Derecha en el gobierno, derecha en la oposición – Víctor Maldonado – Opiniones
La situación de la centroizquierda es verdaderamente preocupante. El tiempo para la reacción se encuentra próximo al agotamiento, lo que está relacionado con un fenómeno propiamente político que está aconteciendo en el oficialismo.
Hay que partir reconociendo los méritos ajenos, tanto como las debilidades. La derecha, entre los meses previos y las semanas inmediatamente posteriores al estallido social, estuvo en las cuerdas. Descontenta con su gobierno y todavía más con Piñera, daba todas las señales de una coalición que se agotaba.
Sin embargo, desde la firma del pacto que dotó de calendario al proceso constitucional hasta este instante ha sabido reaccionar colectivamente. Se trata de un mérito político de gran importancia. Los problemas no han desaparecido, pero tampoco se ha abandonado la capacidad de dar conducción política.
Lo interesante de lo que tenemos al frente es que, como resultado de una coordinación básica de sus centros de poder, el oficialismo está copando un amplio campo político, reduciendo el área que cubre la oposición.
La situación actual se puede describir en pocas palabras. El gobierno mejora posiciones debido a la emergencia sanitaria, pero ni un cataclismo como este logra que recuperé ni por asomo la adhesión mayoritaria de la población. Sin embargo, el tratamiento de una emergencia prolongada hará que pueda terminar su período manteniendo el control de la agenda pública.
La derecha controla los medios de comunicación masivos, con lo cual dispone de una virtual cadena nacional para promocionar sus figuras locales que son, a la vez, parte importante de sus líderes de recambio. En esta función asumen las demandas ciudadanas, incluyendo sus críticas al gobierno.
De este modo se produce un “enfrentamiento” pero que está por demás pauteado. El gobierno tiene el control de las acciones, tiene el control de las reacciones. El gobierno controla el presente y la coyuntura, la derecha local asume la proyección futura y la proyección programática.
Ambos reconocer las especificidades del papel que cumplen y por este motivo la sangre no llega al río. Pero como resultado de esta maniobra de tenazas, lo que está resultando es que la derecha está, simultáneamente, en el gobierno y en la oposición. En las acciones y en la crítica. En el llamado al orden y en el descontento bien acotado.
Como efecto práctico, no hay de qué quejarse. Usted tiene un abanico de actitudes políticas entre las que puede optar, siempre y cuando sea de derecha, en alguno de sus matices. A todo esto uno se pregunta dónde está la oposición, y lo cierto es que (exagerando un poco) está fuera del escenario.
Cuando se enfrenta un coro ordenado a dos voces, el sonido inconexo de declaraciones sin orden ni concierto hace las veces de ruido ambiente. Molesta pero no se escucha. Esta es la razón de fondo por la cual cosecha tan poca adhesión ciudadana. Cuando se tiene un mal gobierno, se espera que surja una alternativa que permita aglutinarse en torno a algo distinto, no es eso lo que se entrega. Sin unidad básica nadie importa, en el cementerio no hay identidades, lo que existen son nombres esculpidos, comúnmente conocidas como lápidas.
Víctor Maldonado R.
No es el momento de discutir la postergación del plebiscito
La oposición considera inoportuno discutir hoy una posible postergación del Plebiscito.
Fuad Chahín, presidente DC
«Me parece paradójico que el Gobierno mientras quiere apurar el retorno a clases, la reapertura de los malls, el retorno de los funcionarios públicos, esta nueva normalidad que lo quiere empezar en mayo simultáneamente esté planteando postergar un plebiscito que es en el mes de octubre, creo que eso es adelantar esa discusión».
«Nosotros creemos que las discusiones se deben ir tomando de acuerdo con la evolución de la pandemia y así como no somos partidarios de anticipar la vuelta a clases y la reapertura de los malls, creo que tampoco es oportuno discutir hoy el aplazamiento del plebiscito de octubre».
Álvaro Elizalde, presidente PS
“El plebiscito debe realizarse sí o sí. Fue postergado por razones sanitarias, y si en octubre no hemos superado el covid-19, tendrá que evaluarse una nueva fecha, pero plantearlo con tanta anticipación parece una excusa para evitar que se realice”.
«Es contradictorio el llamado del Gobierno al restablecimiento gradual de la normalidad con el cuestionamiento al Plebiscito. Si en octubre no hemos superado el covid-19 tendrá que evaluarse una fecha para el Plebiscito, pero plantearlo con tanta anticipación parecer ser más bien una excusa para evitar que se lleve a cabo».
Heraldo Muñoz, presidente PPD
«A mí me parece una señal equívoca la del ministro Blumel, no me parece oportuno crear ya alguna duda sobre la realización del plebiscito el 25 de octubre, y eso por una razón muy simple, el Gobierno está llamando a que gradualmente vayamos hacia una nueva normalidad».
«Si eso es así ahora, en las próximas semanas, evidentemente que si las cosas van por un buen camino la situación del 25 de octubre no debe estar cuestionada desde ningún punto de vista porque si es que estamos disponibles para una nueva normalidad, tenemos que estar disponibles para realizar el Plebiscito».
Carlos Maldonado, presidente PR
«Este ejercicio especulativo sobre qué va a pasar en el futuro y qué impacto tendrá en el calendario electoral, lo que esconde es el interés de la derecha de obtener beneficios electorales derivados de la pandemia, de ajustar las fechas de las votaciones y elecciones a su propia conveniencia». «Eso es totalmente inaceptable y, además, totalmente inoportuno».
Senador José Miguel Insulza (PS)
«Esto es un error, no veo a qué corresponde. Espero que después no se diga que la oposición es la que crea problemas políticos y arma líos, porque esto es completamente innecesario… yo no entiendo por qué lo hace (Blumel), no me parece prudente».
«Es un poco prematura a fines de abril hablar de una nueva postergación, conversaremos cuando llegue el momento, nosotros siempre hemos sido racionales y flexibles, pero no adelantemos las cosas».
