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Senado aprueba cambio de sexo legal en el Registro Civil, pero exige certificados médicos

Senado aprueba cambio de sexo legal en el Registro Civil, pero exige certificados médicos
SALA SENADO CONGRESO NACIONAL VALPARAISO
SALA SENADO CONGRESO NACIONAL VALPARAISO

Si bien la iniciativa es mejor y radicalmente distinta al proyecto original, continúa excluyendo a niños y niñas e impide que transexuales casados rectifiquen su partida de nacimiento

Movilh anunció marcha por El interés Superior del Niño para el 1 de julio

Contando con la presencia de la ministra vocera de Gobierno, Paula Narváez, la Sala del Senado continuó ayer por segundo día consecutivo con el debate y la votación del Proyecto de ley de Identidad de Género, el cual ya suma cuatro años de tramitación.

La Sala aprobó que las personas transexuales mayores de 18 años puedan cambiar su nombre y sexo legal en el Registro Civil, sin duda el aporte más significativo de la norma, en tanto termina con la judicialización total del proceso que rige en la actualidad.

La indicación para trasladar el trámite al Registro Civil fue propuesta por el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) fue aprobada por 17 votos contra 13, sin embargo el Senado acordó exigir exámenes médicos para acceder a dicho derecho, ganando esta patologizante medida por 12 votos contra 7. A la par, el proyecto  impide a niños, niñas y  personas casadas la rectificación de la partida de nacimiento.

Punto a favor es que por 12 votos contra 6 se rechazó la idea de que terceros puedan oponerse al cambio de nombre y sexo legal, mientras que ayer tampoco se aprobó la intención de no definir la identidad de género en el proyecto.

El proyecto en cuestión es así mucho y mejor que el original, el cual sólo trasladaba desde tribunales civiles a los de familia el proceso de cambio de nombre y sexo legal, sin embargo, violenta las libertades y el interés superior del niño al excluir a los menores de 18 años y a los casados.

Ante esto y para perfeccionar el proyecto el Movilh anunció para el 1 de julio “la Primera Marcha por el Interés Superior del Niño. Aquí los niños y niñas trans están siendo tratados como enfermos. La exigencia de certificados médicos es abusiva, inhumana y patologizante”

 

 Otros debates e historia de la ley

El proceso de esta jornada estuvo cruzado por una declaración del Movilh que leyó el senador Guido Girardi y donde la organización acusó de “reduccionistas” a quienes suponen que la masculinidad o feminidad se define sólo por los  genitales. Ello, provocó el enojo del senador Juan Antonio Coloma, quien insistió con que sólo los hombres nacen con pene y las mujeres con vagina, llevándose este debate varios minutos de la sesión.

Otra polémica la desató el senador Andrés Allamand cuando recordó que el proyecto de ley original presentado por organizaciones de la diversidad sexual sólo permitía el cambio de nombre y sexo legal en tribunales y no en el Registro Civil. Entre los responsables de ello el senador Allamand mencionó al Movilh.

Al respecto el dirigente del Movilh, Rolando Jiménez enfatizó que “Allamand falta a la verdad. Nuestra organización jamás aceptó, ni apoyó el proyecto original. Por eso impulsamos variadas indicaciones, algunas de las cuales vieron luz verde y otras esperamos que sigan por igual camino en la Cámara de Diputados”.

En efecto, el proyecto de ley comenzó su tramitación el 13 de mayo del 2013 y en su versión original el trámite para el cambio de nombre y sexo legal era casi idéntico a la actual legislación, lo que llevó a una activa movilización del Movilh y del Sindicato Amanda Jofré en el Congreso Nacional, en el Gobierno, en las calles y ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Las indicaciones del Movilh trasladaban el trámite el Registro Civil, impedían la exigencia de certificados médicos o psiquiátricos, así como la oposición de terceros, además de permitir que niñas, niños y adolescentes rectificaran su partida de nacimiento.

“Todo esto lo teníamos aprobado hasta el año anterior, pero negociaciones entre gallos y medianoche dejaron sólo el cambio de nombre y sexo legal para mayores de 18 años en el Registro Civil, sin la oposición de terceros”, recordó Jiménez.

El debate y votación en la Sala del Senado no terminó hoy, por lo que continuará el próximo martes, pero ya para ver asuntos menores.

La celeridad en la tramitación de la Ley de Identidad de Género alcanzada en los últimos meses es parte de la solución amistosa que el Estado firmó con el movimiento LGBTI con la mediación de la CIDH.

 

Lectura del senador Girardi

A continuación se reproduce el mensaje leído del Movilh, leído por el senador Girardi en el hemiciclo:

“Constituye tortura tratar a las personas con un nombre y sexo que no las identifica, obligándolas desde pequeñas a desarrollar una vida que no es la suya, sino las proyecciones o deseos de otros.

Senadores, senadoras, los invitamos a pensar como se sentirían si hubiesen sido obligados a vivir según un sexo que nos los identifica. Si naciendo hombres, les asignaran una identidad legal femenina o, si siendo mujeres, las obligaran a usar los baños de hombres y a exponer su intimidad. Vivirían abusos y desconsuelos permanentes.

Si ustedes estuvieron seguros a temprana edad sobre si eran hombres o mujeres no fue por sus gentitales.  Fue porque así lo sintieron, así les fluyó, sin que nadie les dijera nada. La naturaleza no recibe órdenes.

Sentir, fluir y ser es lo que negamos a las personas trans cada vez que las tratamos con un nombre y sexo ajeno a su identidad. El problema se acrecienta cuando existen barreras estatales para recuperar legalmente la naturaleza arrebatada al nacer por prejuicios o ignorancia.

Si alguien nace con pene o vagina, asumimos automáticamente que es hombre o mujer, en forma respectiva, y comenzamos, queriéndolo o no, a dirigir su forma de vida hacia lo masculino o femenino, sin cuestionamientos, sin peguntarnos si con ello violentamos la dignidad humana.  Pero si la persona nacida con pene verbaliza que es mujer, asumimos que es un error que debe corregirse o que el futuro podría variar.

Genitalizar a la persona implica ver sus sentimientos, raciocinios y deseos sólo a partir de lo que está entre las piernas.  Tal mirada reduccionista provoca daños concretos, estando en el extremo los asesinatos transfóbicos.

Lamentamos profundamente que el proyecto que hoy se discute deje fuera de su amparo a los niños y niñas trans. Ello violenta el interés superior del niño. También lamentamos que este proyecto impida a las personas casadas cambiar su nombre y sexo legal, aún cuando la legislación actual si lo permite.

Pese a todo, hoy marcamos un hito en la tramitación de esta norma, tras el primer proyecto de ley sobre la materia que ingresamos al Parlamento en 2008. Hoy pedimos el cese de los obstáculos, la agilidad en el trámite y el despacho en breve de este proyecto para continuar su segundo trámite y así avanzar por nuevos caminos hacia la igualdad y el real respeto a los derechos humanos”.