EDITORIAL | Policías y militares para combatir el narcotráfico
Se ha instalado en la opinión pública un debate sobre la eventual participación de fuerzas militares en la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado. Una primera respuesta a esta demanda, que parece ser justa y necesaria, la dieron los propios comandantes en Jefe de las FFAA en la más reciente reunión del Consejo de Seguridad Nacional: los militares no están preparados ni entrenados ni disponen del equipamiento adecuado para participar en labores de orden público. Los hechos después de octubre de 2019 así lo demuestran.
La experiencia de México debiera servir de ejemplo para analizar una cuestión como ésta: con un Ejército completamente involucrado en la guerra contra el narcotráfico, el aumento de la tasa de homicidio a partir del año 2015 y tendencia en los años siguientes fue peor en esta materia desde el 2011, al tiempo que la criminalidad aumenta y la circulación de drogas se incrementa en dirección a EEUU, refuerzan una vez más la convicción de que la llamada “guerra contra las drogas” en México ha fracasado.
Los ideólogos del militarismo se equivocan al creer que poner a militares en los territorios para luchar contra las bandas de narcotráfico, va a disminuir la sensación de inseguridad en la población. Al contrario, la guerra contra el narcotráfico, con un componente militar, va a producir un aumento del poder de fuego de los carteles y bandas criminales y las muertes «colaterales» van a incrementarse.
No sería positivo que las instituciones en Chile se desentiendan de la realidad comparada en otros países, pero al mismo tiempo, si el combate al narcotráfico y el crimen organizado se centra en las policías en Chile, será necesario separar las cifras y las realidades del fenómeno delictivo, respecto de la sensación de inseguridad que insisten en mostrar los grandes medios de comunicación social en nuestro país. En todo caso, esa participación militar en tareas de orden público depende de una legislación clara y precisa sobre uso de la fuerza y protección de infraestructura crítica.
Las FFAA no están preparadas para participar en la lucha contra el narcotráfico, pero pueden cumplir un rol relevante y eficaz en materia de inteligencia, para la detección y desarticulación del crimen internacional organizado.
Son Carabineros y la PDI las entidades responsables de desarrollar y aplicar una política consistente contra el narcotráfico y el crimen organizado y esa responsabilidad cuenta con el apoyo de todas las instituciones del Estado y la ciudadanía que comprende su tarea estratégica para ofrecer seguridad a toda la comunidad.
Punta Arenas, 13 marzo 2024.-