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El mapa geopolítico de América Latina en el tercer decenio del siglo XXI | Manuel Luis Rodríguez |

El mapa geopolítico de América Latina en el tercer decenio del siglo XXI | Manuel Luis Rodríguez |

Vivimos un mundo incierto.

Tres focos de tensiones en el mundo: Medio Oriente, Ucrania y el Sudeste asiático, nos recuerdan en este comienzo de 2024, que vivimos en una fase de incertidumbre y de inseguridad en el sistema internacional. Nada nos permite pensar o creer que quienes toman las decisiones de las guerras y desencadenan los conflictos, van a guiarse por los buenos ideales de paz, de democracia o de respeto a los derechos humanos.

Por el contrario, Rusia invade Ucrania y emprende una guerra de larga duración, una guerra de desgaste que costará a Europa, a Rusia misma y al mundo occidental, miles de millones de sus monedas, para financiar y colocar los armamentos más sofisticados en el campo de batalla, sin importar demasiado los costos humanos y la destrucción del territorio y las ciudades ucranianas.

Seamos realistas: la guerra ucraniana iniciada en 2014 en el Donbass ha costado más de medio millón de muertos a Ucrania y varios millones de ucranianos dispersos por Europa, mientras la OTAN, la verdadera alianza rival de Rusia en el teatro europeo, despliega sus sistemas de armas acercándose a la frontera rusa.

En un mundo imprevisible como el actual son los poderosos los que gobiernan la escena geopolítica y económico: el que tiene poder lo utiliza para imponer sus intereses y el débil solo tiene alguna posibilidad de aliarse con algún otro poderoso que le haga contrapeso.

El mundo de hoy parece gobernarse por la ley de la selva, como lo señalaba Thomas Hobbes en El Leviatán, donde la rivalidad hegemónica es la regla y la paz y la estabilidad son la excepción.

Misma incertidumbre arroja el dramático conflicto entre Israel y el pueblo palestino, donde tras los ataques de Hamás en territorio israelita, causando varios cientos de muertos, las fuerzas militares israelitas desarrollan una campaña de exterminio en el territorio palestino de Gaza y de la Cisjordania. Más de 20 mil muertos civiles, mayoritariamente niños y mujeres palestinos, bien puede señalarse como un desvastador crimen de guerra y crimen contra la humanidad, perpetrados por Israel, en una zona donde el conflicto étnico, geopolítico y religioso entre palestinos e israelíes no ha cesado de ensangrentar ese espacio desde 1948 hasta hoy.

Guerras desiguales, conflictos asimétricos, amenazas híbridas, como lop que sucede en el Golfo Pérsico una de las zonas calientes de tránsito marítimo internacional, por donde circula el transporte de petróleo desde Medio Oriente hacia todo el mundo.

En el sudeste asiático, además, se libra una silenciosa batalla política, militar, geopolítica, tecnológica y económica entre la potencia china y la potencia estadounidense, por asegurar la hegemonía del océano Indico y del Pacífico, el mayor océano del planeta. Allí se cruzan los intereses geopolíticos y las necesidades geoestratégicas de EEUU, China, Australia, Francia, Inglaterra, India, Filipinas, Japón y las potencias industriales de la zona.

¿Cómo se sitúa América Latina en este escenario de inestabilidad?

El mapa geopolítico de América Latina invita a la prudencia, al realismo y a la defensa de los intereses nacionales frente a la voracidad y la rivalidad hegemónica de las grandes potencias políticas y económicas del mundo.

Mientras estos escenarios de conflicto acentúan la inestabilidad e incertidumbre, América Latina intenta salir gradualmente del impacto económico de la crisis del covid19, en un cuadro complejo donde se manifiestan la crisis de la inflación especialmente en Argentina, la crisis migratoria y humanitaria en América Central y América del Sur producto de la masiva emigración venezolana, el incremento gradual de la guerra contra el narcotráfico y el crimen organizado, y el creciente impacto de las tendencias y grupos de extrema derecha que ponen en tensión los sistemas democráticos.

En América Latina están también en zona de riesgo los sistemas políticos democráticos y el Estado de Derecho, como en Venezuela y Nicaragua, en Guatemala y El Salvador, en Perú y en Ecuador, amenazadas por el peligro de la deriva autoritaria, de la regresión militarista y del nacionalismo fanático.

No puede perderse de vista que, siendo realistas una vez más, América Latina y el Caribe es el escenario de una rivalidad silenciosa pero intensa entre Estados Unidos y la República Popular China, por lo menos desde el año 2000 en adelante. Ambas potencias despliegan sus recursos, sus inversiones, sus empresas, sus fuerzas institucionales, por tratar de prevalecer sobre la región latinoamericana y especialmente sobre los recursos naturales.

¿Quién controla hoy el litio, el petróleo, el gas natural, el hierro, los recursos pesqueros y forestales, las tierras agrícolas, quién controla el agua en América latina?.

¿Quiénes controlan la matriz energética en la región latinoamericana? ¿Quién controla en realidad las fronteras entre los países latinoamericanos, mientras las redes del tráfico de drogas y el crimen organizado extienden sus tentáculos desde México a la Tierra del Fuego?

América Latina es también hoy, y en el futuro previsible, un espacio especialmente sensible a los impactos del cambio climático, causando desastres y emergencias climáticas, migraciones forzadas y deterioro del entorno natural para la agricultura y la pesca. La pobreza continúa siendo uno de los mayores problemas geopolíticos de América Latina: la tasa de pobreza se mantuvo estable en América Latina en 2023, afectando a unos 183 millones de personas, en un contexto generalizado de bajo crecimiento económico, según cifras de Cepal, en un continente gobernado bajo las reglas de la ideología neoliberal y del estado subsidiario.

La pobreza afectará este año al 29,1% de los latinoamericanos.

La soberanía de los Estados latinoamericanos está puesta en riesgo por las grandes corporaciones transnacionales bancarias, financieras, comunicacionales e industriales que operan por encima de las fronteras nacionales, por los paraísos fiscales del Caribe donde se esconden miles de millones de dólares en capitales de poderosos empresarios y políticos, privando a los Estados de acceder a cuantiosos impuestos y tributos.

Manuel Luis Rodríguez U.

Fundación Latinoamericana de Política y Prospectiva | FLAPP Chile.

Magallanes, enero 6 de 2024.