El rescate del Amadeo I es la primera obra de ingeniería de este tipo realizada en Chile

Gobernador José Ruiz, el intendente Jorge Flíes y el seremi de obras públicas, Ricardo Haro, y el director regional de obras portuarias, Ricardo Foretich, caminaron por las cubiertas otrora sumergidas del náufrago del Kirke.

Una obra de ingeniería sin precedentes mantiene ocupada la vida silvestre en Caleta Aguada, a un par de kilómetros del paso Kirke, 50 km al sur de Puerto Natales. Por primera vez en la historia de Chile, se está reflotando un naufragio. Se trata del Amadeo I, una embarcación de 130 metros de eslora propiedad de Naviera Magallanes, que hacía el trayecto de conectividad Puerto Natales-Puerto Montt.

El 18 de agosto del 2014, será una fecha difícil de olvidar. Ese día, el Amadeo I encalló. Los 17 pasajeros y 28 tripulantes fueron rescatados sin problemas, mientras la nave se iba inclinando poco a poco, hasta alcanzar los 70 grados. Algunas de las vacas que iban camino al norte para engorda y faena, lograron escapar a nado hasta la orilla.Parte de este rescate incluyó la recuperación de esos animales vivos en la inhóspita costa del paso el Kirke. Otras, no tuvieron esa suerte y terminaron como alimento para las centollas. Fuera de ello, entre los vestigios de este naufragio, se encuentra una buena cantidad de vehículos y camiones de carga.

El reflote del Amadeo Ise llevó a cabo con la dirección experta de la empresa norteamericana Resolve Marine Group, especializada en rescates marinos. Hoy, con el Amadeo I ya a flote, tras un año bajo el mar, un equipo de autoridades ha podido recorrer sus distintos niveles, cubiertos de barro, algas y materia en descomposición.

El gobernador de Última Esperanza, José Ruiz Santana, acaba de bajarse del Amadeo I, una mole que flota herida en la pequeña bahía d Caleta Aguada, escondite natural en que se dejó varar al Amadeo I el día de la tragedia. Ruiz vuelve ahora de un recorrido que, tradicionalmente, hasta ahora, había sido el exclusivo privilegio de buzos que se aventuran en las profundidades del mar. Caminar en la cubierta de un naufragio es una sensación rara, digna de leyendas tipo Caleuche o fantasías hollywoodenses. “Tuvimos la oportunidad de recorrer las cubiertas del Amadeo I. Se puede ver la magnitud de la tarea que llevan a cabo las empresas que están realizando esta obra de ingeniería. Se han respetados todas las medidas de seguridad tanto para la gente como para el medioambiente. Una vez que haya un 100 por ciento de seguridad de la flotabilidad del barco rescatado se procederá a remolcarlo hasta donde sea determinado. Todavía hay carga a bordo. Básicamente contenedores y camiones de carga que está siendo transportada hasta Puerto Bories”.

Otro de los que tuvieron acceso al naufragio fue el Intendente de Magallanes, Jorge Flíes Añón, quien llegó desde Punta Arenas en un helicóptero de la Armada. “En este trabajo, que han hecho empresas extranjeras con el compromiso de Navimag, se han resguardado las vidas humanas y el cuidado del medioambiente, sin límite de costos. Para tener el buque en estas condiciones se presupuestó un costo superior a los 35 millones de dólares”, señala la autoridad magallánica.

Rodrigo Polo, jefe de operaciones de Litoral, empresa encargada  de la respuesta en caso de derrame de hidrocarburos, es uno de lo que ha visto de cerca el desempeño de esta empresa especializada en la recuperación de naufragios y rescate en el mar. Polo señala que hasta el momento “no ha habido derrames incontrolados al costado. Se produjo una situación pequeña cuando se levantó el buque, pero fuera de eso todo se ha contenido dentro. Se ha capturado todo el hidrocarburo desde adentro del Amadeo y se ha depositado en contenedores. Puedes ver que las aguas están cristalinas”. Para recoger el hidrocarburo derramado, señala Polo, “se usan unos paños especiales que son repelentes de agua”. Polo toma uno y lo sumerge en el mar como prueba de sus aseveraciones. “El petróleo es más liviano que el agua, así es que usamos unas barreras con faldones de medio metro de profundidad y ahí aplicamos los paños, parecidos al material que se usa en los pañales”.

Acerca del destino final de los restos náufragos, se señala el interés de la misma empresa encargada del rescate por quedarse con los restos del Amadeo I. De hecho, comenta uno de los funcionarios en esta obra ingenieril, “Resolve Marine Group ya hundió el portaaviones más grande del mundo y lo convirtió en un arrecife artificial en Plam Beach, Estados Unidos. Se está estudiando que el Amadeo I tenga el mismo fin, pero no se ha determinado el uso de los restos del naufragio”.

El brasileño Álvaro Guidotti, gerente de proyecto de Resolve en la zona, especificó que en total “hay unas 80 personas trabajando en el rescate del Amadeo I, la mayoría de ellos chilenos y unos 35 a 40 extranjeros. Hay un equipo de buzos chilenos y un equipo de Resolve. Los chilenos son los que realizan la mayoría de los trabajos y los de Resolve sólo actúan cuando son necesarias sus especializaciones”.

Andy Butts Jefe de Salvataje de Resolve Marine Group, es quien ha dirigido toda esta operación de rescate del Amadeo I. Lleva varias operaciones similares en su currículum, y alguna que otra con el mismo clima del Kirke ( nieve, viento y frío) y otras “en que ha sido hasta peor. En Rumania hicimos un trabajo de estos con un clima mucho más duro. Allá era 20 grados bajo cero”.

Butts describió la operación realizada en el Kirke en términos simples. “Arriba del Amadeo I está bastante sucio y huele mal. Tuvimos que amarrarlo con cadenas para levantarlo. Una vez que lo logramos, bombeamos agua de la sala de máquinas. Sacamos unas 2 mil toneladas de residuos. Una vez que arreglemos las filtraciones sacaremos las cadenas. Sin embargo la nave está flotando por sí sola en este momento”.