20 días como plazo máximo tiene el poder ejecutivo para responder el petitorio presentado por el Sindicato de Trabajadores de Enap

20 días como plazo máximo tiene el poder ejecutivo para responder el petitorio presentado por el Sindicato de Trabajadores de Enap

enapLas fuerzas sociales de Magallanes nos han pedido hacer llegar hasta el poder Ejecutivo para entregar a la máxima autoridad del país el petitorio de nuestra gente y hoy hemos cumplido de esta forma. Así, lo informó el presidente , Alejandro Avendaño Gallardo, quien junto a la directiva sindical presentaron el documento que fue comprometido cuando se realizó la marcha, en ella se detallan los cinco puntos que se levantaron como demandas y sentir de los ciudadanos de esta austral región.

El presidente del Sindicato de Enap, Alejandro Avendaño, explicó que los temas expuestos en la carta fueron:Cambio de hora diferenciada, Autorización uso de gas en automóviles particulares, Sueldo mínimo diferenciado, AFP, expectativa de vida y edad de jubilación y Demandas estudiantiles.

Posterior a la recepción del documento por parte del poder ejecutivo, el Gobierno tiene 20 días de plazo para entregar una respuesta como lo señalo el Presidente del Sindicato de Trabajadores de Enap Alejandro Avendaño.

En el documento se detalla cada uno de las demandas las que son complementadas con un detalle de porque la ciudadanía de Magallanes quiere que estas demandas sean escuchadas y obtener una respuesta a la brevedad y que no sea el centralismo asfixiante el que se exponga como justificante del diario vivir de los habitantes de nuestra región.

Avendaño, declaró que antes estas demandas que son los problemas a diarios de los magallánicos no hemos tenido un pronunciamiento firme por parte de nuestros parlamentarios regionales en estos puntos, ni menos por las autoridades de la región que al parecer solo reciben y cumplen instrucciones del nivel central. Es por ello, que hemos decidido llegar hasta el Palacio de la Moneda en busca de una respuesta más concreta y de cara a los habitantes de Magallanes. “No queremos seguir siendo ciudadanos de segunda categoría por el hecho de vivir en una región extrema”.