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La hora del apagón – Víctor Maldonado – Opinión

La hora del apagón – Víctor Maldonado – Opinión


 
 
Hay ocasiones en que no quedan buenas acciones entre las que escoger. Son aquellas en las que hagamos lo que hagamos se asumen costos importantes, ninguna alternativa a la mano resulta cómoda y no queda más opción que elegir el mal menor, lo que parezca como lo menos dañino o lo que nos permita la recuperación en el menor tiempo posible. La ausencia de una apuesta presidencial definida está dejando al Frente Amplio en este tipo de situación.
 
Las comunicaciones son decisivas, pero la base orgánica es insustituible. No se puede ser sólo mensaje inmaterial ni exclusivamente tener presencia en el territorio. A la Presidencia no se llega con puro espíritu y sin cuerpo. A La Moneda han llegado todo tipo de mandatarios, pero nunca un fantasma.
 
No hay política efectiva sin inserción social. De manera que se necesitan constructores de partidos y esos son aplanadores de calles y personas que dialogan sin descanso. No sirve de nada hacerse los lesos.
 
El gran error que se comete en estos casos consiste en abandonar la cancha principal por jugar un partido secundario, en el que nunca se puede ganar. Se trata de un error estratégico clave cometido por los principales liderazgos.
 
El FA está privilegiando competir en todas las instancias que vienen por delante. Lo decisivo, después de tanta energía desplegada, es saber dónde esperan conseguir victorias. ¿Ganará la Presidencial? ¿Se impondrá en las municipales? ¿Será la primera fuerza de la oposición en la Convención? ¿Se perfila con fuerza en gobernadores regionales? ¿Ampliará su representación parlamentaria?
 
Si la respuesta es negativa en todas y cada una de las alternativas mencionadas, entonces ha llegado la hora del apagón, cuando todo se ve oscuro y no se sabe mucho cómo seguir. El apagón no es el final del camino.
 
Que la decisión de los propios dirigentes haya llevado a una situación desmejorada en todos los frentes en forma simultánea constituye una derrota estratégica. Estos errores no se cometen por casualidad, tiene que haberse errado antes en el diagnóstico central, en las apuestas ejecutadas, en los pactos no realizados.
 
En un momento en que parece tan de moda tener uno o varios candidatos presidenciales, el FA aparece descartando candidaturas y promoviendo algunas que dispone de más entusiasmo que de opciones. Es un poco extraño presentar una carta presidencial cuando aún no se ha terminado de llegar a la coalición, pero la falta de cartas que se presenten crea este tipo de situaciones.
 
En el fondo, el FA se ha convertido en una plataforma para la presentación de opciones de quienes tienen entusiasmo por competir. Más bien parece interesado en lograr convertir en triunfos parciales la fuerza presentada hace unos años, pero de la que ya se duda de que se repita ahora en igual magnitud.
 
En el FA están hablando mucho, pero están solidarizando poco. El tratamiento dado a Beatriz Sánchez ha sido lamentable. Lo menos que pueden hacer es dejarle la palabra para que ella anuncie sus propias decisiones. Es el mínimo respeto esperable y algunos no lo han entendido. Ta vez esa falta de deferencia no sea ajena a la ausencia de candidatos de reemplazo.