“Las AFP, ingrediente esencial del modelo económico”, Por Eugenia Mancilla

“Las AFP, ingrediente esencial del modelo económico”, Por Eugenia Mancilla

El sistema de previsional chileno tiene numerosos defectos. Quizás el mas cuestionado: la existencia de las Administradoras de Fondos de Pensiones AFP. Mediante un diseño mañoso y torcido ampliamente promovido el año 1980, nos hicieron creer que se trataba de un nuevo Sistema de Pensiones. Lo que no dijo José Piñera, su creador, fue que las AFP no fueron pensadas para otorgar pensiones iguales o mejoras a las existentes, sino simplemente como un sistema de ahorro y cotizaciones obligatorias, orientado a inyectar recursos al sistema financiero. De acuerdo a lo investigado por diversos centros de estudios, hoy sabemos que el objetivo real de este sistema poco tiene que ver con las pensiones, ya que las cotizaciones de los trabajadores que administran las AFP se han transformado en el principal combustible del modelo económico chileno.

Así es, el trasfondo de su creación convirtió en realidad el anhelo del régimen, de dar cuerpo y forma al sistema neoliberal, donde cada mes, de cada año de nuestras vidas activas, la décima parte del salario real de todos los trabajadores se transformaría en capital financiero. Ello se demuestra cuando se analiza su propiedad, es decir, quienes son los dueños de las Administradoras de Pensiones y hacia donde van dirigidas sus decisiones de inversión.

Comencemos señalando que las AFP mantienen una estrecha red de empresas relacionadas, los bancos son sus principales propietarios, seguidas por empresas de Seguros y Compañías de Inversiones. Es decir los principales receptores de fondos previsionales de los trabajadores chilenos son los grupos españoles establecidos en Chile. De acuerdo a información entregada por Fundación Sol, entre los 13 mayores receptores de fondos hay cinco grupos españoles, Santander, Endesa, BBVA, Telefónica, y Aguas Andinas, que en conjunto han recibido 11.609 millones de dólares, que equivalen a un 21,8% del total de los fondos invertidos en Chile.

Por otra parte estas mismas AFP y por ley, pueden invertir en instituciones financieras o en instrumentos de renta fija y variable. Hoy se sabe que han invertido más de US$31.000 millones en 10 bancos que operan en nuestro país. Sin que nadie nos haya preguntado, todas y todos los trabajadores chilenos, a través de nuestras cotizaciones, terminamos financiando a los bancos de los grupos Luksic, Matte, Yarur, Saieh e incluso hasta grupos trasnacionales.

Pero cuando los mismos trabajadores, acuden a esos mismos bancos a solicitar un crédito de consumo, se les aplica tasas de interés que pueden superar el 20% o 30% anual. Son las paradojas del sistema que nadie explica. La Comisión Bravo, que ofreció una serie de recomendaciones, no hace referencia a estos aspectos más oscuros del funcionamiento del sistema de pensiones. Esta omisión y su indefinición sobre la posibilidad de retornar a un sistema de reparto con aporte tripartito, hace más que necesario que el debate se instale en la agenda política nacional, sin dar espacios a dobles interpretaciones.