Declaración pública de asesor de senador Bianchi por boletas de pesqueras


Respecto a la publicación de Ciper Chile que da cuenta de pagos de empresas pesqueras a diversos políticos y asesores y en los que se me incluye por ser asesor del senador Independiente de Magallanes, Carlos Bianchi, siento la obligación de exponer lo siguiente:
Llama poderosamente la atención el mayúsculo interés de querer obviar si realicé o no el trabajo por el cual fui remunerado y muy por el contrario con mucha ligereza se pretende asimilarla a “Boletas ideológicamente falsas” o “con el financiamiento ilegal de la política.”
Rechazo este interés malintencionado de pretender ligar un trabajo profesional y peor aún pretender compararla con los nefastos negocios que tenía la industria de la pesca de Chile dueña de los peces y pescados y que están siendo investigados por sendos delitos, en mi caso nada más podría estar alejado de esa realidad y es por ello que hago pública una actuación absolutamente privada, totalmente legal y que paso a detallar.
Terminada la tramitación de la Ley de Pesca, (Año 2013) y desempeñándome a “Honorarios” en el equipo del senador, me fue consultado por parte de Bernardo Caro, asesor de diversos gremios de la pesca artesanal del país, si era posible realizarle una asesoría especial y particular en relación a lo que había sido la tramitación de la ley y del impacto mediático y espacios que se entregaban a los pescadores artesanales en sus intervenciones que pretendían ser públicas y donde denunciaban las irregularidades con las que se aprobó dicha ley.
Encontrándome en calidad de “Honorarios” y sin que existiera alguna relación contractual de “Exclusividad” para realizar otras labores relacionadas con el ámbito de las comunicaciones, decidí aceptar el ofrecimiento laboral por un periodo total de seis meses para preparar la información que me era requerida por Bernardo Caro, quien posteriormente me señaló que emitiera el cobro a la Empresa Lota Protein, la que se realizó efectivamente en dos pagos, meses de Marzo y Julio y no de una sola vez como se ha pretendido hacer aparecer en algunos medios.
Mi trabajo se encuentra debidamente respaldado porque efectivamente lo cumplí durante seis meses – fuera de mi horario laboral- y no solo profesionalmente sino que además por la convicción que la ley de pesca actualmente vigente resultó ser siniestra para la pesca artesanal del país.
Dichas asesoría la realicé a título personal con la libertad laboral que tenía en aquella fecha, y mis servicios fueron cancelados como señalé trimestralmente en dos pagos ya conocidos, sin que haya tenido conocimiento alguno el senador Carlos Bianchi, quien solo conoció de esta situación ante los requerimiento del medio que realizó la publicación.
Cabe consignar que mi trabajo en asesoría se concretó no solo presencialmente con diversas reuniones de trabajo -reitero fuera de horario laboral- sino consta con el respaldo en diversas minutas, con comentarios y análisis de información cuando la ley ya estaba aprobada y publicada.
En dichos documentos destaco que “La ley estuvo marcada fuertemente por los diferentes y muchos intereses en juego y cruzadas acusaciones entre los sectores de la pesca. Para un observador independiente resultaba extremadamente difícil entender y explicar lo que sucedía durante la tramitación ya que todos declaraban en primer lugar luchar por la sustentabilidad de los recursos, la mantención de los niveles de empleo y actividad económica y la salomónica repartición de los recursos hidrobiológicos que estaban en juego.”
Así, por ejemplo estaban divididos los representantes de la pesca artesanal; los trabajadores de la industria pesquera que defendían a sus empleadores; los parlamentarios oficialistas apoyaban la propuesta del entonces Ministro Longueira al igual que un número significativo de parlamentarios de oposición de la época. Asimismo se encontraban divididos la pequeña empresa y los científicos. Y mientras esto sucedía, había un coro de fondo que denunciaba “Conflictos de interés” del mundo político. Más aun, los medios oficialistas prácticamente obviaron la discusión de la ley de pesca y los detractores solo tuvieron medios de la periferia.
Mi trabajo propuso poder distinguir nuevos elementos que pudieran dar luces a los más afectados – a mi entender la pesca artesanal- para así establecer un orden de ideas para interpretar la agenda pública ejecutando un análisis de los medios de comunicación.
Para ello realicé además una recopilación de notas de prensa y se agruparon por categorías. Mi trabajo se dividió en dos etapas que corresponden al primer y segundo trimestre de 2013; es decir Enero Marzo y seguidamente Abril – Junio de 2013.
Para el primer trimestre se definieron las siguientes categorías:
– Tribunal Constitucional
– Ley de Pesca
– Otras iniciativas legales
– Artesanales
– Conflictos pesca artesanal
– Sustentabilidad
– Política y Pesca
– Irregularidades
Para el segundo trimestre se pretendían usar las mismas categorías sin embargo cambió el escenario y quedó fuera el tribunal Constitucional y se agregaron:
– Industria Pesquera
– Caso Isasi y Otros
– Pesca Reportajes
Por lo anterior mal podría alguien afirmar que el trabajo no se realizó o es inexistente por el contrario reitero mi labor se extendió por medio año.
Los resultados permitieron tener una buena base para realizar un proceso analítico diferente, además de entregar elementos para realizar un control de gestión del trabajo realizado por el mandante, en este caso Bernardo Caro.
Resumiendo, se entregaron una veintena de capítulos que enuncie anteriormente. Nueve correspondieron al primer trimestre y los restantes al segundo trimestre del mismo año.
Presento mis disculpas a quienes sienten que se han visto afectados por mi actuar profesional, sin embargo le he entregado a mi empleador en forma detallada y pormenorizadamente en que consistió mi trabajo que me fue solicitado por Bernardo Caro en favor de las organizaciones de la Pesca Artesanal, que a la fecha siguen siendo los más afectados por una ley espuria.
Todos estos antecedentes estaban a disposición de quien haya querido acceder o solicitado y ratifican que efectivamente preste los servicios que me fueron solicitados, es en ese escenario que vale la pena preguntarse ¿por qué nunca se me preguntó si el trabajo se realizó, en qué consistió, cuanto tiempo duró? Por el contrario con una facilidad asombrosa han aparecido acusaciones al voleo e infundadas y por cierto teniendo la certeza que se hace con absolutamente mala intencionalidad.
Atte.
Claudio Barrientos Mol
Revisa la investigación que realizó CiperChile Aquí.
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