«Troya, la caída de una ciudad» en Netflix – Crítica de cine

«Troya, la caída de una ciudad» en Netflix – Crítica de cine

La guerra de Troya realmente ocurrió. La relata Homero en su clásica obra «La Ilíada», donde mezcla mitos y realidades históricas, leyendas y creencias que existían en la antigua Grecia.

La Guerra de Troya existió y que provocó el final de la ciudad, en parte gracias a los descubrimientos arqueológicos de Schliemann en 1870. Sobre cómo fue la guerra y sus causas es difícil conocer con certeza. Envuelto en la mitología, con personajes humanos mezclados con dioses, tenemos una imagen muy idealizada de los sucesos de Troya.

Básicamente se trata una guerra causada por el rapto de Helena por el príncipe Paris de Troya enamorado y enceguecido por su belleza. Al estar ella casada con el rey espartano Menelao, provocó una guerra donde la gran mayoría de los pueblos griegos acudieron liderados por Agamenón de Micenas, que era hermano del espartano. Así sucede la famosa guerra que se prolongó durante diez años ante la imposibilidad griega de asaltar las murallas troyanas.

La serie «Troya, la caída de una ciudad» no se basa en la Ilíada de Homero sino en el libro «Homero y los mitos griegos», y pone de relieve a personajes clásicos como Agamenón, Paris y Helena. La polémica del héroe Ulises, representado en la serie por un actor afrodescendiente, se ha mantenido durante toda la presentación de la serie de la BBC transmitida por Netflix: Ulises en la realdad de la versión de los historiadores griegos, era blanco y rubio.

La serie se centra alrededor de la figura de Helena y en los conflictos psicológicos de los personajes, en las dudas de Paris, en la violencia vengativa de Agamenón, en la actitud fría y cínica de Ulises, en el doble juego de Helena sabiendo el final que le espera.

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