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INACH comparte trabajo científico con bases antárticas de la República Popular China, Uruguay, Perú y Corea del Sur

INACH comparte trabajo científico con bases antárticas de la República Popular China, Uruguay, Perú y Corea del Sur

En reciente viaje a la Antártica el director (s) del INACH Andrés López pudo conocer el trabajo científico en las bases Great Wall (China), Artigas (Uruguay) y King Sejong (Corea del Sur). Asimismo, en la base Escudero recibió al CN Diego Gago, Cdte. del BAP “Carrasco” (Perú), que apoyó investigaciones oceanográficas del Programa Nacional de Ciencia Antártica.

En territorio antártico, donde no existen soberanías establecidas ni límites nacionales definidos, sino solo reclamaciones de distintos Estados congeladas bajo el Tratado Antártico, el conocimiento científico se comparte entre científicos que conviven en bases antárticas y centros de investigación que se encuentran a pocos kilómetros de distancia unas de otras.

La negociación del Tratado Antártico en diciembre de 1959 siguió al éxito del Año Geofísico Internacional (AGI, 1957-58). Desde ese momento, la investigación científica ha sido la principal actividad en el continente antártico. Tanto el Tratado Antártico como el Protocolo sobre Protección del Medio Ambiente, enfatizan la importancia de la ciencia y de la cooperación científica en el sistema del Tratado Antártico. El Artículo II del Tratado expresa que: “La libertad de investigación científica en la Antártida y la cooperación hacia ese fin… continuarán”. De acuerdo con Artículo III las Partes acuerdan proceder al “… intercambio de observaciones y resultados científicos sobre la Antártida, los cuales estarán disponibles libremente”.

Además de los signatarios originales, la participación en la toma de decisiones está limitada a los países que demuestren interés en la Antártida “mediante la realización en ella de investigaciones científicas importantes”. (Artículo IX.2).

El Protocolo sobre Protección del Medio Ambiente, en su Artículo 2, designa a la Antártida como una como “reserva natural, consagrada a la paz y a la ciencia”.

La ciencia antártica ha llevado a avances tales como el descubrimiento del agujero de ozono (1985) y la reconstrucción climática de los últimos cientos de miles de años. La RCTA, con el asesoramiento experto del Comité Científico de Investigaciones Antárticas (SCAR) y el Consejo de Directores de Programas Antárticos Nacionales (COMNAP), ha adoptado numerosas medidas sobre cooperación en materia científica y en cuestiones operacionales tales como telecomunicaciones, meteorología, transporte y otros temas de relevancia para los programas de investigación antártica.