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La paridad entre el euro y el dólar: ¿Cómo afectan las fluctuaciones de las divisas en la economía?

La paridad entre el euro y el dólar: ¿Cómo afectan las fluctuaciones de las divisas en la economía?

No se puede hablar de Forex sin tener en cuenta las fluctuaciones de las divisas. Estos cambios, que pueden ser más o menos volátiles, están vinculados a las tasas de cambio. En términos de análisis técnico, los tipos de cambio pueden condicionar el comportamiento de los inversores, principalmente por la cantidad de variables que influyen.

La inflación, el flujo de capital, los tipos de interés o el estado de la economía de un país son factores que pueden relacionarse directamente con la fortaleza de su divisa y, claro está, con su tasa de cambio. En sentido contrario, también es posible analizar estos elementos a partir de las fluctuaciones en los pares de divisas.

Efecto del tipo de cambio en la economía

De los muchos pares que pueden encontrarse en el mercado Forex, los que enfrentan el dólar contra las principales divisas mundiales suelen tomarse como referentes. El dólar estadounidense se ha impuesto históricamente en el mercado de divisas, de ahí que sus fluctuaciones puedan utilizarse para analizar el estado de la economía mundial.

Poniendo como ejemplo la reciente paridad con el euro, las gráficas muestran cómo el crecimiento económico de un país o una región está relacionado con la tasa de cambio. La última vez que se compraban dólares a euros fue en 2002. Hasta 2008, el euro, que ya venía ganando terreno al dólar desde 2001, fue creciendo frente al dólar.

Comercio internacional

En cuanto al crecimiento vinculado a los tipos de cambio, el comercio internacional es una de las variables con mayor peso. Hasta la crisis de 2008, año en el que el euro comenzó a ceder ante el dólar, las exportaciones desde la eurozona parecían imparables. El miedo por el efecto de la deuda griega, italiana, portuguesa y española debilitó al euro.

En general, una divisa débil reduce el número de productos importados, básicamente porque cuesta más adquirirlos. Por otro lado, favorece la exportación. No cuesta imaginar lo que se ha encarecido en diez años comprar a Estados Unidos desde la eurozona. De ahí que la paridad actual del EUR/USD sea motivo de intenso análisis últimamente por parte de los economistas europeos.

Inflación y tipos de interés

El Banco Central Europeo (BCE) también está pendiente de lo que ocurre en el mercado Forex. Las tasas de cambio suponen una de las principales variables usadas por las entidades centrales para definir sus políticas monetarias, especialmente a la hora de fijar los tipos de interés. Es decir, de forma indirecta, las fluctuaciones de las divisas afectan al coste de los préstamos o los beneficios que genera el ahorro.

La inflación tiene mucho que ver en este punto, ya que es un factor que influye sensiblemente en la toma de decisiones de los bancos centrales. Se ha visto este año en la subida de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal (Fed), decidida a detener la creciente inflación en el país.

Por otra parte, la inflación guarda cierta relación con las tasas de cambio. Una divisa fuerte ayuda a combatir los procesos inflacionarios. Por esta razón, el BCE, que no había tocado los tipos de interés en algo más de dos lustros, los ha incrementado por encima de lo previsto. Se trata de un intento por echarle el pulso a la Fed mientras valora el aumento de la inflación en la eurozona.

Inversión y flujo de capital

Si las tasas de cambio y los tipos de interés están relacionados, la inversión también. El flujo de capital extranjero tiende a subir en países cuyas divisas “ganan” en las tasas de cambio. La inversión suele fomentarse con medidas dinamizadoras de la economía que aporten estabilidad y aprecien la moneda frente a otras divisas.

La entrada de capital puede ser “directa”. Es el caso de inversiones a largo plazo motivadas por divisas fuertes que reflejan una coyuntura económica sólida. En este sentido, las tasas de cambio influyen en la adquisición parcial o total de compañías o incluso en la creación de empresas y desarrollo de infraestructuras.

Poder adquisitivo

Finalmente, las fluctuaciones de las divisas tienen un impacto directo en el bolsillo de los ciudadanos. Inflación, importaciones más caras, menos beneficios por el dinero ahorrado, préstamos más caros… Todo está vinculado a la fortaleza de la divisa, y esta a lo que cuesta adquirir productos y servicios.

Una moneda débil, por norma general, encarece la vida, sobre todo si hablamos de países donde las importaciones condicionan gran parte de la economía. Si sumamos inestabilidad geopolítica como la que genera el conflicto ruso-ucraniano, se entiende perfectamente por qué la paridad entre el dólar y el euro despierta tanta ansiedad en la eurozona.