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“Contadores de flujo” permiten conocer dinámica de visitantes y contribuyen a las decisiones de manejo en Torres del Paine

“Contadores de flujo” permiten conocer dinámica de visitantes y contribuyen a las decisiones de manejo en Torres del Paine

Se trata de la tecnología que se utiliza en el marco del proyecto Sistema de Manejo Turístico en Áreas Protegidas de Chile: caso piloto Parque Nacional Torres del Paine.

Varias son las aplicaciones de los llamados “contadores de flujo” y una de ellas es determinar la intensidad de uso de visitantes dentro de las áreas protegidas. Esto permite generar información para la toma de decisiones para el manejo de la visitación. Este tipo de tecnología se ha implementado en los circuitos de montaña W y Macizo Paine del Parque Nacional Torres del Paine, para obtener información fidedigna y concreta sobre el flujo de visitantes y los lugares más demandados. Estos registros permitirán complementar las diferentes etapas del Sistema de Manejo Turístico del Parque Nacional Torres del Paine, que se ha desarrollado en el marco del proyecto, los cuales buscan generar una hoja de ruta que permita compatibilizar de mejor forma el turismo con la conservación.

La investigadora del Centro Regional Fundación Cequa, MSc. Juliana Torres, responsable del manejo y análisis de información de los contadores de flujo, destaca la importancia de esta herramienta, ya que su tecnología avanzada permite conocer el flujo de los visitantes dentro de los senderos.

Esta modalidad se está aplicando desde enero de 2015 en el marco del proyecto “Sistema de Manejo Turístico en Áreas Protegidas de Chile: caso piloto Parque Nacional Torres del Paine”, que es apoyado por Corfo, ejecutado por el Centro Regional Fundación Cequa, y desarrollado en colaboración con Conaf Magallanes y Estancia Cerro Paine. “Esta es una herramienta que nos permite entender la realidad por medio de datos confiables”, advierte.

Se trata de tecnología innovadora para América Latina, que genera conteos automáticos por medio de sensores infrarrojos que se pueden instalar en la montaña, ya que no necesitan conexión eléctrica ni inalámbrica. Estos factores favorecen su funcionamiento en un área silvestre protegida entregando información relevante para el manejo de ésta.

Al referirse a los contadores, Juliana Torres explica que la contabilidad de personas puede generarse de manera manual, o con aparatos que cuenten con tecnología avanzada que permitan caracterizar el flujo de los visitantes, definir los senderos más visitados, encontrar diferencias entre sectores, entender el comportamiento de visitantes mensual, semanal, diario y analizar intensidades de uso. En el caso del proyecto que se ejecuta en el Paine, se cuenta con dos tipos de contadores de flujo, uno corresponde a tecnología francesa, que se llama Eco-counter, que contabiliza a personas y la dirección del pasante. El otro proviene de Canadá, se llama Traf-X y genera registros totales, sin diferenciar dirección.

Hasta ahora, gracias al apoyo financiero de Innova Corfo y de los aportes de Estancia Cerro Paine y Conaf Magallanes se cuenta con 16 contadores instalados en diferentes puntos del Paine, los que fueron distribuidos en áreas consensuadas, que se consideran prioritarias y estratégicas, ya que permiten entender cómo se moviliza la gente y ayudan a caracterizar el flujo de los visitantes.

Germaynee Vela-Ruiz, investigadora del Centro Regional Cequa y directora del proyecto, señala que “los diversos resultados han demostrado que esta tecnología permite contar con información real que respalde las distintas decisiones de manejo del Parque Nacional Torres del Paine. Es así, como esta tecnología más que entregar números de visitantes por lugar, permite obtener información que sea de utilidad para definir medidas dirigidas a distribuir mejor los visitantes en el tiempo y el espacio de acuerdo a las capacidades reales de manejo del parque, priorizar inversiones en sectores de mayor demanda de visitación, dar antecedentes sobre los meses y horas para reforzar control o patrullaje, buscando con esto optimizar la gestión y conservación del lugar”.

Habilitación de la tecnología

En el caso de Torres del Paine, la habilitación de los contadores de flujo se dividió en cuatro etapas. La primera fue definir los puntos estratégicos para ubicar los contadores, posteriormente se capacitó al personal de las diversas instituciones participantes y se instalaron los equipos en terreno. Como tercera etapa se llevó a cabo el monitoreo y descarga de datos, el cual ha requerido de constantes visitas a los distintos sectores de los circuitos W y Macizo Paine a cargo del profesional del Centro Regional Fundación Cequa Manuel Sánchez, en colaboración con personal de Conaf y de la ONG Ama Torres del Paine. En este caso, los datos se obtienen cada uno o dos meses dependiendo de las condiciones climáticas y el sector en que se encuentran los contadores. La cuarta etapa, a cargo del Centro Regional Cequa ha sido el análisis estadístico de los datos recogidos en terreno, así como la presentación y discusión de los resultados obtenidos. Con este trabajo se ha analizado información de 17 meses, desde enero de 2015 hasta mayo de 2016, y en estos momentos los contadores siguen registrando datos que serán analizados una vez finalice la temporada alta 2017.

Resultados generados

Los datos obtenidos han permitido al Centro Regional Fundación Cequa definir temporadas con marcadas diferencias en el flujo de visitantes, definir los sectores que tienen mayor visitación, que coinciden con aquellos sectores que se visitan por el día, es decir, el sendero a base Torres el cual tiene una intensidad de uso muy alta con más de 5.000 registros semanales (no personas), y los senderos entre Paine Grande y el mirador Grey, y entre Paine Grande y el Valle del Francés, tienen una intensidad de uso alta, presentando un rango de registro semanal que va entre 3.000 y 4.000 registros semanales en temporada alta.

Otro tema interesante a partir de los registros es que se pudo observar las diferencias entre el registro máximo y el mínimo dentro de la temporada alta. En el sendero a Base Torres, por ejemplo, se registró en febrero del año 2016 un máximo de 2.357 registros que equivalen a 1.178 personas en un solo día, mientras en otro día de temporada alta subieron sólo 273 personas. En todos los sitios monitoreados, se evidenció una gran diferencia entre registros máximos y mínimos, lo cual puede estar generando un efecto negativo en la calidad de la experiencia del visitante, en los servicios y en la gestión que los diferentes actores públicos y privados deben enfrentar día a día.

Continuar con los monitoreos

La experiencia internacional demuestra que lo ideal es dejar de lado el azar en el número de visitantes diarios e intentar regular el número de personas de acuerdo a las capacidades reales de gestión del parque, de forma de disminuir los impactos que se generan en las áreas protegidas sobre la biodiversidad, pero también por los efectos que tiene en la experiencia de los visitantes, en la gestión del lugar, los servicios y los trabajadores.

Los diversos resultados del proyecto Innova Corfo han demostrado que hay efectos negativos en la conservación de los ecosistemas de montaña del Parque Nacional Torres del Paine, debido a que el incremento sostenido de los visitantes no ha ido acompañado con la gestión y mitigación de los impactos generados. Por lo tanto, los contadores de flujo se han vuelto de gran relevancia para monitorear los efectos que las diferentes medidas de regulación tendrán sobre la visitación. Es así, como al fin de esta temporada se analizarán los resultados que ha generado en el flujo la obligatoriedad de reserva en los alojamientos de montaña de los circuitos W y Macizo Paine, de manera de respaldar próximas decisiones de manejo que es necesario implementar en el Parque Nacional.

El monitoreo de datos generados por los contadores de flujo debe ser mantenido en el largo plazo, y una vez finalizado el proyecto Innova Corfo, en abril de este año, será responsabilidad de Conaf Magallanes y Estancia Cerro Paine mantener este trabajo, contando con la asesoría científica del Centro Regional Cequa para ello. Germaynee Vela-Ruiz señala que “esta actividad, es parte de las transferencias  y responsabilidades asumidas por los mandantes oferentes, como responsables de mantener el bien público que este proyecto está generando, por lo tanto es un compromiso de las tres instituciones el mantenerlo en el tiempo”.