Hacienda reconoce probidad, profesionalismo y capacidades técnicas de funcionarios exonerados y ejecutados durante la dictadura en Magallanes
Washington Honorato Gómez Oyarzún, expulsado de Tesorero Regional y Ramón González, asesinado por orden del general Sergio Arellano Stark en la ciudad de Porvenir fueron por primera vez destacados por su cualidades de servidores públicos.
El 6 de noviembre de 1978, a las 18:00 horas, el general Covarrubias, con gesto serio, le entregó el decreto que formalmente lo exoneraba de su trabajo. La respuesta de Washington Honorato Gómez Oyarzún no se hizo esperar, cargada de una mezcla de incredulidad y coraje le espetó: «Hasta esto lo hacen mal, ustedes. Me está exonerando como Tesorero ‘Provincial’ de Magallanes y yo no tengo ese cargo. ¿Qué haría usted, si lo destituyeran como Coronel en lugar de General?, le dije. Estoy convencido de que no hay mal que dure cien años y que algún día alguien reconocerá la injusticia que hoy se comete”.
Washington Gómez recuerda la historia con memoria fotográfica. Vestido impecablemente con un traje negro, camisa blanca, una humita lila y un pañuelo del mismo color colgando del bolsillo izquierdo, recibe el reconocimiento con gratitud: «Esperé 44 años y estoy muy agradecido, ya que constituye un regalo hacia mis últimos días, porque nunca me imaginé que iba a tener esta oportunidad «, dice a pocos días de cumplir 93 años.
Comenzó su carrera a los 19 años y fue exonerado mientras ejercía como el primer Tesorero Regional de Magallanes el año 1978, y no provincial como decía el decreto, recalcó.
Ramón Domingo González Ortega, contador de carrera del Servicio de Impuestos Internos no pudo recibir el reconocimiento. Tenía 37 años cuando fue ejecutado en la ciudad de Porvenir, junto al profesor Carlos Raúl Baigorri Hernández, y el trabajador de Socoagro, Germán Simón Cárcamo Carrasco.
La historia de Ramón se resume de la siguiente manera: Luego de graduarse del liceo comercial de Chillán, decidió postular al Servicio de Impuestos Internos, ganando un concurso que marcó el inicio de su carrera en la función pública. Siempre mostró un fuerte interés por perfeccionar sus conocimientos, siendo un estudioso apasionado, incluso obsesivo. Su mayor desafío lo llevó a Magallanes, donde obtuvo el título de contador.
Sin embargo, su última misión lo llevó a intervenir en una cooperativa en la ciudad sureña de Porvenir, una tarea que lamentablemente no pudo concluir. Fue víctima de un acto de violencia despiadada y ejecutado durante la dictadura militar, por orden telefónica del general Sergio Arellano Stark, el mismo líder de la infame Caravana de la Muerte en el norte del país. Este trágico episodio dejó una profunda cicatriz en la historia de Chile y en el corazón de su familia.
Tanto Ramón como Washington no tenían afiliaciones políticas; su único compromiso era hacer bien su trabajo.
“Estos actos de reconocimiento a personas que fueron vulnerados sus derechos humanos cobra especial relevancia a 50 años del golpe militar, y como gobierno del presidente Gabriel Boric tenemos el deber de no solamente visibilizar los lugares donde se cometieron mutilaciones de derechos humanos, como recientemente se reconoció el Estadio Fiscal, sino también rescatar la vida de las personas que fueron injustamente exoneradas, torturadas, y ejecutadas, como es el caso de Ramón González”, resaltó José Ruiz Pivcevic, Delegado Presidencial Regional.
La autoridad señaló que este acto dignifica en parte y da justa memoria a un hecho que nunca más debe repetirse y para que no ocurra se hace necesario visibilizarlo. “Es un recordatorio constante de la importancia de la dignidad humana. Esto también contribuye a la educación cívica y al entendimiento de las consecuencias de la vulneración de los derechos humanos. Por eso, en el Gobierno de Gabriel Boric, el llamado es a ser guardianes de la memoria. Todos tenemos la responsabilidad de asegurarnos de que las lecciones del pasado no se pierdan en el tiempo”, precisó.
Por su parte, el seremi de Hacienda, Álvaro Vargas explicó que el acto fue preparado en un trabajo conjunto de varios meses con las agrupaciones de DDHH, los distintos gremios asociados al Ministerio de Hacienda, las direcciones de servicio, la Universidad de Magallanes, y la Delegación Presidencial Regional.
“A 50 años del golpe de estado es más importante que nunca recordar que cuando la democracia se quiebra, cuando el poder se concentra y se toma con violencia, no importan los años de historia institucional, no importan los años de intachable labor en el servicio público, el carácter arbitrario de una dictadura ejerce su tiranía sobre cualquiera que ellos consideren opositor”, aseguró.
La Presidenta de la Asociación Nacional de Empleados de Impuestos Internos, Evelyn Apeleo, quién viajó desde Santiago especialmente para esta ocasión, expresó su beneplácito por la iniciativa tomada desde la Seremía de Hacienda para reconocer, junto a los gremios y organizaciones de derechos humanos, a sus funcionarios que sufrieron muerte y represión por parte de la dictadura militar.