Pequeña historia natalina, por Ramón Arriagada Empresario

Pequeña historia natalina, por Ramón Arriagada Empresario

 

ramonarriagadaHabiendo logrado un aceptable conocimiento de la Historia de Puerto Natales, mentalmente en principio, pero después ante la necesidad pedagógica de exponerla, he fijado los hitos importantes de la existencia de esta ciudad nuestra, que hace poco sobrepasó los 100 años de vida.

Hay un acuerdo tácito entre los dedicados a estudiar nuestra historia, que sus inicios no  se dan junto con el Decreto Supremo de fundación legal del poblado, es decir, el día 31 de mayo de 1911. Antes ya poblaban Ultima Esperanza, alrededor de 300 colonos en su mayoría de origen europeo:  alemanes, franceses e ingleses. Son aquellos que encontró el árbitro  inglés en 1902 posibilitando que los territorios de Ultima Esperanza fueran chilenos.  Se le llamó “soberanía por presencia”.  Lo triste de esta parte del relato, se viene, cuando en 1905,  vergonzosos remates en Santiago, posibilitan que las tierras  ocupadas por los primeros colonos,  fueran asignadas  a la Sociedad Explotadora Tierra del Fuego.  En el calendario de nuestra historia, la etapa fundacional  termina con una  injusta expulsión,  para dar paso a la   constitución de la Gran Empresa Capitalista de la Tierra ( 1906-1915).

Iniciados los trabajos en campos y frigoríficos, había que traer fuerza de trabajo. Esta mano de obra llegó a partir de 1915, preferentemente desde Chiloé;  donde la Explotadora a través de Braun y Blanchard instaló sus oficinas de enganche. Pero cometió un error la gran empresa, quiso poblar Ultima Esperanza con hombres solos. El capital y el trabajo se enfrentaron en los sucesos de Bories y Natales (23 de enero de 1919).  Los territorios patagónicos registran la contradicción del sistema de generación de riquezas, a partir de la transformación de la naturaleza y la explotación de la mano de obra asalariada.  Con la represión en la huelgas de los peones de la provincia argentina de Santa Cruz ( 1922), los vencedores dejaron en evidencia la  no tolerancia en sus territorios de nuevas interferencias por conflictos y peticiones  de los asalariados.  Es otra etapa de nuestro desarrollo histórico,  Fulgor y decadencia de los movimientos sociales ( 1915-1922).

Lo  traumático del aplastamiento de los conflictos sociales y la subordinación de la estructura social  para un quehacer sin sobresaltos de las grandes empresas de la tierra,  inician la instancia de una “meseta histórica”, plana y poco atractiva para el lector. Es tal que Mateo Martinic  al hacer referencia a estos años, los designa como “Los años de largo sosiego” ( 1921-1951).  Larga siesta patagónica, sociológicamente interesante, pues se produce un énfasis de la radicación de la población chilota en nuestros territorios.

Con la finalización de la década de los cuarenta del siglo pasado, nuestra mano de obra, deja de ser campesino y matarife. Argentina prohíbe el paso de animales en pié a Chile; decae la actividad frigorífica donde se faenaban cerca de medio millón de corderos. Cierra el Frigorífico Natales (1947). Pero se abren las perspectivas de trabajo en Río Turbio con la explotación del carbón de la Mina San José y la construcción del ferrocarril Rio Turbio- Gallegos ( 1950).   En la reconversión, nuestra mano de obra se transforma en minera.

Los  años de Puerto Natales como ciudad apéndice económica de la República Argentina, es parte de otro capítulo de nuestra historia, reciente, pero no menos importante de contar.