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Agricultores de INDAP destacaron en tradicional Festival de la Esquila de Villa Tehuelche

Agricultores de INDAP destacaron en tradicional Festival de la Esquila de Villa Tehuelche

Doma de caballos, muestras de esquila, arreo de ovejas y vaquillas asadas con cuero son parte de la fiesta de dos días que en su versión Nº XXVI busca mantener viva las tradiciones de la Patagonia

domaLos jinetes vuelan hasta dos metros, algunos caen; otros se aferran con gracia a los bravos corceles.  Todo ocurre mientras cientos de turistas siguen atónitos el espectáculo y el payador Jonathan Hernández anima la jornada con su vieja guitarra: “No le afloje compañero/ que ese pingo es peligroso/ es de lomo resfalozo/ y dicen que es remañero”, improvisa, en una doma que no puede durar más de 14 segundos, si en ese tiempo el jinete no cayó, y su monta tuvo gracia, está listo para avanzar a la siguiente etapa.

Este año, más de cincuenta domadores, muchos de argentina, llegaron hasta la pequeña localidad ubicada a 100 kilómetros al noroeste de Punta Arenas.

“Uno se crío en el campo y la doma es una práctica cotidiana en la Patagonia que comenzó con las llegada de las ovejas, los jinetes recorren las estancias amansando animales. Hoy día, la jineteada es una competencia normada que a diferencia de lo que se cree, el caballo se cuida más que la propia familia, el tiempo máximo de monta es de 14 segundos”, explica Mauricio Sánchez,  animador del evento.

Durante dos días, el pequeño poblado de 600 habitantes, se llenó de visitantes.  Por sus únicas seis calles pavimentadas transitaron más de 25 mil personas, transformando la estepa casi vacía en un verdadero oasis de gente, algunos de paso como el alemán Herman Bluterman que se encontró de casualidad con la fiesta durante su desafío de unir en bicicleta la Patagonia con Alaska.

En la villa se habilitaron caballerizas  para que los hortofrutícolas de INDAP vendieran sus productos.  Los más apetecidos fueron el calafate, la zarzaparrilla, y la frutilla regional.  “Esta fiesta de las tradiciones es una oportunidad para vender nuestros productos y como cada año la gente valora lo regional, a mí me fue muy bien con las frutillas, se acabaron el primer día”, dice orgullosa Patricia Delgada, productora de INDAP.

En otros espacios más grande se realizaron las carreras de galgo, el arreo de piños de ovejas, mientras que en la media luna estuvo el escenario principal y fue el lugar elegido para que Juan Ilnao demostrara su habilidad en la esquila de ovejas.

En la ocasión se ofreció la degustación de una vaquilla asada con cuero.  Fueron más de 100 kilos de carne dorada durante toda la noche.  “Los asados al palo tienen su ciencia y la base es la paciencia y aplicar el fuego preciso, controlando el viento para que la carne quede jugosa, uno se mantiene con mate y un poco de agua sucia”, explica Sergio Fortes, asador de vacuno con cuero.

Para Jorge Flies, Intendente de Magallanes, el Festival de la Esquila es “una oportunidad para valorar nuestra cultura y destacar el rol de campañistas, puesteros, ovejeros que tanto han hecho por la economía ganadera del país, así también una oportunidad de relajo para turistas y magallánicos.  Creemos que se hace necesario darle apoyo a la gente de nuestro campo y eso implica construir políticas públicas que evita que las familias emigren”, indicó.

En dos días de fiesta hubo venta de productos, shows artísticos y espacios espontáneos en que puesteros y jinetes compartieron sorbos de mate con turistas.  Una jornada memorable donde tampoco faltaron los espontáneos partidos de truco.  Ahí, en el transcurso del juego es usual que hombres se tiren besos, cierren el ojo y digan: “Póngalo y  si lo tiene chico, viene para acá”; entonces, el compañero replica: “Envido y truco”. Un juego que causó gracia en los foráneos.