Chile y Bolivia: relaciones vecinales sin relaciones diplomáticas – Manuel Luis Rodríguez U. – Opinión

Las relaciones Bolivia-Chile se refieren a las relaciones entre el Estado Plurinacional de Bolivia y la República de Chile. El 17 de marzo de 1978, durante la dictadura militar de Pinochet, Bolivia rompió relaciones diplomáticas con Chile y desde esa fecha hasta la actualidad, ambos países solamente mantienen relaciones a nivel consular (sin embajadas).
Pero, cabe destacar que sin perjuicio y no obstante la no existencia de relaciones diplomáticas formales a nivel de Embajadas, las relaciones entre Chile y Bolivia están ocurriendo sobre distintos planos de la actividad social, económica, política y cultural.
Sabemos que Chile y Bolivia firmaron un Acuerdo de Complementación Económica Nº 22, suscrito el 6 de abril de 1993, y puesto en vigencia mediante D.S. No. 23538 de 30 de junio de 1993. Chile realizó una significativa profundización del programa de liberalización del Acuerdo, mediante el cual otorgó el 100% de preferencias arancelarias a todas las exportaciones bolivianas, a excepción del trigo, harina de trigo y azúcar (para este último producto, Chile concedió una cuota de 6 mil toneladas anuales libres de arancel). Por su parte, Bolivia concedió preferencias arancelarias a Chile en 306 ítems.
La realidad de la relación comercial entre ambos países se ha dado históricamente de forma natural, principalmente con el norte de Chile- que, además, es parte de la cadena logística para el ingreso y salida de gran parte del comercio exterior boliviano. En particular, la Zona Franca de Iquique ha sido un gran punto de abastecimiento, principalmente de automóviles, línea blanca y textil, entre otros.
En los últimos 15 años, el intercambio comercial entre ambos países ha pasado de USD 516 millones en el año 2003 a USD 1.248 millones al año 2018. Los principales productos exportados de Chile a Bolivia son gasolina y Diesel, medicamentos, alimentos e insumos para la industria. Los productos que Bolivia exporta a Chile son torta, harina, aceite de soya y girasol, sorgo, minerales y palmitos.
Las importaciones de Bolivia hasta el 2018 provinieron de China (20,7%), Brasil (16%), Argentina (11,6%), Perú (6,6%), Estados Unidos (6,2%), Chile ocupó el sexto lugar, con 5% de participación. El 72% de la carga marítima de Bolivia del 2018 se movilizó principalmente por puertos chilenos (Arica, Iquique y Antofagasta).
Constituye una anomalía diplomática entre Chile y Bolivia que no existan relaciones formales entre ambos Estados vecinos, cuando en la realidad de los hechos, chilenos y bolivianos intercambian, coexisten, viven en vecindad, especialmente en las regiones del norte, de manera que el altiplano chileno-boliviano es un espacio de intercambios y de encuentro entre ambas naciones y sus pueblos.
Cuando se vuelve a mencionar públicamente la posibilidad y la voluntad de reestablecer las relaciones diplomáticas entre Chile y Bolivia y se vuelven a escuchar los mismos prerrequisitos y condiciones previas para producir tal encuentro, bien podría argumentarse que la situación actual -de relaciones vecinales sin relaciones diplomáticas- acomoda a quienes no desean que se reestablezcan dichas relaciones formales, es decir, que las cosas continúen como están.
Señala hoy la prensa boliviana que el presidente de Bolivia, Luis Arce Catacora, en el acto central de conmemoración de la defensa de Calama y el Día del Mar dijo que “el establecimiento de relaciones diplomáticas solo se podrá dar en el marco de la solución al tema marítimo pendiente”. Chile es consciente que el encierro boliviano es una de sus faltas internacionales más graves y que el inmenso daño que ha cometido en 1879 está en la conciencia internacional”. Es decir, una condición que el Estado de Chile no puede aceptar sin poner en riesgo su propia soberanía e integridad territorial. Manifestó además el Presidente boliviano: “hacemos votos para que bajo el liderazgo del hermano presidente Gabriel Boric se ponga fin al enclaustramiento del pueblo boliviano, una herida abierta en nuestra patria grande desde hace 143 años”, sostuvo.
A partir de la firma del tratado que definió en 1904 la frontera, Bolivia ha intentado vanamente revertir con apelaciones a los organismos internacionales. Paralelamente ha acusado a Chile de incumplimiento tratados, entre ellos a causa de la utilización por Chile de las aguas del río Lauca, también del río Silala, de la violación de los derechos humanos de policías bolivianos detenidos en Chile, de la violación por parte de Chile del Tratado de Otawa por el minado de la frontera, incumplimiento del tratado de 1904, discriminación contra los conductores bolivianos en Chile, pero también ha decidido por plebiscito, no suministrar insumos para Chile ni autorizar su venta por otros países.
Mientras escribimos sobre las relaciones chileno-bolivianas, miles de bolivianos atraviesan a diario la frontera entre ambos Estados, como parte de un flujo continuo de intercambios que ocurre sin perjuicio de la no-existencia de embajadas, aunque sabemos que las relaciones diplomáticas no se reducen al intercambio de embajadores.
Sería -metafóricamente- como dos viejos vecinos del mismo barrio, que se saludan todos los días, se llaman por teléfono, hacen trueques constantes, conversan habitualmente, intercambian productos, noticias y datos cotidianos, cuyos hijos se casan entre ellos y acarician a sus nietos, pero que no tienen «relaciones formales» entre ambos.
El ancho campo de los intercambios y los acuerdos comunes y las diferentes posibilidades de relaciones entre Chile y Bolivia están abiertas y pueden continuar desarrollándose y produciéndose, a pesar que no haya embajadas en Santiago y La Paz.
Manuel Luis Rodríguez U.
Cientista Político.
Punta Arenas – Magallanes, 24 marzo 2022.-