Estudiantes de la UMAG compartieron experiencias de aprendizaje y aplicación de tecnologías asistivas

En el contexto de la finalización de la asignatura “tecnologías asistivas y productos de apoyo” dirigida por la académica Marcela Gómez, alumnos y alumnas de tercer año de la carrera de Terapia Ocupacional de la Universidad de Magallanes (UMAG), expusieron sus trabajos en torno a la confección de ayudas técnicas a bajo costo, cuya aplicación fue en directo beneficio de personas con discapacidad de la comunidad magallánica. 

El seminario de cierre se denominó “Co construyendo realidades a bajo costo”, ya que, además de la baja inversión que representa la adquisición de los materiales, cada uno de los proyectos estudiantiles se realizó de la mano con los usuarios involucrados en la experiencia de aprendizaje y el proceso de mejora que contempla la atención con estos dispositivos destinados brindar una mayor autonomía de las personas en el desempeño de sus actividades diarias.

La docente Marcela Gómez, explicó que, en esta asignatura, “los estudiantes aprenden a diseñar tecnologías de asistencia para personas en situación de discapacidad de la red cercana. Así, ellos van vinculándose con distintas realidades en un trabajo donde el énfasis es la co construcción de realidades a bajo costo que tiene que ver con que las personas, a través de un dispositivo, que, en este caso, es una ayuda técnica, una asistencia tecnológica, experimentan un antes y un después en su vida diaria”.

En total fueron 11 presentaciones, 4 plenarios de discusión y dos exposiciones tituladas “en primera persona”, donde familias y usuarios contaron su experiencia al ser beneficiados con este programa de asistencia que impulsa la carrera desde 2014. “Aquí 10 familias que fueron facilitadas con este modelo, diseñándose alrededor de 50 o 60 dispositivos de asistencia para las personas y todo a un bajo costo, porque el requisito era que los estudiantes no gastaran más de 10 mil pesos”, precisó Gómez.

En relación a los temas abordados, se mostró una variedad de casos tales como la inclusión escolar, el cuidado de un familiar con demencia, la aplicación en una persona con diagnóstico de artrogriposis múltiple, con la enfermedad artritis reumatoide, en usuarios con deterioro cognitivo, con lesión medular, entre otros. De igual forma y de manera transversal, se habló de la importancia de esta metodología de aprendizaje-servicio para poder desarrollar mayor investigación en el área de Terapia Ocupacional.

“Lo profundo de esto es interesarte por la situación del otro, aprender colaborativamente en esta metodología aprendizaje-servicio. Este año, contamos con una práctica asociada al seguimiento de más de 50 casos de personas que han sido beneficiadas desde el 2014 a la fecha con estos dispositivos y a partir de los cuales hemos podido evidenciar que lo que les hacemos dura, que sirve, que los materiales que se utilizan resisten”, sostuvo la académica.

El estudiante Bastián Villagrán y su equipo de trabajo compuesto además por las alumnas Arantxa González, Valentina Letelier y la terapeuta ocupacional Fernanda Carrillo, llevaron a cabo el seguimiento a un niño con parálisis cerebral y su inclusión en el contexto educativo.

Según cuenta Bastián, “aplicamos un dispositivo postural, cuya la finalidad es mejorar el control postural a nivel de cintura escapular y cintura pélvica, es decir se liberan las extremidades superiores y tienes mayor alcance y mayor movilidad y agarre. También un atril que es para que nuestro usuario tenga posibilidades a realizar las mismas actividades con sus compañeros y tener mayor interacción ya que el que tenía anteriormente era muy grande”.

Para él, como futuro profesional, “la experiencia fue enriquecedora porque tú ves los cambios en nuestros usuarios, se nota, desde el momento que no tenía la ayuda técnica, que hay cambios físicos como también, quizás, emocionales en la persona y, a su vez, mucha satisfacción. La verdad como persona es gratificante ver los frutos en tu trabajo”.