CEPAL presenta Balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe 2024
Los países de la región se encuentran en lo que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe
(CEPAL) ha denominado la trampa de baja capacidad para crecer. El crecimiento promedio anual
en la década 2015-2024 es del 1%, lo que implica un estancamiento del PIB per cápita durante ese
período. En 2024 y 2025, si bien las proyecciones son mayores que el promedio de la década, el
crecimiento económico se mantendrá bajo.
El escenario macroeconómico internacional que enfrentan los países de la región muestra un
crecimiento global de alrededor del 3,2% anual en 2024 y 2025. El comercio internacional de bienes
y servicios crecerá a tasas proyectadas del 3,1% en 2024 y del 3,4% en 2025. Por su parte, las tasas
de interés de los principales bancos centrales del mundo han tendido a la baja, lo que ha venido
acompañado de un incremento de la liquidez a nivel global y del fortalecimiento del dólar. Se debe
destacar que esta mayor liquidez se ha traducido en un incremento de los flujos de capital, que, sin
embargo, se ha orientado hacia las economías desarrolladas.
En 2024, la región logró emitir deuda en los mercados de bonos por montos superiores a los de 2023.
Pese a la reducción de las tasas de interés en los mercados financieros internacionales, el costo del
financiamiento se mantiene elevado. El mayor costo del financiamiento ha significado un aumento
del pago de intereses de las economías de la región al resto del mundo, que ha contribuido de
manera significativa a explicar que en 2024 la región continue realizando transferencias netas de
recursos hacia el exterior.
En 2024 el espacio de políticas macroeconómicas internas sigue restringido. En materia fiscal, las
economías de la región enfrentan fuertes presiones para resguardar la trayectoria de la deuda pública
en un contexto en que los pagos de intereses alcanzarían un nivel histórico. En materia monetaria,
la disminución que ha experimentado la inflación y las bajas de las tasas de interés en los mercados
internacionales han posibilitado la reducción de las tasas de referencia de política monetaria a lo
largo de la región. No obstante, las depreciaciones que han registrado las monedas de la región
condicionan la velocidad y la magnitud de los ajustes de dichas tasas de política.
La dinámica de la actividad económica de los países de la región continúa siendo moderada.
Se estima que en 2024 las economías de la región crecieron un 2,2%, mientras que en 2025 el
crecimiento regional sería de un 2,4%. Este bajo crecimiento del PIB regional se ha traducido en que
las economías de América Latina y el Caribe contribuyan cada vez menos al crecimiento mundial y
en que la expansión del empleo se mantenga baja.
