4 al 9 de julio de 1843 | El viaje de la goleta «Ancud» a la toma de posesión del estrecho de Magallanes | Historia y memoria

Martes 4 al domingo 9 de julio de 1843: en dirección al océano.
El martes 4 de julio, temprano en la mañana alistaron todo para zarpar.
En la mañana, el marino Juan Yate se ofreció para acompañar a la goleta, en calidad de Práctico, por lo menos hasta el punto más austral del archipiélago de Chonos.
Juan Guillermos aceptó el ofrecimiento, a cambio de llevarlo a la caleta donde estaba su chalupa cargando maderas: para el capitán de la «Ancud» resultaba evidente que un hombre práctico en estos canales valía enormemente, más aún si se considera que no disponían de cartas náuticas para navegar, ni había isla o archipiélago que hubiese sido reconocido.
Intentaron zarpar pero un fuerte temporal del NW. se los impidió durante todo el día.
A las 08.15 horas de la mañana del miércoles 5 de julio se embarcó Juan Yates en la goleta y dieron la vela en dirección SE. Penetraron por el canal Moraleda, donde apreciaron una abundante vegetación y siguieron ese mismo día por el canal Errázuriz. Avanzaron unas 30 millas hacia el sur y con viento fresco todo el día: hacia el fin de la tarde surgieron en la costa Este de la isla Luz.
El jueves 6, continuaron por el canal Errázuriz costeando la isla Luz a su estribor y doblaron con calmas y ventolinas del Oeste por el canal Vicuña, teniendo la isla Humos a su babor, en dirección del océano Pacífico. En la noche siguieron navegando, pero a las 03 de la madrugada fondearon en el sector denominado Pájaros Niños.
En la mañana del viernes 7 de julio, dieron la vela con viento del NE., enfrentaron el canal Wickham, doblaron por la península Skyring y la punta Seal en dirección a la península Tres Montes la que ya divisaban en el horizonte.
Desde las 14 horas de la tarde en adelante, comenzaron a recibir fuertes vientos y chubascos de diversas direcciones que hacían tumbar la goleta. Fondearon en una angostura hasta el fin de la tarde, cuando volvieron a levar anclas, con algún viento y chubascos.
A partir de las 10 de la noche, cuando los vientos calmaron, hubieron de continuar con la goleta a remos y a continuación, la goleta debió seguir remolcada con la chalupa hasta alrededor de las 3 de la madrugada del día siguiente. Entonces, se quedaron al pairo ([1]) y descansaron algunas horas.
El sábado 8 de julio amanecieron recalados entre la punta James y la punta Rescue, en un abra donde recibían una brisa débil. Zarparon nuevamente hacia las 10 de las mañana, aprovechando la marea que los tomó a favor y siendo remolcados por la chalupa.
A media mañana el viento comenzó a soplar del SSE. por una hora, aflojando a continuación: quedaron entonces voltejeando ([2]) teniendo viento y marea contrarios.
Apenas avanzaban y estaban sometidos a la fuerza de los elementos en pleno océano Pacífico. Se aproximaron a la costa para capear los vientos.
Como observaran en la mañana una colonia de lobos marinos en las proximidades de la punta Pringle, enviaron una chalupa con el voluntario B. Phillipi y dos marineros, para aprovisionarse. Regresaron hacia las 4 y media de la tarde con 14 cueros de lobos y tres lobos completos y algunas partes comestibles de los animales cazados, para incorporarlos a la alimentación de a bordo.
Habían avanzado solo 7 millas, de manera que dieron fondo próximos a la costa, a la espera de mejores condiciones.
En la mañana del domingo 9 de julio levaron el ancla y continuaron a remo hasta las 2 de la madrugada del lunes 10, surgiendo entonces en otra caleta al abrigo de las mareas y vientos.
[1] Al pairo: la embarcación queda en un punto del mar con sus velas arriadas, por lo que no avanza ni retrocede, sin vientos ni mareas que la muevan.
23 Voltejear: navegar alternativamente de una y otra banda. Ver: Diccionario Náutico en Anexos.
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Extracto del ensayo histórico: Manuel Luis Rodríguez: Rumbo al Sur. El histórico viaje de la goleta Ancud al Estrecho de Magallanes, 1843. Punta Arenas, 2004″.
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