Industria naval y presencia oceánica de Chile en el siglo XXI |

ASMAR ha entregado hoy al país el primer rompehielos construido enteramente en Chile y en Pacífico Sur. Es una noticia que puede tener significativas repercusiones para el desarrollo antártico de nuestro país. La construcción del primer rompehielos de Chile tiene tanta importancia como el proyecto de Centro Antártico Internacional en Punta Arenas.
Chile es un país marítimo, con una vieja historia terrestre.
A medida que avanzamos en el siglo XXI queda más en evidencia la importancia de la navegación marítima como mecanismo fundamental de conexión y de intercambio, como vía de acceso a los centros comerciales industriales y tecnológicos del mundo.
Si siguiéramos nuestra trayectoria histórica, nos quedaríamos con la idea que Chile es una franja de territorio entre el océano y la cordillera, pero cuya historia ha sido esencialmente terrestre, así de espaldas al mar océano que nos acompaña.
Se trata entonces de ir a contrapelo de la historia y en la dirección de la geografía, es decir del océano.
Chile geográficamente está en el centro geopolítico de una tríada de los mayores océanos del planeta que nos permiten el acceso a Asia, a Africa y al continente antártico. Pertenecemos al océano Pacifico desde nuestros orígenes ancestrales y desde el primer poblamiento y en el presente, es el espacio oceanopolítico donde se producen los mayores intercambios comerciales con las naciones del Pacífico occidental: Japón, China, Malasia, Australia, Nueva Zelandia.
La potencia china ingresa a Chile y se instala en América Latina a través del Pacífico con sus productos y tecnologías, además de una creciente inversión en infraestructura, producción de recursos minerales e inversión financiera.
Para que nuestro país pueda crecer y avanzar en presencia en el océano Pacífico en los próximos treinta años, se enfrenta hoy al imperativo de desarrollar, fortalecer y consolidar una infraestructura y una industria marítima y naval nacional, con capacidad de construir buques y naves capaces de alcanzar los puertos y mercados de la otra rivera del océano Pacífico. Una infraestructura que integre una gran malla de puertos, aeropuertos, ciudades, bases y bancos de datos y cables submarinos en el hemisferio sur del planeta.
La construcción de puertos y de naves y buques nacionales supone una estrategia y una Política de Estado, una política nacional de desarrollo marítimo, con sentido estratégico y prospectivo, que integre esfuerzos de investigación y desarrollo públicos y privados.
Si la isla de Rapanui pudiéramos imaginarla como el punto focal de conectividad aérea y marítima de Chile en la conexión hacia el Pacífico y el continente asiático, podría ser Chile una potencia marítima y naval del Pacífico Sur.
Si la región de Magallanes fuera pensada desde una perspectiva geopolítica, sería concebida como la base científica y tecnológica, de conectividad y de industria portuaria y naval, para fortalecer la presencia de Chile en el océano Austral y en el continente Antártico.
Manuel Luis Rodríguez U.
Fundación Latinoamericana de Política y Prospectiva | FLAPP Chile.