contadores web

En busca de la confianza perdida | Víctor Maldonado | Opinión

En busca de la confianza perdida | Víctor Maldonado | Opinión
  • En el Senado se acaba de incumplir un acuerdo básico, rompiendo una tradición largamente respetada. Como resultado, el sustento básico sobre el que se construye la gobernabilidad de la institución queda tambaleando.
  • Se puede incumplir un acuerdo, ganar el quién vive y en un día triunfar en una elección, pero lo que no se puede conseguir es que los efectos dejen de prolongarse y expandirse, como cuando una piedra es arrojada a una laguna.
  • Lo que sucede es que la onda expansiva, producto de haber incumplido la palabra, se irradia en replicas equivalentes. Es en esta etapa en la que estamos y no vamos a decir que el ambiente en el Senado sea el mejor.
  • Los impenitentes actuarán como lo que son y confiarán en que su falta sea borrada por la próxima coyuntura. Como son superficiales, buscarán que este episodio no le importe a nadie y esperarán disolver lo acontecido con un tratamiento banal como algún truco retórico. Puede ser que se estén excediendo.
  • Con el tiempo, los efectos de lo acontecido esta semana alcanzarán a sus principales promotores. Quienes lo apuestan todo al corto plazo suelen terminar perdiéndolo todo en el largo, pero cada cosa cuando corresponda. Ahora, hay que proceder al fatigoso esfuerzo de enmendar el estropicio cometido.
  • Para estar enojados unos con otros no necesitamos el Parlamento, naturalmente los conflictos se presentan todos los días. Pero si se crearon instituciones como el Congreso, es para encontrar cauces que permitan tratar las diferencias.
  • Y como lo necesitamos, el Senado debe reconstituirse, practicando en casa lo que antes pudo conseguir representando a los distintos intereses de la sociedad. No se conoce ningún procedimiento que deje de partir por el reconocimiento de la falta. ¿Qué se va a recomponer si nada se ha estropeado? Para faltar a la palabra se necesitan excusas, para reconstituir confianzas se necesita la verdad.
  • Nada se puede lograr en este asunto de la noche a la mañana, pero los grandes incumplimientos primero se frenan y se revierten después, partiendo por nuevos y pequeños compromisos que sí se cumplen.
  • El camino va despejando al grupo de los que están enmendando conducta, de los que persisten en actuar con rectitud solo cuando les conviene. Si con esto no entendieron, ya no entenderán y no hay que perder el tiempo con ellos.
  • La incógnita más importante para despejar en estos días es si este episodio será considerado por ambas partes como una lamentable excepción o si inaugura una relación entre rivales basado en el predominio por cuentas mínimas.
  • Esta segunda opción es suicida para cualquier gobierno, presente o futuro, y nos encamina, junto a otros factores (tales como la debilidad de los partidos), a ser un caso de democracia de “baja intensidad” o de mínimas credenciales. Si esto último sucede, este Senado será el que deje el más triste recuerdo.
  • Los “niños símbolos” del mal paso no servirán de puente entre las partes del conflicto, pero quien tiene un papel insustituible que cumplir es el presidente del Senado. Ya sabemos cómo llegó, pero ahora corresponde ver cómo es que actúa en el rol. Los primeros pasos importan mucho. ¿Cuál será, entonces, el gesto de paz que se ofrezca al oficialismo? Las horas pasan y la espera sigue.

Víctor Maldonado R.

________

Las opiniones vertidas en las Columnas de Opinión, se basan en el pluralismo de las ideas, son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no representan necesariamente el pensamiento ni la línea editorial de OVEJERO NOTICIAS.