¿Reformas al sistema político…ahora…? | Manuel Luis Rodríguez U. | Fundación Latinoamericana de Política y Prospectiva

No existe ninguna duda que la gente está cansada de los políticos y de la clase política. Hablar de reformas al sistema político hoy, a cinco meses de cuatro elecciones, es evidentemente un tema que parece interesarle solo a quienes forman parte del sistema político.
La historia de las tres recientes tentativas de reforma al sistema político entre el 2018 y el 2023 es francamente decepcionante.
El proyecto de nueva Constitución de la Presidenta Michelle Bachelet en 2018 contenía importantes reformas al sistema político. Fue rechazado por un sector político y el gobierno de Piñera lo hundió en el Congreso apenas asumió. Después vino el estallido social que reclamaba reformas al sistema político. El proyecto de nueva Constitución de la Convención Constitucional contenía importantes reformas al sistema político. La ciudadanía lo rechazó en el plebiscito del 4 de septiembre de 2022. El proyecto de nueva Constitución del Consejo Constitucional contenía importantes reformas al sistema político. La ciudadanía lo rechazó en el plebiscito del 17 de diciembre de 2023.
Ahora algunos sectores políticos vuelven a poner en discusión algunas reformas al sistema político. Incluso se les ocurrió sancionar a los parlamentarios díscolos que renuncien a sus partidos, como si fueran los partidos los que elijen a diputados y senadores. ¿Cuál es la evidencia que demuestra que hoy en Chile los ciudadanos quieren una reforma al sistema político actual?
Nada garantiza que este sea un tema que le interesa a la mayoría de la ciudadanía, golpeada desde hace varios años por las alzas constantes de precios de la canasta básica, los bajos salarios, los reajustes minúsculos, las alzas del precio de los combustibles, el desempleo, las pensiones miserables, la inseguridad por la delincuencia, el narcotráfico que se extiende y el crimen organizado que se expande.
Si hubiera que reformar el sistema político en su estado actual, habría que incorporar el voto electrónico para los chilenos residentes en el extranjero que son más de 900.000, establecer el voto obligatorio y la inscripción automática para los chilenos en el exterior, fortalecer y ampliar la educación cívica en colegios, liceos y universidades, poner barreras efectivas para frenar la corrupción y la infiltración del dinero y los negocios en la política, transparentar las cuentas bancarias de diputados y senadores, entre otras medidas de higiene política muy necesarias para frenar el progresivo desgaste, desprestigio y pérdida de credibilidad de quienes participan en la actividad política pagados por todos los chilenos y chilenas.
Una reciente encuesta de opinión señala que el sistema político en Chile recibe una nota promedio de 3,1.
La sola reforma del sistema político y electoral paras los chilenos residentes en el extranjero debiera ser una preocupación primordial: en el exterior se vota en los Consulados y hay países como Canadá o Australia donde los chilenos deben trasladarse 800 kilómetros para ir a votar.
Las reformas al sistema político deben hacerse pensando en los ciudadanos electores, no en los intereses de los políticos y la clase política.
Manuel Luis Rodríguez U.
Fundación Latinoamericana de Política y Prospectiva | FLAPP Chile.