de Isla Dawson fue diseñado con antelación al golpe y construido por la dictadura para este efecto.

La muerte y desaparición también asoló Magallanes y entre las víctimas se registra las siguientes:
José Orlando Álvarez Barría, Jorge Manuel Parra Alarcón, Susana Ovando Coñué, Germán Simón Cárcamo Carrasco, Ramón Domingo González Ortega y Carlos Raúl Baigorri Hernández (estos tres últimos fueron asesinados al unísono en Porvenir, Tierra del Fuego).

También se acredita y reconoce la desaparición de Silvio Bettancourt, cuya suerte aún se desconoce, durante septiembre de 1973.

Es difícil determinar la cantidad de mujeres que pasaron por diversos lugares de secuestro, detección y tortura y en particular, por el Regimiento Blindado Nº 5 General René Schneider (Ojo Bueno), lugar en el que el Ejército de Chile detuvo y torturó mujeres, las que en su mayoría eran jóvenes estudiantes y dirigentas. Se tienen antecedentes de al menos una treintena de mujeres detenidas torturadas y abusadas por agentes del Estado.

Aun hoy circulan por nuestras calles sujetos que colaboraron de las maneras más deleznables con la Dictadura. Estos sujetos que bien conocemos, se transformaron en torturadores, otros en su calidad de Abogados se prestaron para dar forma a los Consejos de Guerra, otros asumieron el rol de soplones e informantes que denunciaban a vecinos y amigos por el simple hecho de haber apoyado el gobierno popular. Esperamos que un día paguen por todo el daño que hicieron.

En nuestra región todos los Regimientos, la Base Aérea y otros recintos de la Fuerza Aérea, Recintos Navales, Comisarías, Cuarteles de Investigaciones y algunos Retenes y Recintos Deportivos, además de casas no declaradas como recintos policiales o militares., fueron utilizados para detener, amedrentar y en muchos casos torturar compatriotas. La cifra de recintos supera la cuarentena.

Con posterioridad al Golpe de Estado, en todo el país y también en nuestra región, los Agentes del Estado diariamente y sistemáticamente, se disponían para desarrollar una nueva jornada de seguimientos, tortura, asesinato, desaparición, montaje de falsos enfrentamientos y un sinnúmero de abusos y delitos como allanamientos y ataques a sectores populares abusos sexuales, hurtos y robos a la población civil, amparados y financiados por el propio estado, en muchos casos, bajo el efecto del alcohol y las drogas. Siempre con la complicidad de los medios de comunicación oficialistas. Muchas de estas prácticas sostenidas en el tiempo, se mantuvieron hasta semanas antes del término de la dictadura.

Al mismo tiempo el sector golpista del Empresariado Chileno y sus cómplices en el poder, utilizaron este estado de terror y desamparo del pueblo chileno y el desmantelamiento de sus tradicionales organizaciones, para repartirse las Empresas Estatales y los derechos a explotar los recursos naturales que les pudieran generar grandes riquezas, a este saqueo se le denominó eufemísticamente, “privatizaciones”. Crearon las AFP y las ISAPRES, privatizaron la Educación, la Salud, propiciaron una política de bajos salarios, trabajos precarios e impulsaron el endeudamiento de las familias como un nuevo gran negocio para los bancos, financieras, Clínicas y Laboratorios Privados, Colegios y Universidades Privadas, entre otros. Así la vulnerabilidad y dependencia del mundo trabajador, fue absoluta. Solo restaba someterse a las reglas del libre mercado.


Sobre la base de lo expresado, no se puede aceptar que haya relativización de los hechos ocurridos. Son hechos. Son indesmentibles y comprobables

Por estos días habrá múltiples actos artísticos culturales y de memoria, organizados por las propias Organizaciones Sociales, Partidos Políticos y Organizaciones de Derechos Humanos.

Han sido las Organizaciones de Derechos Humanos, las y los familiares de las Víctimas del Terrorismo de Estado, quienes han mantenido viva la demanda por Verdad, Justicia, Reparación, Memoria y Garantías de no Repetición.

Han sido las organizaciones de Derechos Humanos y los Familiares de las víctimas, las que han posibilitado que hoy haya criminales presos de por vida. Aun así, no conocemos toda la verdad. Aun así, se permite que los criminales tengan la posibilidad de eludir su responsabilidad.

Son estas organizaciones las que, en este cincuentenario, dignifican la memoria.

A 50 años lamentablemente en muchos casos no ha habido justicia y no la habrá, porque bien sabemos y como ha ocurrido en muchos casos, que la tardanza en la aplicación de justicia es también denegación de justicia. A esto apuestan hoy los más cobardes de los cobardes, los que, teniendo información, seguirán ocultándola. Como si con esto se fuese a extinguir la verdad de lo ocurrido.

Hoy el Estado de Chile y toda institución democrática, debe actuar a la altura de lo acontecido.
El Cincuentenario de Golpe de Estado, debe ser precisamente un Acto de Estado.
Es fundamental que en cada rincón del país nuestras autoridades manifiesten la voluntad y la acción concreta que dé cuenta del compromiso real de superar el negacionismo y establecer las verdades históricas para que nunca más se repitan hechos como estos.

La sociedad chilena necesita sanar, es preciso construir sobre la base de la verdad de lo ocurrido y eso requiere de una intervención del Estado en su conjunto en todos los ámbitos del quehacer ciudadano y de la proyección de políticas públicas permanentes.

Al decir de las Organizaciones de Derechos Humanos, el Presidente Gabriel Boric ha dado muestras de compromiso, generando acciones que además buscan definir políticas de estado en estas materias, como lo es El Plan Nacional de Búsqueda.

Saludamos este esfuerzo y esperamos que se mantenga en el tiempo y se sume a otras políticas públicas en estas materias.

Reconocemos con orgullo a cada una de las mujeres y hombres que de algún modo sufrieron la Dictadura y todo lo que ello implicó en sus vidas. Nos enseñaron que cuando se lucha por una causa, no puede haber límites en la entrega y el compromiso.
Son ustedes quienes hoy mejor saben, que no se pueden conmemorar estos 50 años del Golpe de Estado, sin antes conocer el proceso social que llevó a la victoria al Presidente Allende y a la Unidad Popular.
Admiramos a quienes nunca han dejado de luchar por verdad y justicia.
Saludamos fraternalmente a las Compañeras y Compañeros que mantienen intacta la convicción y el compromiso de seguir trabajando por una sociedad más justa y por generar las condiciones adecuadas para la vida plena.

Estas son nuestras razones.

Finalmente reafirmamos que somos un Partido Democrático, que jamás ha abandonado sus principios y que hoy desde Magallanes, renueva el compromiso con el pueblo de Chile para seguir empujando las transformaciones que el país necesita.