Una doctrina universal por los derechos de las personas en todo el mundo – Manuel Luis Rodríguez – Opinión

Hoy 10 de diciembre se conmemora un nuevo aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, firmado por las naciones del mundo en Naciones Unidas en 1948.

La universalidad de los derechos humanos es un patrimonio irrenunciable y permanente de toda la humanidad.

Toda forma de violación a los derechos de un grupo, sector o segmento social, cultural, racial o étnico de las personas, constituye una transgresión a los derechos humanos de todos los seres humanos.

La solidaridad de todos los ciudadanos con la doctrina de los derechos humanos es parte del patrimonio histórico de los chilenos, de los latinoamericanos que, en el pasado, resistieron las dictaduras y la opresión y en el presente, se movilizan por la extensión de los derechos ciudadanos y también por el ejercicio efectivo de los deberes cívicos.

Los derechos humanos constituyen un horizonte siempre abierto de posibilidades para ampliar la democracia, profundizar la calidad de vida y el desarrollo sustentable y humanos de las personas, las comunidades y los territorios.

La democracia es el fundamento político, social y cultural que hace posible que los derechos humanos se cumplan, de manera que toda carencia, toda forma incompleta de ejercicio de los derechos cívicos, constituye un atropello a los derechos humanos de toda la Humanidad.

Manuel Luis Rodríguez U.